¡Menudo reencuentro! II

1.1K 56 6
                                    

-¡¡PODRÍAIS DEJAR DE GRITAR YA!! -Escuché fuertemente cerca mía -Tenemos a Laura desmayada en la habitación y ustedes en vez de hablar como personas normales e intentar solucionarlo lo único que hacéis es gritar uno por encima de otro. ¿Ya vale no?, entiendo que estéis nerviosos, yo también lo estoy, pero si seguimos gritando no vamos a ayudarla en nada. -Abrí un poco los ojos, no tenía ni energías para abrirlos completamente. Vi la figura de Manu en la puerta de la habitación "regañando" a Javián, Juan, Alejandro y Alex. -Mirad, las niñas están muy nerviosas y algunas ya están hasta llorando, lo mejor es que nosotros bajemos a tranquilizarlas un poco y mientras tu te quedas con Laura, David. En cuanto se tranquilice un poco la cosa por abajo subiremos a ver que tal va. -Dijo, esta vez girándose al interior de la habitación. Los ojos se me volvieron a cerrar de cansancio y no pude ver quien estaba a mi lado escuchando a Manu.
-¿Y la ambulancia? -Una pizca de alivio inundó mi cuerpo al descubrir que el David que tenía al lado era Busta.
-Nuria ya ha llamado como treinta veces pero al parecer hay una pequeña tormenta en la ciudad que ha provocado el desborde del arroyo que separa la ciudad de las afueras. Le hemos explicado la situación y dicen que no nos preocupemos, que tampoco es tan grave y que mantener la calma y tenerla controlada hasta que puedan venir es lo único que podemos hacer...
-¡Pero como que mantener la calma y tenerla controlada! -Esta vez la voz que resonó enfadada por toda la habitación no era la de Busta.
-Bisbal tío relájate, si es que no podemos hacer otra cosa joder.
-Tienes razón tío, lo siento.
-No te preocupes y cálmate un poco que al final vamos a acabar con dos desmayados en vez de una. Mira nosotros vamos a ver como van abajo y si se despierta o lo que sea bajais a avisarnos ¿va? -Sentí como Busta soltó mi mano para dar paso a Manu que depositó un beso en mi frente y salió por la puerta acompañado de los demás chicos. Pasaron varios minutos de completo silencio hasta que volví a sentir como Busta cogía mi mano mientras suspiraba. Quería hablar, decir que estaba bien y que no se preocuparan, pero me sentía como si toda la fuerza que tenía poco antes hubiera abandonado mi cuerpo y ahora estuviese totalmente debilitada... La puerta se escuchó abrirse
-David... voy a ver como de grande ha sido el desborde del río. Con un poco de suerte Naím dice que podríamos cruzarlo con su camioneta y llegar al hospital... ¿vienes?
-Claro Gis bonita... -Soltó Busta casi sin fuerzas.
Me dio otro beso en la frente y le oí susurrar algo a alguien más en la habitación, luego se alejó hablando con Gis. Intenté abrir los ojos para ver con quién había hablado Bustamante antes de irse, pero entonces me acarició la mano y ya no hizo falta verlo para saber de quien se trataba...
-Lo siento tanto Laura...
Y con solo un susurro me dio las fuerzas que llevaba rato buscando. Comencé a abrir los ojos con esfuerzo y lo primero que vi fue su hermoso rostro... Tenía mi mano entre las suyas y, llevándola hacia sus labios, depositó un suave beso en ellas. Quería hablarle pero no podía, apreté suavemente su mano para hacerle saber que estaba despierta y cuando me miró vi la desesperación y el miedo que había pasado. Había estado llorando, lo conocía demasiado bien y sus ojos brillantes me lo confirmaban.
-¡Laura! -Exclamó casi en un susurro. Hizo gesto de acariciarme el pelo y luego volverme a coger la mano pero no llegó a hacer ninguno de los dos, parecía como si le diese miedo el tocarme y poder lastimarme. Al fin entrelazó sus dedos con los mios apoyó su cabeza contra la almohada, justo al lado de mí. Soltó un enorme suspiró y mirándome con las lágrimas saltadas dijo:
-No sabes el miedo que he pasado Laurilla...
-Lo siento... -Fue lo único que supe decir.
-Ni se te ocurra disculparte, ni que hubiera sido culpa tuya.
-¿Qué ha pasado? -Pregunté un poco más espabilada ya.
-La parte exterior del invernadero estaba quebrada, llevaba ya mucho tiempo así y al final ha acabado derrumbándose el techo entero.
-¿¡El techo entero!?, ¿¡pero como es posible si yo me siento bien!?
-Shhhh, no te alteres tanto chiquilla jajaja. ¿Como se te va a caer un techo entero encima y vas a estar asi? ¿Quién te crees? ¿Spiderman? jajaja.
-¡Oye! no te rías de mí que tu eres quien me lo ha dicho.
-Ya, pero a ti solo te golpeó una de las vigas de madera. Cuando oí el ruido del golpe te vi tirada en el suelo y te saqué de ahí antes de que todo se viniera abajo.
-Mmm, ¿Y a ti que te pasa? - Pregunté incorporándome al ver como, al moverse, un gesto de incomodidad se creaba en su cara.
-Nada es que me lastimé un poco la espalda...
-¿Un poco?
-Si...
-Ya claro, ¿a ver?
-No da igual si estoy bien, vuelve a echarte en la cama.
-¡Por Dios David, parece que no me conozcas! ¿De verdad crees que te vas a salir con la tuya?
-Pero si es que no tengo nada
-¡Que me lo enseñes hombre ya! -Sabía que el no se iba a girar, así que lo giré yo y le levanté la camiseta hasta arriba oyéndolo quejarse del dolor. Tenía toda la parte alta de la espalda cubierta de rasguños y sangre...
-¡¡David por Dios, si tienes la espalda destrozada!! -Bisbal se giró bajándose la camiseta y dando un beso en mi mejilla.
-¡Qué estoy bien, Laurilla! -Su típica alegría volvió a él, lo que me hizo sonreír, pero no olvidarme de lo que acababa de ver.
-Las chicas te lo podrían a ver curado ¿por qué no has dicho nada?
-Si llego a decir algo me arrestan en el sofá y no me dejan levantarme en todo el día.
-Jajaja, no seas malo que sabes que lo harían por tu bien.
-Y yo lo agradecería pero seguro no me hubiesen dejado ni subir a verte.
Me miró con su deslumbrante sonrisa y yo volví a sonreír. No se como lo hacía después de tantos años pero cuando peor estaba él siempre conseguía alegrarme.
-Bueno..., será mejor que baje y le diga a estos que ya has despertado. Estaban muy preocupados, ya sabes...
-Si...
-Si...
Y otro silencio se produjo en la habitación, pero esta vez algo más incomodo que el anterior. Ambos teníamos que hablar, pero ninguno se atrevía a hacerlo.
-Oye David...
-¿Sí? -Levantó la mirada esperando que yo empezara a hablar.
-Bueno es que yo... verás, yo... Mira yo creo que deberíamos hablar. -Solté aunando fuerzas.
-Que bien, porque yo también quería hablar contigo -Rió nervioso. -Mira Laura, yo...
-¡¡Si es que de verdad que eres imbécil Bustamante!! -Interrumpió un enorme grito procedente del pasillo.
-¡Ay que ver como te pones por una bromita, hija mia! -Dijo Naím.
-¿¡Por una bromita!? -Gritó enfadada. -¡Por una bromita dice! ¡Tu encima defiéndelo!
Gisela entró empapada a la habitación acompañada de Naím y Busta que no paraban de reír.
-¿Se puede saber que ha pasado?
-¡Laura! -Corrió a abrazarme. ¿Éstas bien? ¿Te duele algo?
-Estoy bien Gis, estoy bien jajaja.
David se apartó y se sentó en el sofá de la esquina de la habitación para dar paso a los chicos que subieron al enterarse que había despertado. Miré a David por encima del hombro, él me sonrío y por una vez, desde que todo esto del reencuentro empezó, tuve unas ganas incontrolables de acabar la conversación que nos habían interrumpido.

«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»

Holaaa!! Aquí tenéis oteo CAP larguitoo, siento el sufrimiento y la intrigaa pero ahora que ta están los 16 juntos es cuando viene lo mejor. Graciass por el apoyo, los quiero!! 😍💕💕

CrumblingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora