¡Mierda! Ya llegaba tarde otra vez, menuda rachita llevaba. La noche anterior había salido con Gis para distraerme un rato y al final entre copa y copa acabamos volviendo a las 4 de la mañana. Si ya se liaba juntando solo a dos de nosotras no me quería ni inaginar la temporada de fiestas que me esperaba ahora que volvíamos a estar los 16. Sí, esta vez estaríamos todos y eso me tenía un poco (bastante) nerviosa. La quedada era a las nueve de la mañana y ya eran las diez menos cuarto, conociéndolo, él de seguro ya estaría allí y no sabía como reaccionar al momento de tenerlo cara a cara. Una parte de mí quería mantenerse al margen de todo lo que allí pudiera ocurrir entre nosotros, a ver si así yo misma entraba en razón y me daba cuenta al fin que había pasado tanto tiempo que él había cambiado y yo también y que ya no eramos los chiquillos enamorados de antes, pero otra parte de mí, quería ir allí y ser lo suficientemente valiente para enfrentarlo y poder cerrar todas esas heridas abiertas que ya eran hora de sanar. Aunque por suerte o por desgracia esa primera parte de mí era la que iba ganando y tenía que cambiarlo, ahora que tenía la oportunidad de cerrarlo todo no quería dejarla escapar. Entre pensamientos y miedos llegué a mi destino y, dando primero unas veinte respiraciones profundas, bajé del coche para hacer frente a lo que me esperaba ahí dentro. Con la mano temblorosa y tomando aún algunas respiraciones llamé al diminuto timbre que había al lado del gigante portón de la hacienda. No pasó ni un segundo antes de adivinar la figura de Rosa asomando por la puerta. —¡¡Laura mi niña!! ¡¡Que guapa estas hija de mi vida!! —Pero si nos vimos hace solo dos semanas Rosita jajaja. —Ayy mi niña pero es que estoy tan emocionada con todo esto que hoy todo lo veo bonito y encima no paro de llorar. —¡¡Oye!! ¿Como que «hoy todo lo veo bonito»? ¿Que pasa que el resto del mes soy fea o que? jajaja —Ni el resto del mes ni el resto del año, tú siempre esta guapísima miarma —Supe reconocer ese acento que tantas veces nos había halagado a todas nosotras. Incluso cuando te levantabas a las 6 de la mañana con la peor cara del mundo y sin un triste café en el cuerpo él siempre tenía algún piropo para echarte. —Ainss mi Manu ¡Qué te he echao de menos leche! —Le abracé efusivamente. En este momento los malos pensamientos que me acompañaban en la entrada se esfumaron. —¿Acabas de llegar y ya me estas poniendo los cuernos? —Se hizo el ofendido Alex acercándose a nosotros. —Tú no cambiarás nunca ¿verdad? Jajaja. Oye, ¿Busta no está contigo? —Ha ido un momento al baño, ¿por qué? —No nada es que es muy raro veros a los Zipi y Zape separados jajaja —Mentí. —Oye, antes de entrar yo también voy ir un momentito al baño ¿va? —Vale, nosotros te esperamos dentro reina —Dijo Rosa dándome un beso. En cuestión de segundos Rosa, Manu y Alex desaparecieron atravesando el jardín principal y yo salí en busca de Busta a los servicios, necesitaba verlo antes de entrar para tranquilizarme un poco. Quizás debí de haber preguntado a los chicos donde estaban los baños, llevaba un buen rato dando vueltas y lo único que había logrado era encontrarme más perdida que cuando entré. Giré la esquina del patio principal y llegué al principio de un pasillo larguísimo con un techo de cañon hecho de lo que parecian tallos de hojas y por los que entraba la luz, era precioso. Crucé el pasillo completamente y llegué al jardín central desde el cual, si mirabas hacia arriba, se veía un enorme y extenso balcón que cubría todas las paredes en las cuales había distribuidas muchas puertas alineadas como en el pasillo de un hotel, esas puertas debían ser las habitaciones donde nos quedaríamos el tiempo de grabar los documentales, lo cual sería unas dos semanas. De pronto oí una voz que parecía salir de un teléfono móvil y aligeré el paso para ver de donde provenía aquel sonido y poder encontrarme de nuevo con mis compañeros. Llegué a un invernadero que había en el jardín trasero y el corazón se me aceleró inmediatamente. Bisbal estaba sentado en uno de los bancos que había en el invernadero frente a una hermosa fuente. Estaba tan guapo... aún conservaba algunos de sus rizos que tanto lo caracterizaba, esos ojos marrones verdosos en los que tantas veces me perdí ahora tenían un rastro de tristeza que me encogió el corazón. Lo oí hablando por teléfono y supe el porqué de ese desánimo, estaba hablando con su hija, seguro la echaría de menos. —¡Que bien cariño! ¿y qué más habéis hecho? Desde luego su voz sonaba mucho mejor de lo que se veía su mirada. La voz de la niña sonó del otro lado del teléfono y David sonrío. —¡Qué bien mi vida! Bueno princesa ya te tengo que dejar, te quiero mi niña. La niña volvió a hablarle y después colgó el teléfono. Miró el teléfono fijamente sonriendo con nostalgia mientras lo acariciaba levemente y a mí me pareció volver a ver por un momento a aquel David de hace 15 años con carilla de niño y semblante risueño de siempre. Por un momento, que pareció eternidad, me perdí en él pero un susurro lejano hizo que volviera a la realidad encontrándome con una sonrisa boba dibujada en mi rostro. Cuando fui consciente del tiempo que llevaba allí escondida me sentí una entrometida y quise salir de ahí lo antes posible. Retrocedí, todavía un poco desorientada, y lo último que recuerdo es un desagradable ruido, un dolor agudo en la cabeza y la figura de David corriendo hacia mí mientras gritaba mi nombre. Y de un momento a otro... silencio. Ya no oía nada, no veía nada y lo único que sentía era sus brazos sosteniéndome contra su cuerpo... «»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»
Holaa! Creo que me he liado un poquito a la hora de descrivir el patio central, lo que yo quería dar a entender era algo más o menos parecido a esto:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Como prometí aquí teneis un nuevo capítulo. Ya se, menudo final de capítulo os he dejado pero algo de intriga ha de haber siempre ¿no?😜 Como siempre gracias por los ánimos e intentaré no tardar mucho en subir el próximo capítulo como con este. 😘💘 ¿Os está gustando?
