Era viernes. Al fin era viernes. Tenía ganas de dejar aparcados los apuntes y los libros y salir un rato y evadirme. No me importaría irme a tomarme algo y a bailar, hacía mucho que no lo hacía...aunque ultimamente salir con los chicos era como salir completamente sola. Ellos se encerraban en su mundo, besándose y metiendose mano y yo tenía que buscarme la vida sola; al menos yo no tenía ningún problema a la hora de buscar algo de compañía interesante. Vale, entonces salir a bailar quedaba descartado porque en estos momentos no podría buscarme compañía por las malditas normas que habíamos impuesto.
Joder, casi contaba los días para poder pasar a otro nivel con las clases de Peeta. Me sorprendió muy gratamente la clase de ayer, no me había imaginado jamás que Peeta podría besar de esa manera...teniendo en cuenta que yo había sido su primer beso. No podía esperar a comprobar las demás cosas que podría hacer con su lengua...Putona pervertida...esto no lo haces para tu propio placer...lo haces para que un par de amigos se ayuden mutuamente... ¿no?
Volviendo al tema que me preocupaba inicialmente...sí, casi queda descartado salir a bailar. ¿Los chicos querrían ir al cine? Puaj, estaba en la misma situación, iria con ellos y luego, ¿qué? Sentarme a su lado y escuchar la serenata de gemiditos y jadeos o sentarme sola en un rincón del cine agarrando mi bolsa de palomitas como si fuera un puto salvavidas, patético...no, gracias...a no ser...En ese momento se me ocurrió una idea. ¿Y si torturara a Peeta para que viniera con nosotros? Siendo egoista, yo no estaría sola...y así él podría espabilarse un poquito.
Sin pensarmelo dos veces descolgué el teléfono y marqué el móvil de Glimmer. Tras cinco tonos iba a colgar, pero entonces me contestó con una voz un tanto rara.
- ¿Quién-coño-es? - gruñó a traves del altavoz.
- ¿Glim? - se oyó un sonoro jadeo, entonces empecé a reirme - ¿Glimmer? ¿Molesto?
- Pues para ser – jadeo – sincera...un poco – jadeo.
- Está bien, está bien...Era para ver si hacíamos algo esta noche...yo ya veo que has empezado tu fin de semana a lo grande – jadeo – Ya si eso...llamo a Annie – jadeo – y luego te llama ella...
Marqué el teléfono de Annie mitad riéndome mitad rezando para no pillarla de la misma forma que a Glim. Salidos de mierda...no se podían esperar un poquito para echar el casquete...A los tres tonos me respondió agitada.
- ¿Kat?
- Dime que no os he interrumpido a ti y a Finick el polvete de media tarde – Annie empezó a reirse a carcajadas.
- No, aún no – rió – No encontraba el móvil, estaba en el bolso maxi grande ese que compré...me he tenido que meter literalmente dentro, ¿sabes? - ahora me tocó reirme a mi.
- Ese bolso es más grande que tu.
- Ja, ja... ¿has llamado solamente para meterte con mi estupenda estatura, grandullona?
- No... en principio te llamaba para preguntaros si os apetece ir al cine - hubo un pequeño silencio al otro lado de la linea.
- ¿Ves cómo he hecho bien en no darle un meneo a Finick? El cine es perfecto, tiene su punto y su morbo. ¡Vale! Esta noche toca cine - rodé los ojos.
- Eh...Annie, ¿puedes pasarme a Peeta? - por un momento no se escuchó nada a través de la línea - ¿Annie?
- ¿Para qué quieres hablar con mi hermano?
- Para preguntarle si se quiere venir con nosotros – otro silencio.
- ¿Para qué? ¿Quieres pervertirle en un cine? - empezó a reirse fuertemente. No pude evitar rodar los ojos de nuevo.