Epílogo I

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3 años después…

18 de Diciembre de 2020

-¡¡Ellaaa!!

-¡¡Tío Bustaaa!! -Ella salió a correr escaleras abajo, con un gorro de navidad tan grande que casi no le permitía ver, y se tiró en plancha hacia Busta.

-¡Feliz Navidad mi niña!

-¡Feliz Navidad tío! ¡Mira que gorro tan bonito me ha regalado el tío Manu!

-Tu tío tan acertado cómo siempre con las tallas.

-¿Es qué tu podrías haber hecho algo mejor Bustamante? -Manu entró del jardín vestido con un traje de Papá Noel gigante. Busta se echó a reír tirándose de espaldas al suelo con Ella encima.

-¡Míralo Ella! ¿¡No me digas que tu tío en vez de Papá Noel no parece el Muñeco Michelín navideño!? -Mi hija se contagió de la risa de David y se quedaron tirados los dos en el suelo con lágrimas en los ojos de tanto reír.

-Bisbi, de verdad qué no sé cómo dejas a tu hija juntarse con semejante espécimen de ser humano. -Dijo Manu aguantando la risa que siempre le provocaban las bromas de Busta aunque intentara disimularlo.

-Ni yo mismo lo sé hermano jajaja. Ahh, y tú no te rías tanto tocayo -Dije refiriéndome a David -que hay otro "Michelín Navideño" para ti. -Le advertí a Busta, quién dejó de reír al momento.

-¿Que? Venga hombre no me jodas -Dijo tapando los oídos a mi hija que aún seguía sentada sobre él en el suelo.

-Cosa de las chicas -Dije encogiéndome de hombros resignado.

-Tío ¿dónde está la prima Dani?

-En el jardín mi niña, corre a jugar con ella. -Ella salió corriendo en busca de su prima. Busta se acercó a la barra de la cocina y empezó a meter mano a todos los platos que encontraba en el camino.

-Tío deja de picar ya que cómo Laura te vea te vas a enterar, lleva unos días que buff. -Dije moviendo las manos en el aire. Laura llevaba unos días que lo mismo lloraba que reía, se alegraba que se enfadaba…

-Si es que ya te vale… ahora a aguantar hormonas otra vez por tu culpa.

-¿Mi culpa?

-Hombre no, haber si te crees que mis sobrinos se hacen solitos.-Dijo haciendo gestos extraños con las manos. Lo miré sorprendido por la habilidad que había tenido para adivinarlo, otra vez. -No me digas que esta vez no lo sabías -Dijo llevándose una mano a la cabeza.-Bueno… Tú mejor sube a buscar a tu Laurita y a los pequeños terremotos, para cenar de una vez ¡que tengo un hambre que flipas! -Dijo intentando librarse del marrón. Metió la mano en el plato de jamón unas tres veces más y salió casi corriendo al jardín, a reunirse con nuestros demás compañeros de OT que habían venido con sus respectivas parejas e hijos a cenar por Navidad.

Mientras subía las escaleras camino a mi habitación pensé en cuanto había cambiado mi vida en tan poco tiempo. La relación con mis compañeros había vuelto a ser tan buena, e incluso más, que cuando estábamos en la academia, mi carrera iba mejor que nunca gracias al equilibrio que había podido hacer entre ésta y mi vida personal, cosa que me hacía disfrutar mi carrera mucho más, y mi familia… pufff, cómo explicarlo con palabras. Mi Laura, esa era la razón de todo esto. Hace 18 años entró a mi vida revolviendo todo a su paso y 15 años más tarde lo volvió a hacer, pero esta vez para siempre. Laura, Ella y…

-Iván, Dani, venga arriba amores… que ya están aquí los titos y los primos… -Escuché a Laura susurrar desde nuestra habitación. Laura, Ella y ahora los dos mellizos de la familia. Esos pequeños terremotos, como los llamaban sus tíos, que intervinieron por sorpresa hace tres años en la familia ahora eran los culpables de la mayoría de trastadas que ocurrían a diario en esta casa. Daniela e Iván , mis dos pequeñas debilidades… si con Ella ya era difícil no sucumbir a sus encantos a la hora de castigarla con estos era aún peor, y parte de culpa era el gran parecido a su madre. Esos ojillos achinaos y esos hoyuelos que tan loco me volvían hacían conmigo lo que querían… ¡Y ahora los tenía por partida triple en madre e hijos! Y Ella… ¿Dónde dejarme a esa ratona que día tras día seguía dando tanta luz a nuestras vidas? Nunca podría arrepentirme de haberme separado de Laura aquel 2005 pues de ser así no tendría a mi niña conmigo. Con 10 años ya cumplidos aquella energía de siempre y esa inocencia que tanto la caracterizaba no había hecho más que aumentar, eso sí, su papel de hermana mayor lo tenía más que bien aprendido jajaja, era encantador ver cómo cantaba o arropaba por las noches a sus hermanos antes de dormir. Desde que nacieron, como era de esperar, Ella no se quería separar de ellos un momento y cada vez que le tocaba ir a dormir con Helena se las apañana para librarse y quedarse en casa, y parte de culpa la tenía Helena que al recuperarse del accidente se dedicó a recuperar todo su trabajo perdido olvidandose por completo de Ella haciendo que se encariñara aún más de Laura, si era posible que la quiesiera más, que fue quien la cuido como si de su verdadera madre se tratase. Y así,  mes tras mes, al fin acabamos consiguiendo su custodia total. Afortunadamente mi hija estaba tan ilusionada con sus nuevos hermanitos que casi no prestó atención al abandono de su madre. Pero bueno basta de pensar en cosas malas, si lo pensaba bien realmente la calidad de vida de mi hija no había hecho más que aumentar gracias a que Laura se había encargado de darle definitivamente mucho más de lo que mi niña había recibido anteriormente en casa de su "madre". ¡Ya casi hasta le llamaba mamá ella también! Y es que Laura nunca había hecho ninguna diferencia entre Ella y los mellizos y siempre presumía de Ella como su hija mayor delante de todos, cosa que no podía llenarme más de orgullo. Me asomé con cuidado al interior de nuestra habitación y su voz inundó mis oídos.

-Fue un abrazo de tu amor con guantes… con sonrisas que me regalabas… y el saber que sin ti no soy nada… - Entré despacio tratando de que no me oyera y la abracé desde atrás.

-Yo estoy hecho… de pedacitos de ti, de tu voz, de tu andar… de cada despertar, del reír, del caminar… de los susurros de Abril, del sentir, del despertar… y aunque la noche fue gris del saber que estoy hecho de pedacitos de ti… -Laura se dejó mecer en mis brazos mientras yo cantaba en su oido la canción que segundos antes estaba ella estaba cantando a los niños. -Sabes que si les cantas así solo lograrás que se vuelvan a dormir ¿no? -Dije sonriendo mientras la abrazaba más fuerte contra mí. Ver a Laura como madre era simplemente lo mejor del mundo.

-Ya, pero si su papá no se pegara el día entero imitando al "tito Orozco" no tendría que cantarles la misma canción cada dos por tres rulos. Oye, ¿y la niña?

-Aquí en la cama. -Dije bromeando.

-Déjate de tonterías sabes que hablo de Ella, ¿no la habrás dejado irse sin tomarse la medicina del resfriado?

-Que nooo supermamaa.

-No te burles de mí. -Me dio un pequeño golpe, sonriendo, en el brazo que rodeaba su cintura. Nos quedamos allí abrazados sin decir nada unos cuantos segundos, solo viendo cómo dormían nuestros pequeños que se negaban a despertar para bajar con los demás.

-No me digas que no son lo más perfecto de este mundo. -Dije embobado.

-Sí que lo son… -Suspiró ella. La miré de lado y me acordé de la conversación de abajo con Busta.

-Oye amor, Busta me ha dicho antes abajo una cosita que me gustaría que me aclararas. -Dije girándola en mis brazos para mirarla de frente. Miré el nerviosismo reflejado en sus ojos y esa sonrisa baja y supe la respuesta a mi pregunta antes de verbalizarla. Era el mismo nerviosismo y la misma sonrisa nerviosa que había visto tres años antes en aquel parque que cambió mi vida para siempre. -Entonces… ¿es verdad? -Por más que intentara no podía esconder la enorme sonrisa que se había formado en mi rostro y que casi sobresalía de la habitación.

-Sí… -Dijo tímidamente. -Le prometimos a Ella al menos tres hermanitos ¿no? -Quise aguantar las ganas de hacerlo pero no pude evitar cogerla en brazos y besarla con todas las ganas que se había formado en mi interior a causa de la ilusión que recorría mi cuerpo en ese momento. Mi reacción pareció sorprenderle un poco pues al bajarla se alejó de mí para verme con claridad.

-¿Te hace ilusión?

-¿¡Que si me hace ilusión!? ¿¡Pero cómo no me va a hacer ilusión tener otro hijo contigo chiquilla!?

-No sé… es que entre Ella, los mellizos…

-Y el perro ¡no te digo! Jajaja. Laura por Dios a mí me haría ilusión tener ¡hasta 30! hijos contigo mi amor… -Se lanzó a besarme sonriendo y el verla relajarse me hizo disfrutar más el momento.

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Siento dejaros aquí pero el cap se estaba haciendo muy largo, pero tendréis la continuación muy muy pronto porque ya está escrita. Miles de gracias de verdad a todos los comentarios del último capítulo, de verdad me encanta cuando me escribis algo y me hacéis sentir que de verdad os gusta y que queréis que siga escribiendo. Os quiero muchoo y espero que os guste el principio del epílogo 😘😘💗💕💜

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2017 ⏰

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