¿Podemos quedarnos en tu casa?

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1 mes después…

5 Junio, 2017

02:03

Me revolví en la cama tapando mis oídos con la almohada pero aquel maldito pitido no cesaba a mi lado.
—¿Se puede saber quién llama a las 2 de la madrugada a alguien? —Maldecí intentado encontrar mi móvil sin necesidad de encender la luz. —¿Sí? —Descolgué mientras encendía la luz de mi mesilla para despertarme un poco.
—¿Laura? —Su voz al otro lado fue todo lo que me hizo falta para espantar todo el sueño de golpe.
—¿David? ¿Qué pasa por qué me llamas a estas horas? —Algo grave debía de haber pasado para que él me llamara un Lunes a esa hora de la madrugada.
—¿Podemos ir a tu casa? —Su voz sonaba muy preocupada y eso me hizo alertarme más aún.
—¿Podemos?
—Sí, yo y Ella.
—Por supuesto, pero que ha pasado David me estás asustando
—Te lo explico mejor cuando llegue ¿vale?
—Está bien, pero ten cuidado por favor… es muy tarde…
—Claro que sí mi niña, te quiero. —Y colgó. Ese último "te quiero" me había dejado descolocada pero la voz preocupada de David al otro lado de la línea no me dejaba pensar en otra cosa. ¿Estaría soñando todavía? Cogí el despertador y miré la hora antes de ir al salón. No sabía donde estaba David ni cuanto tardaría en llegar pero sabía que la espera se me iba a hacer eterna…

02:30

Llevaba ya cerca de media hora esperando sentada en el sofá y David no aparecía pero antes de coger el móvil para volver a llamarle un sollozos que venían del exterior me hicieron abrir la puerta de mi casa encontrando a David caminando en mi dirección con su niña en brazos.
—David por Dios ¿que ha pasado? — Pregunté nada más cerrar la puerta tras él. Vi que Ella estaba llorando y mis nervios no hicieron más que aumentar.
—Mira mi vida ¿te acuerdas de Laura? —Le pregunto David a su hija. La niña se limpió algunas lágrimas y asintió lentamente mientras bostezaba.
—Si… la conocí cuando cantasteis juntos con Rosa… —Dijo refiriéndose a los ensayos de OT el reencuentro.
—¿Y te acuerdas que me dijiste que te caía muy muy bien y que querías volver a verla? —La peque asintió con una leve sonrisa de vergüenza de que su padre hubiera confesado eso en frente de mí. —¿A ti te gustaría que nos quedáramos unos días aquí con ella? —Esto último lo dijo mirándome a mí, supongo que pidiendo permiso. Fruncí el ceño sin entender a qué venía eso pero sentí levemente en señal de que no me molestaba hacerme cargo de Ella si lo necesitaba.
—¿Y me cantarás como la otra vez Laura? —Me preguntó la niña cogiéndome de la mano. El verla allí tan indefensa, con los ojitos rojos después de haber llorado y cogiéndome la mano de aquella manera me hizo un nudo el corazón.
—Por supuesto mi vida. —Dije agachándome a su altura y colocaba un mechón de pelo tras su oreja.
—Entonces me quedo aquí con Laura. —David y yo nos miramos y sonreímos por la respuesta de Ella. La pequeña volvió a bostezar y vi la oportunidad de quedarme a solas con David para preguntarle que ocurría.
—Ella cariño ya es tarde ¿por qué no vas donde te diga Laura y te pones tu pijama para dormir?
—Pero yo quiero quedarme con Laura.
—Mira amor hacemos una cosa —Dije captando su atención. —Tu te vas a la cama y cuando yo termine de hablar con papá una cosa de mayores voy a verte ¿vale?
—Val… —Un bostezo la cortó antes de
que terminara la palabra. Cogí en brazos a la hija de David y la llevé a la habitación que estaba justo al lado de la mía. Abrí su pequeña mochila y saqué su pijama. Cuando se lo puse y la metí en la cama le di un beso de buenas noches y salí en dirección al salón dispuesta a hablar con David.
—¿Y cómo está? —Preguntó Bisbal al teléfono. Una voz sonó del otro lado y un suspiro de alivio salió de él. —No, Ella ya está dormida. No te preocupes estamos en un hotel.—Mintió  —Vale, mantenme informado hermano. Adiós… —David colgó la llamada y suspiró frustrado pasandose una mano por la cara.

—¿Qué ha pasado David? —Pregunté cuidadosamente sentándome a su lado.
—Elena a tenido un accidente de coche.
—¿Qué? —Me llevé una mano a la boca sin poder creer lo que oía. Pobre Ella, por eso venía llorando camino a casa.
—Ella me ha escuchado hablando por teléfono y por eso estaba llorando así. —Dijo como si me hubiera leído la mente.
—Lo siento tanto David… —Fue lo único que acerté a decir.
—No te preocupes, me acaba de llamar Ito que ha ido al hospital por mí y me ha dicho que está estable. Se recuperará, no sé cuando pero lo hará…
—Ve si quieres.
—No hace falta de verdad…
—Enserio David. A mí no me importa para nada quedarme con Ella, así que si a ti no te importa dejarla conmigo puedes ir al hospital a verla.
—Claro que no me importa. —Dijo inmediatamente.
—Entonces solucionado. Es la madre de tu hija, debes ir a verla e informarte de como está. Yo me quedo cuidando de Ella y no te preocupes que cuando despierte ya la entretengo yo con algo.
—Muchas gracias Laurita… —Dijo acariciando mi mejilla. David me besó, pero lo que empezó siendo un beso tierno de agradecimiento se volvió de lo más pasional cuando nuestros cuerpos reconocieron al otro después de más de un mes sin vernos. Nos separamos apenas dos segundos para recobrar el aire pero no tardamos ni uno en volver a unir nuestras bocas. este mes entero sin verlo había sido todo un infierno. Pero nuestra burbuja se rompió cuando un llanto procedente de la habitación nos hizo separarnos. Fuimos corriendo al cuarto donde se encontraba Ella y la vimos sentada en la cama llorando llamando a su madre. En cuanto nos vio aparecer por la puerta salió corriendo de la cama y se abrazó a mis piernas como si fuera su bote salvavidas. David se agachó a su lado y le acarició el pelo hasta que se calmó un poco.
—Mi vida quieres que me quede aquí contigo.
—No, yo quiero dormir con Laura. —Dijo sofocada en llanto. David me miró y yo cogí a la niña en brazos.
—Vente conmigo mi niña. Ahora nos vamos a ir a mi cama que es más grande y nos quedamos allí juntas mi amor, ya veras como te gusta esa cama más que esta.
—¿Y mi perrito?
—Ahora te lo trae papá. —Llegué a mi habitación y me acosté con Ella a mi lado. David entró con el perro de peluche, se lo dio a su hija y depositó un beso en su frente antes de darle las buenas noches. Ella le devolvió la misma frase y abrazándose a mí se fue quedando dormida de nuevo. Nos quedamos en completo silencio, yo echada en la cama y David sentado en el borde, hasta que se durmió del todo. Aproveché entonces para salir y despedirme de David.
—David no lo pienses tanto, echa de menos a su madre por eso me a abrazado a mí y no a ti, porque soy mujer y le recuerdo más a ella. —Le confirmé al ver lo pensativo que estaba.
—¿Seguro que no se ha enfadado conmigo?
—¿Por qué se iba a enfadar tu hija contigo?
—No lo se ¿pero has visto como ni siquiera me ha mirado?
—Qué no te preocupes, seguro es lo que te he dicho. Y te lo digo como profesional porque no sé si recuerdas pero soy educadora infantil. —Bromeé intentando sacarle una sonrisa. Sonrió de medio lado e inevitablemente sonreí yo con él.
—Intentaré tardar lo menos posible ¿vale?
—Ok, ten cuidado por la carretera. —Dije arreglando su pelo que lo tenía todo alborotado.
—Que sii mamaa, auuch. —Se quejó del golpe en el hombro que le di. —Te quiero…
—Yo también te quiero rizos. —Algo dentro de mí se removió al llamarle así después de tantos años, pero decidí ignorarlo. Lo besé una última vez y cogiendo su chaqueta se marchó camino al hospital.

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Bueno ya va quedando poquito para terminar la fanc y quería decir algunas cosas, en primer lugar como ya dije una vez si alguien quiere que haga algún flashback de algún momento en concreto solo tiene que pedírmelo y si puedo lo haré encantada, en segundo lugar quiero que me digáis si queréis que meta algúnos flashback más entre la historia para hacerla más larga o para tener así más momentos Chebis, en tercer lugar si hay alguna idea de como queréis que acabe la historia o algo que ocurra entre ellos decírmelo (El final ya lo tengo pensado como quiero que sea más o menos pero me gusta tenerlos en cuenta ya que esta historia va especialmente para vosotros) y por último muchass gracias a todos como digo siempre espero que os guste el cap. ¿Qué pensais de la historia hasta ahora? 😘😘😘💕💕💕💕💕

CrumblingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora