Feliz Aniversario, Cariño (Flashback)

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18 de Diciembre, 2003

Llegué a casa emocionada, David llegaba mañana de Miami después de dos meses fuera y estaba muerta en deseos por verle. No podía creerle cuando llamó diciendo que había adelantado el vuelo a mañana y así pasar las navidades juntos. Abrí la puerta de casa y antes de soltar las llaves en el mueble de la entrada se me cayeron al suelo de la impresión. La casa entera estaba llena de velas encendidas que conducían de la entrada al salón. La casa en la que estaba viviendo estos días era alquilada, estaba a las afueras de Barcelona y David la alquiló días antes para escapar de la prensa, los fans y demás durante las vacaciones, y pensé que el dueño había vuelto antes de tiempo sin avisar. Intenté encender la luz pero antes de darle al interruptor unas manos me taparon los ojos y una voz demasiado conocida por mí me susurro al oído:
-Hola mi niña...
El corazón se me puso a mil por hora y lo único que acerté a hacer fue llorar de la emoción. Él me dio la vuelta y yo lo abracé escondiendo mi cara en su cuello, aspirando profundo ese aroma, tan característico de él, que tanto había extrañado y tanta falta me había hecho. David cogió mi cara entre sus manos y sonriendo de oreja a oreja me besó. Quería hablarle, seguir abrazándole y decirle cuanto le había echado de menos pero era incapaz de romper aquel beso así que solo lo continué abriendo paso a aquella pasión que llevaba guardada tanto tiempo en mi interior y que, desde hacía ya dos años, solo podía desatar con él.
-Te he echado tanto de menos mi niña. Lo he pasado tan mal teniéndote tan lejos. -Dijo rompiendo el beso acariciando su nariz con la mía.
-Yo también rizos. -Dije riendo en medio de mi llanto.
Y así, solo con la iluminación de las velas que él había encendido y la luz de la luna entrando por la enorme cristalera de mi casa, dimos rienda suelta a la pasión encarcelada estos meses.
-Pero... ¿¡Cómo!? ¿¡Qué haces tu aquí!? Jajaja -No podía parar ni de reír ni de llorar de los nervios y la alegría que recorrían mi cuerpo.
-Shhh, no hables. Sabes que eso entre nosotros sobra...
David cerró la puerta con el pie mientras me cogía en brazos. Llegamos a la habitación y para entonces todo lo que quería decirle ya se me había olvidado, ahora solo quería sentirlo. Quería recuperar todo el tiempo que habíamos estado separados pero vi algo que me hizo perder el hilo.
-David ¿y todo esto? -La habitación estaba llena de fotos nuestras, los armarios estaban llenos... se suponía que en una semana dejábamos la casa ¿por qué estaban todas nuestras cosas allí?
-Feliz aniversario Cariño. -Murmuró en mi oído sacándose unas llaves del piso atadas con un lazo rojo sobre la mesilla de noche. Recuerdo haber llegado el primer día a esta casa y decir que ojala pudiésemos vivir aquí siempre, pero esto ya era demasiado. Miré los ojos de aquel hombre que de un momento a otro dio un giro por completo a mi vida y me di cuenta de que no habría cosa en esta vida que yo no hiciese por él y que nunca sería capaz de olvidarlo pasara lo que pasara. Me sonrío como de costumbre y ahora más que nunca las palabras sobraron. David limpió mis lágrimas a besos y sin apartar la vista de mis ojos acarició mi cuerpo suavemente con la yema de sus dedos hasta llegar a la cintura y levantó la camiseta por mis brazos. Desabotoné sus camisa y acaricie su pecho desnudo mientras me deshacía de ella. Estaba en un sueño y no quería salir de él. Entre besos y caricias nos encontramos desnudos uno frente al otro, me elevó levemente y lo guíe hacia mí mientras el me agarraba suavemente por las caderas. Lo abracé escondiéndome de nuevo en su cuello al sentirlo por completo en mí, ya no había distancias, no más dudas, no más miedos... Lo volví a besar y otra lágrima calló formada por la más pura gratificación de poder tenerlo como hacía tanto quería, yo era suya y el mío y eso ninguna distancia podría cambiarlo, el la borró de mi rostro con un beso y yo lo besé a él, ahogando todos mis gemidos en su boca.
-Te amo... -Dije con mi último aliento.
-Te amo mi vida... -Susurró acariciando mi espalda. Y después de un tiempo indefinido de indescriptible complicidad llegamos al punto máximo del placer juntos.
-Te amo David...
-Yo también te amo Laura...
Y quedé allí dormida entre sus brazos, en mi refugio...

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Y aquí tenéis otro antes de ir a dormir. Graciass a todos los que votaron y sobre todo comentaron en el capítulo anterior, no saben cuanto ayudan a que esto continúe. Besoss!!💘

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