Glim, Marvel y Peeta me miraron con los ojos muy abiertos. Luego miraron a Annie y finalmente a Finick. Sin duda no se esperaban esa respuesta. Sabía perfectamente lo confundidos que se debían de encontrar en estos momentos. Sonreí cuando vi que Finick y Annie estaban cogidos de la mano.
- ¿Cómo...- empezó a decir Marvel – Cuándo...? - casi, casi le podía oir cómo pensaba.
- Si no quieres decir nada más...es comprensible, Kat...no tienes por qué dar explicaciones de nada...- dijo Peeta.
- No – le corté – Está bien...no pasa nada. Cuando Annie empezó a salir con Finck se lo conté, así que todo está bien...eso no es un problema para nosotros...Fue hace mucho, yo tenía dieciseis años...- me encogí de hombros.
- ¿Y cómo es que yo no me enteré de esto? - preguntó Glim con el ceño fruncido.
- Fue en mi época dificil, Glim – chasqueó la lengua al recordar – Ya sabes...cuando reuní el valor necesario para contartelo ya había pasado algún tiempo, ya no tenía sentido sacar el tema a relucir así que lo dejé estar. No fue nada serio...
- ¿Cómo que no fue nada serio? ¡Te follaste a mi hermano! Tenía derecho a saberlo – dijo indignada.
- Glim – se rió Finick – Fue un momento de debilidad para ambos...ya está. Yo por aquel entonces también estaba jodido por lo de...por lo de quien tu ya sabes...Se puede decir que nos ayudamos mutuamente a olvidar nuestros problemas – dijo encogiendo los hombros.
- Está bien...mira, creo que es mejor que pasemos a la siguiente persona – dijo Glim – Es que...pensandolo bien, no quiero saber nada más. ¡Ugh! Dios mío...mi hermano se ha follado a mis dos mejores amigas – no pude evitar reirme por la forma en que Glim lo dijo.
El juego evidentemente siguió, aunque noté a Peeta algo confundido. Y no era de extrañar. Hacía un par de minutos que había confesado que el chico con el que había perdido la virginidad había sido con el novio de su hermana. Sin duda tendría que hablar con él para aclararle todo. No quería que pensase mal de mi.
De todas formas seguimos con la fiesta y he de decir que hubo momentos épicos como por ejemplo cuando a Finick le tocó atrevimiento y tuvo que salir a la calle vestido de colegiala – con faldita de cuadros y tablas y dos coletitas incluídas – o como cuando Glim tuvo que besar al hamster de Marvel. La pobre estuvo más de quince minutos cepillándose los dientes...
Eran las cuatro de la mañana cuando todos nos retiramos a dormir algo perjudicados. Annie se había quedado dormida sobre le hombro de Finick – aún con la falda de tablas puesta – Glimmer bizqueaba para no dormirse y Marvel aún seguía en calzoncillos y agarrado a la botella de vodka... increiblemente el que menos moco iba era Peeta, que se había estado librando de la botella. Lo que hubiera dado yo por verle un poco "contento". Bueno, es una idea que me puedo apuntar para un futuro...
Tras despertar a Annie sacudiendola por los hombros, me llevó hasta la habitación de invitados en el tercer piso, justo al lado de la de Peeta según me dijo ella mientras bostezaba como un hipopótamo. Cuando me dejó a solas me metí en el baño, me cepillé los dientes y me puse un camisón. Al otro lado podía oir a Peeta trasteando, luego oí el agua correr. Mmm, ¿se estaría duchando? Cállate, mente pervertida. Ugh...Me tumbé en la cama y rodé varias veces en un intento por encontrar la posturita para dormir...pero de nada me servía… Me sentía acalorada y además los ardores de estómago me estaban matando. Puñetero vodka de los cojones...
Salí de la cama y bajé hasta la cocina sin encender las luces para no despertar a nadie. Sólo esperaba que Johana guardara en algún lugar un par de sobres de manzanilla – o tres - para calmarme el estómago. Estuve un rato rebuscando por los armarios y por los cajones y nada. Suspiré frustrada mientras me sentaba en una de las banquetas. Ahora no podría dormir.