Escondidos

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24 de Noviembre, 2016

00:17 (Si lees el cap con musica mejor jajaja)

Sostuve el despertador en mis manos. Nos habíamos acostado temprano para despertarnos a primera hora e ir a dar una vuelta por los alrededores pero yo llevaba 2h en la cama dando vueltas pensando en David. ¿De verdad había estado apunto de acostarme con él? Todo era tan surrealista... La cabeza me iba a estallar, necesitaba despejarme y  bajé a por un vaso de agua. En la planta baja todo era silencio y oscuridad, me di cuenta de que llovía ligeramente al asomarme tras los cristales salpicados, y la tranquilidad que me brindaba siempre la lluvia me invitó a salir. Atravesé la puerta delantera de la casa y salí al porche descalza. Mi cuerpo entero se estremeció y sentí como la energía volvía a mí. El techado me protegía de las gotas de lluvia, así que baje hasta el camino enlosado del patio dejando caer la cabeza hacia atrás para sentir la suave llovizna en mi cara.
—Te vas a resfriar Laurilla.
La aparente calma que me había inundado desapareció cuando casi grito al verlo allí inclinado sobre el marco de la puerta.
—¡David! Joder que susto, pensé que estabas durmiendo.
Sostuve mi mano en mi pecho tratando de recobrar el ritmo normal de mi respiración. Se acercó a mí y la sonrisa que le había provocado mi anterior reacción se borró. Levanté la mirada y lo encontré con la cabeza ladeada y su brillante mirada buscando la mía. ¡A la mierda todo! Yo ya no podía más y sabía que él tampoco, y lo besé.
—David termina lo que empezamos hoy, por favor…
—Pero Laura… —Intentó separarse de mí.
—Por favor… —Esta vez fui yo quien buscó su mirada dando así permiso para acabar de una vez por todas con ese enfrentamiento de sentimientos encontrados. Lo entendió al instante y mi cuerpo se relajó al descubrir que no solo yo estaba delirando por esto, también él. Tomó mi cabeza en sus manos y capturó mi boca en un beso profundo, olvidando todo, solo sintiéndonos y disfrutando del sabor del otro. Me elevó como si de una pluma se tratase y enredé las piernas alrededor de sus caderas. Cruzamos el patio, el porche, las escaleras y llegamos a la habitación sin dejar de besarnos un solo segundo. Se separó de mí para cerrar el seguro de la puerta y volvió corriendo a mis brazos.
—¿Estás segura de esto?
Sostuve su cara entre mis manos y lo besé buscando su lengua con la mía y ya todo quedó claro. Mordió mi labio inferior al abandonar mi boca para atacar a mi cuello y yo dejé caer mi cabeza hacia atrás gimiendo, eso le volvía loco. Su mano viajó por mi vientre llegando al filo de mi pantalón y lanzándome una mirada llena de pasión se arrodilló frente a mí desabrochando el botón de mis jeans y y la cremallera. Sentí como depositaba suaves besos en el interior de mis piernas mientras deslizaba la prenda por ellas y ahí perdí el control de mi misma. Sujetándolo por la barbilla lo subí de nuevo a mis labios y sin darme cuenta me cogió hasta depositarme sobre la cama. Siguió desnudándome, me volvía loca sentir sus besos por cada parte de mi que iba quedando desnuda, y de un momento a otro me encontré totalmente desnuda y vulnerable ante él, que aún seguía vestido. Acarició mi brazo levemente con su dedo y al llegar a la muñeca la atrapó colocando de un solo movimiento mi palma abierta en la parte de su corazón, ese gesto me inundó de ternura y amor. Le quité la camisa y el se echó sobre mí para volverme a besar, y el pulso en mi interior se intensificó cuando sentí su piel desnuda contra mí. Le quité el cinturón y deslizó su pantalón hacia abajo deshaciéndose de él.
—Estas temblando… —Sonrío murmurando contra mi boca mientras acariciaba dulcemente mi pelo. Enredé mi mano entre esos rizos que tanto había extrañado, ahora menos abundantes pero sin perder ese aroma tan característico en él. No se si fue eso o tenerlo de nuevo sobre mí de esa manera, pero volví a revivir por un segundo todos aquellos encuentros secretos en la academia cuando teníamos que escondernos de los chicos para poder estar a solas, como estábamos haciendo ahora. Si los chicos se enteraban de lo que estaba ocurriendo a tan solo dos pasos de sus habitaciones las bromas no iban a cesar durante todo el reencuentro. Un beso en mi cuello y su mano recorriendo mis pechos hizo que volviera a la realidad tan perfecta que estaba viviendo en este momento. La presión dentro de mí ya era explosiva, y sabía lo que necesitaba para calmar eso.
—David, por favor… —Y sin esperar más me elevó, guiándome hacia él, fundiéndonos en uno solo.
—Te amo mi niña. Te amo mi Laura… —Dijo entrando en mí. Mi espalda se arqueó y lo abracé arañando su espalda, eso hizo que gimiera y lo besé para acallar su placer. Volvimos a ser nosotros, a sentirnos como nos hacía falta, como solo nosotros sabíamos hacerlo, ahogando nuestros gemidos en la boca del otro para no despertar a nuestros amigos que dormían al lado sin enterarse de nada.
—Yo también te amo David. —Y una lágrima recorrió ante tal confesión. Volvíamos a estar como al principio, como dos chiquillos enamorados. Volvíamos a estar solos. Solos y ESCONDIDOS.

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Últimamente estoy generosa y aquí tenéis otro cap jajaja. Y por fin lo que todas esperabais, haber con siguen estos dos después de esto jaja. ¿Os está gustando? Me gustaría que dejarais coments y ve que os va pareciendo la historia, que os gustaría ver o si teneis algún recuerdo de la academia del que queráis que haga un flashback o nombre en la historia. Subiré cap lo antes que pueda!! 😘💘

CrumblingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora