Esta noche...

1K 59 11
                                    

13:00

—¡¡Shirlyyyy ven!!
—¡Ella ten cuidado!
—¡Sí, papá! —Ella echó a correr detrás del animal que corría para no ser atrapado.
—Así que "un día en familia" consiste en coger todas las reservas de comida posible y fugarse al medio del campo donde nadie pueda reconocerte ¿me equivoco?
—Para nada, estás en todo lo cierto jajaa —¿Y soléis hacer esto muy a menudo?
—Siempre que se puede, aunque normalmente solo venimos Ella y yo.
—¿Normalmente?
—Sí, normalmente pero no siempre. —Seguro alguna de sus novias había sido invitada alguna vez no seas tonta, pensé para mí misma —Hay veces que nos acompañan Nala y Maxi jajaja.
—¿Entonces Shirly y yo somos las primeras en disfrutar de este maravilloso planazo? —Dije mentando a mi perra para quitarle importancia a la pregunta.
—Digo. —Una alegría inmensa me inundó al saberme la primera en acompañarlos en una de sus escapadas. Esto debía ser importante para él y el hecho de que me invitara me daba a entender que en cierto modo yo también le importaba. —Oye, hablando de Shirly, parece que ha hecho muy buenas migas con Ella, veremos a ver si no me sale con que se queda a vivir contigo.
—Qué cosas tienes David por favor —Reí por sus ocurrencias.
—¿Te crees que es broma? No sabes la de genialidades que se le pueden ocurrir a mi hija al cabo del día.
—¡Papi, papi! —Ella venía corriendo con Shirly en brazos como si fuese un oso de peluche. —¿Papi podemos quedarnos a vivir con Laura para siempre? —Me atraganté bebiendo agua al escuchar la pregunta que le habían hecho a David, era asombroso cuanto conocía a su hija.
—Mi amor eso no es posible. —David se partía de la risa mientras le contestaba a Ella pero ella no parecía encontrarle la gracia por ningún lado, realmente estaba planteándose mudarse a mi casa.
—¿Y por qué no? Si yo quiero y Laura también quiere… ¿A que sí Laura? —Alzó su pequeña cabeza con toda la ilusión del mundo acumulada en sus ojos, si supiera la de ganas que tenía de verlos a los dos en mi casa día tras día… —¿Ves?, Laura también quiere —Dijo antes de poder decir nada.
—Pero si no le has dao tiempo ha contestar.
—Ya pero lo he visto en su cara. —Dijo muy segura de sí misma. —ya solo quedas tú papi, ¿te vienes? —David se estaba meando de la risa tirado en el suelo y yo no podía aguantar más la mía ante la seriedad de la niña.
—Amor mejor vamos a ir preparando ya la comida y ahora seguimos la conversación ¿vale? —Ella seguía con gesto confundido sin entender que le hacía tanta gracia a su padre. Asintió y, cogiendo la mochila, se dirigió hacia la mesa de madera que había al lado de un precioso lago natural, pero a mitad de camino pareció recordar algo importante y, dejando las cosas en el suelo, volvió a coger a Shirly en brazos y de nuevo se dirigió corriendo a nosotros.
—Espera, espera, espera… ustedes dos aún tienen que explicarnos algo a nosotras. —Dijo señalándonos con mirada acusatoria. David guardo una compostura seria en cuanto supo a lo que su hija se refería. —Aún no nos habéis dicho si sois novios. —Yo di dos pasos atrás dejando a David al mando de la situación, pero él parecía hasta más nervioso que yo.

13:30

—Joooooooooo
—Ella por Dios pareces una niña pequeña, ya te he dicho que no puedes ponerte así por algo como esto.
—¡Pero es que yo quiero que seáis novios! —La niña se cruzó de brazos y se echó hacia atrás en su asiento. Le habíamos explicado que lo que vio solo fue parte de una actuación que estábamos preparando, ¿Qué otra cosa le podías inventar a una niña de 7 años que te había visto besarse con su padre?
—¿¡Pero por qué quieres que seamos novios!? —Volvió a preguntar David por cuarta vez elevando las manos en señal de duda.
Hubo un punto en la conversación en el que ya no se sabía cuál de los dos era el niño pequeño. Habían empezado los dos a discutir hablando uno por encima del otro. David no paraba de preguntarle a Ella el por qué de su insistencia y ella siempre contestaba con lo mismo. Tras dos minutos de discusión ambos acabaron con los brazos apoyados en la mesa y echados hacia adelante, encarándose entre ellos y cogiendo el aire que tanto grito les había robado.

—¿Ya? —Aproveché el momento de silencio para intervenir en la conversación. Ambos se miraban con gesto enfadado y me entraron ganas de hacerles una foto de lo monos que estaban, pero no me pareció el momento indicado. —¿Podemos calmarnos todos un poquito y hablar como personas civilizadas?, haber mi niña siéntate en tu sitio y tú, David, hazme el favor y siéntate en el tuyo, que ya te vale ponerte a la altura de una niña de 7 años macho. —Le dije esto último susurrando mientras pasaba por su lado para colocarme en el extremo de la mesa quedando entre los dos.
—¿Se puede saber por qué tanta insistencia en que salga con tu papa cariño? —Dije suavemente mirando a Ella.
—Por que quiero un hermanito y para eso mi seño dice que se necesita un papa y una mama que se quieran mucho mucho mucho… —Confesó al fin.
Me giré hacia David. Se veía que él no tenía ni idea de que su hija quería tener un hermano pues una mueca de sorpresa y ternura se mezclaba en su cara.
—¿Es por eso? —Ella asintió.
—Sí, y como tú y mi papá ya fueron novios una vez pensé que a lo mejor tu podías tener un hermanito con mi papá y así ya tendría a alguien con quien jugar… —Sinceramente no sabía qué decir en este momento, mire a David a ver si él podía hacernos salir de este lío pero parecía más alucinado incluso que yo.
—Mira, ¿Por qué no hacemos una cosa? —Dije intentando cortar la tensión acumulada —Yo un hermanito no te puedo prometer pero ¿que te parece Shirly?
—¿Shirly?
—Sí. —Típico que le dices a un niño cuando no puedes darle un hermanito, vas y le prometes un perro. —Al fin y al cabo es mitad mía y mitad tuya.
—¿Mía? —La niña parecía confusa pero la enorme sonrisa que se había formado en su rostro no tenía precio.
—Claro. Cómo tú has dicho tu papa y yo fuimos novios hace mucho mucho tiempo. Un día tu papá me compró a Shirly así que es mía y suya y cómo tu eres su hija pues también es tuya…
—¡¡¡Bieeeen!!! —Ella salió a correr por todo el campo persiguiendo a la pobre Shirly que corría intentando escapar, la cogió en brazos y se tiró al suelo achuchándola contra ella y llenándola de besos. No sabía que me pasaba con Ella pero la sentía más especial que a cualquier otro niño que hubiese conocido antes. Quizás por esa energía tan pura y esa alegría que desprendía, eso unido al hecho de que era hija de David creaba una explosión de sentimientos en mí que era indescriptible. A cada gesto, paso, palabra u ocurrencia que hacía me recordaba a él y la duda de qué habría pasado si no nos hubiéramos separado en el pasado me asaltaba…
—¿Por qué has hecho eso? —Su voz me sacó de mis pensamientos. Me giré y lo encontré con la mandíbula casi en el suelo.
—Joder, lo siento. —Me disculpé. La verdad es que debí consultar a David antes de decirle eso a la niña. ¿Y si David no quería que yo estuviera paseándome por su casa para llevarle el perro a la niña?, ¿y si no quería él traer más a la niña para ver a Shirly? o ¿y si lo que no quería era que nos volviéramos a ver más cuando esto terminara?. Un millón de dudas asaltaron mi mente en un segundo pero a decir verdad la cara de David no mostraba disgusto, desagrado ni mucho menos enfado si no sorpresa.
—No no, no te disculpes. Solo que… no sé… me ha sorprendido. Digo, no te has separado de Shirly en 12 años ¿De verdad estás dispuesta a separarte de ella los días que mi hija quiera pasarlos con ella?

—Sí… bueno, si tu quieres claro. A mí no me importa llevarla a tu casa para que la vea o si quieres dejármela cuando lo necesites… —No acabé de hablar cuando David cogió mi cara entre sus manos y, acariciando mis mejillas con sus pulgares, posó sus labios sobre los míos
de forma suave, como en un intento de callarme pero la risa de la pequeña en el fondo me hizo volver a la realidad que había perdido con aquel beso.
—David…, Ella… —Le advertí. Bastante espectáculo habíamos tenido que montar para hacerle olvidar a la niña aquel beso como para que ahora nos viera de nuevo.
—Esta bien, pero esta noche no te libras… —Susurró sonriendo cerca de mis labios. Una sonrisa involuntaria salió de mí y esos oyuelos que se le formaban a los lados de esa boca que tan loca me volvía no me permitieron contradecirle. Plantó un último beso a un lado de mi cabeza y fue a reunirse con su hija.
—Esta noche… —Suspiré antes de ir a reunirme con ellos…

«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»

Holaaa!!! aquí os traigo un nuevo CAP, la verdad sé que he tardado mucho mucho en escribirlo pero me he quedado un poco en blanco. No por ideas si no por no saber plasmarlas de la manera en que quiero siento que está empeorando un poco respecto al principio y quiero remontarlo de alguna manera. De todas maneras espero que os guste y espero vuestros coments 😘😘💕💕💕💕💕💕💕💕💕

CrumblingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora