Venganza.

1.4K 106 1
                                    

(...)

Narra Barbie

Me acomode en la habitación de Camila y Hailey. La zorra me permitió quedarme si no les hacia ninguna broma.

-¿Y bien? Cuéntanos, ¿que sucedió con Tony el chico sexi y mujeriego?

-No quiero hablar sobre eso.-Dije bajando la cabeza y sosteniendola con mis manos.

-Quiero ahorrarle el que se suicide y matarlo.-Dijo Camila haciendo que levantará mi cabeza.

-Oye, ¿por que no le hacemos una broma a Tony y su maldita fraternidad?-Me miraron con una sonrisa llena de malicia.

-Primero descansa, tus heridas en los nudillos aun no sanan y tu no estas actualmente bien emocional y la venganza podría salir un tanto... peligrosa.-Asentí y me acosté mirando el techo.

Recuerdo su propuesta cuando me pregunto si quería ser su novia. Y ahora que lo pienso sus ojos decían la verdad, ¿o solo estaba ilusionada con él y que todo iba a ser hermoso?

-¿En que piensas Barbie?

-Solo estoy pensando en como me pidió ser su novia y como... como me hizo sentirme especial. Yo... pensé que todo era real y que el me amaba... pero no lo es y yo... yo salí lastimada de nuevo...-Me senté en la cama y vi el gesto de dolor en el rostro de las chicas. Mis ojos se llenaron de lagrimas.-Estoy tan destrozada... confíe en él y salí lastimada. ¿Como pude haber confiado en un chico? Yo... soy una estúpida.

-Oye Barbie.-Miramos a la puerta y ahí estaba la zorra.-Se que Tony te hizo daño y yo también lo hice. Pero no llores por favor.-Se acerco a la cama y se sentó a mi lado. Tomó mi mano entre la suya y me miro a los ojos.-Se que fui una completa perra cuando te conocí pero, ¿sabes? No llores por él, al menos no por ahora. Tienes que estar consciente que todos sufrimos demasiado. Así que tranquila, todo estará bien.-Me abrazo y se lo correspondí no tenía ganas de pelear con nadie justo ahora. Se separó.-Aunque si te sigo odiando un poquito pero estas mal y no quiero doblegar te el sentimiento de culpa.-Sonrió.- ¡¡Chicas vengan aquí!!-Todas las chicas de la hermandad que en realidad eran como cincuenta se adentraron a la habitación.-Hoy nos toca levantar a una soldada caída. Y lo haremos como se debe hacer siempre. Hagan lo necesario para que Tony se arrepienta. Y si se tiene que arrepentir tienes que verte fabulosa y darle celos. Ahora, ¡¡manos a la obra!!-No puede ser.

Las chicas comenzaron a sacar mi ropa olgada y tirarla en un contenedor de basura, colocando faldas, tacones altos, camisetas a mitad de ombligo pero lo raro es que no eran de color rosa, eran de distintos colores, eran de mi estilo. Algunas me tintaron las puntas del cabello de rubio, me dieron una pedicura y una manicura. Me obligaron a usar maquillaje todos los días, cosa que nunca hago pero si tenía que hacer sufrir a Tony lo haría de una manera mala.

(...)

Todos y cuando digo todos nos miraban sorprendidos. Hoy era el día en que cambiaría por completo.

No tenía tanta ropa corta en si. Hoy llevaba una falda con un poco de vuelo hasta mirad de muslo color negro, un crop top negro y unas botas del mismo color. Mi cabello estaba suelto y milagrosamente peinado. Mis uñas estaban pintadas por primera vez en siglos.

-¿Barbie?-Me gire y mire a Tony. Este me miraba con el ceño fruncido.-¿Que diablos traes puesto?

-Algo que no te interesa Tony, no estamos juntos.-Camine pero este me tomo del brazo.

-Tenemos que hablar.

-Oh lo siento Tony, pero Barbie va a estar muy ocupada hoy y todos los días.-Anton un chico popular de la hermandad de los niños ricos. Rodeo mis hombros con su brazo y yo sonreí. Tony levanto la ceja.

-Te dejo un día y al siguiente tienes otro.

-Te recuerdo que no fuiste tu el que termino la relación, adiós Tony.-Me gire con Anton aun rodeando mis hombros y camine a mi aula con suma tranquilidad.-Ya puedes quitar tu brazo Anton me incomodas.

-Aun nos sigue viendo.-Me pare frente a Anton y lo bese. Mire en dirección donde estaba Tony y ya no estaba.

-Ya no nos ve, esfumate.-Este sonrio y se fue. Entre al aula y me senté esperando a que todos entraran. La puerta del aula se cerro con fuerza y mire en esa dirección. Tony.

-¿¡Que diablos te sucede Barbie!? ¿¡Lo besaste en serio!? ¡Eso me dolió!

-Te recuerdo que tu me engañaste y no con una si no con muchas.

-¡¡Ya deja de recordarme lo que hice!! ¡¡Me arrepiento de todo en serio!!

-No te creo Tony,  deja de mentir. Sabes que disfrutaste a las chicas una por una mientras yo vivía enamorada del principe azul que no hiere a nadie. Pero que lastima que ese principe azul solo era un maldito monstruo.

-Ya veo por que no te gusta ser la primcesa del cuento. Terminas prostituyendote cada vez que te lastiman.

-¿Prostituirme? ¿Yo? ¿Acaso soy tu? Uhhh eso tuvo que doler.

-Deja de hacerte la fuerte Barbie, sabes que con unas cuantas palabras bonitas te tengo a mis pies.

-Que lastima que seas tu el que este detrás de mi de nuevo y no yo. ¿Quien te busco? Por que no fui yo.-Este se me acerco y no tuve miedo. Me levante y me enfrente a él.

-Eres una perra.

-Por lo menos no soy tu. Que lastimas a todos a tu alrededor. Lastimas a los que alguna vez te amaron y luego te arrepientes cuando te hacen lo mismo.

-Te equivocas.

-¡No tu lo haces!

-¡Deja de creerte la fuerte por que por dentro estas podrida al igual que los cuerpos de tus padres en Japón!-Abrí mis ojos como platos. Le di un puñetazo tan fuerte que giro su rostro. Parpadee muchas veces esperando a que las lagrimas se fueran a otra parte del mundo menos caer por mis mejillas.-Barbie.

-¡Callate! ¡¡No quiero escucharte!! Recuerda lo que te diré, el día que nos volvamos a ver el que estará tan podrido que no podrá dejar de llorar cuando me vea serás tu.-Lo empuje.-Ese día será el mejor día de mi vida. Te veré podrido como tu dices que están mis padre muertos. Pudrete maldito imbecil.-Pase por su lado casi corriendo y salí del aula.

¡NO SOY UNA MALDITA PRINCESA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora