Todos a la fiesta

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Narra Barbie

(...)

Me adentre al instituto sin más nada que hacer, con mi mochila y mi teléfono en mano. Llegue hasta mi casillero y lo abrí. Una mano reposo encima de este.

-Hola preciosa.-Me gire y vi a un chico de cabello rubio largo y ojos verdes.

-¿Que quieres?-Respondí poniendo mis brazos en jarras.

-Muy ruda la niña, así me gustan.-Levanto sus cejas y se acerco.

-Mira, te advierto que puta y zorra no soy asi que vete de aqui ahora mismo si quieres conservar tu amiguito.-Se carcajeo para luego acercarse más y poner su mano en mi mejilla.

-Las chicas como tu son tan hermosas que me dan ganas de arrancarle la ro....-Le di una patada en su entrepierna y luego le di un puñetazo en la mejilla y  cayó al suelo.

-Yo no soy todas las chicas que están babeando por ti así que alejate de mi.-Los chicos se me acercaron y me alejaron del chico. Káiser lo tomo por la camisa y lo levanto un poco del suelo.

-La vuelves a tocar, hablarle, respirar cerca de ella y verás lo que te va a pasar. ¿Me has escuchado Tony?-Este asintió tomándose su amiguito. Empuje a los chicos que me aguantaban y camine hasta mi mochila tirada en el suelo, la tome y salí del instituto. Luego me di cuenta que habían muchas personas a nuestro alrededor. Me adentre a la casa, tire la mochila en el sillón y me tire encima de un chico nuevo que llegó ayer por la marrugada al campus.

-Hola Michael.-Este se removió para luego yo quedar prácticamente encima de el viéndolo a la cara.

-Hola Barbie.-Me levante y camine hasta la cocina. Abrí mis ojos como platos al ver todo el reguero de platos en el fregadero.

-¿¡Michael!?-Este apareció rápidamente.-¿Podrías ayudarme?-Un tic en el ojo derecho y este entendió mi enojo.

-Claro.-Se acerco y comenzó a fregar todo. Luego me cayo un canto de comida en la cara.

-¡¡Michael!!-Escuche su carcajada, me acerque y tome un poco de agua y se la tire en el cabello. Su cabello rizo se exponjo. Luego nos quedamos mirándonos. Se acerco cerró los ojos y igual lo hice. Luego sentí agua cayendo por todo mi cuerpo. Abrí los ojos y este salió corriendo rapidamente.-¡Idiota!-Grite y corrí detrás de él sin detenerme. Me resbale con algo que había en el suelo y cuando me levanto los cuatro chicos me miraban con diversión. Camine dos pasos hacia adelante y un cubo lleno de pintura, carne de vaca y polvo cayó encima de mi. Me quedé parada con los ojos cerrados, luego los abrí y los chicos estaban mirándome.

-¿Lo sentimos?-Sonreí sarcastica.

-¡Oh claro que los perdono!-Dije enfadada.-¡Están de idiotas hoy!-Grite sin control.

-Hoy habrá una fiesta de antifaces,  ¿Vas a ir?-Sonreí pero me puse sería al darme cuenta que aún estaba molesta con ellos.

-Ire si me ayudan a escoger el traje y el antifaz.-Bufaron y aceptaron.-De aqui no salen si no limpian este reguero.-Asintieron y yo subí rápidamente para ducharme mientras ellos limpiaban.

(...)

-¿¡Están locos!?-Los chicos me enseñaron tres trajes para putas.

-¿Que? Son hermosos, sexis y un poco escotados como lo pediste.-Rodé los ojos.

-¡¡Pero me llegan casi a la cadera de cortos!!-Negaron.

-Son pequeños en los ganchos pero cuando te los mides llegan a la rodilla. Ya lo comprobamos.-Levante una ceja.

-¿Asi como lo hicieron?-Todos miraron a Gabby.

-Yo me medio uno en la tienda y si, realmente te levantas el trasero y te ves super mega sexi.-Me carcajee con la posesión de diva que puso.

-Bueno, me los medire pero que quede claro si no me gusta ninguno me tienen que comprar otro.-Asintieron y me tendieron los tres trajes y los tres antifaces.

Uno era color vino muy bonito y era como los chicos me dijeron hasta la rodilla.El otro era blanco pero de dos piezas. Me gustó más que el primero literalmente y el antifaz estaba super bello.El tercero era abierto al frente, de color crema y es un poco más sencillo, el antifaz era de color plata con perlas bellas. Me puse el último ya que el antifaz era el más bello de todos y pegaba supermer mega brutal.

Salí de la habitación despues de ponerme mis tacones negros y baje las escaleras. Los chicos me estaban esperando enfrente de las escaleras, estos abrieron sus bocas.

-Calladitos se ven hermosos ahora vamos.-Sonreí y salimos de la casa para ir directamente a la fiesta.

¡NO SOY UNA MALDITA PRINCESA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora