¿Me dices que toda esa mierda de la dimensión desconocida eran juegos pirotécnicos? - Josh cuestiona la excusa más incoherente pero la única que se me ocurrió para que olvide la noche de ayer.
-Juegos pirotécnicos socio. Ya sabes, sectas que no se quedan quietas, van por aquí y por allá reclutándo gente con cosas como juegos pirotécnicos y entretenidos panfletos satánicos, cosas por el estilo y así...- que ya no pregunte que ya no pregunte que ya no pregunte.
- Si claro que lo sé. Sectas y juegos pirotécnicos, Lea eso es tan lógico. - y pues bueno, Josh no suena muy convencido como me propuse dejarlo.
A la mañana siguiente de los power rangers jugando a las luchas en el parque con unos tipos rudos, me topé con Josh de camino al trabajo y fuimos a una cafetería. Tuve que enviar primero a Sarah para evitar que se enterara que anoche casi me matan los "hombres de negro".
No estoy segura de que lo de los juegos pirotécnicos sea una teoría convincente para el cobarde de Josh pero, ¿qué otra cosa podía decir yo?
Estimo que narrarle la historia verdadera habría sido mucho menos creíble que la que le inventé. ¿Quién se creería la historia de cinco chicos mercenarios con armamento ninja? Simplemente quise prevenirle una enredadera de aseveraciones al pobre e ingenuo chico.
-Qué lástima, entonces eso quiere decir que salí corriendo como gallina loca miedosa de un montón de fuegos artificiales. Vaya eso sí que es triste, ¿no crees? - habla Josh
-Bastante triste gallinita - contesto y le doy un sorbo a mi café. -pero créeme, fue lo mejor - y le doy otro sorbo al café intentando evadir su mirada.
-¿por qué lo dices? - pregunta.
-... aam, pues porque de no haber sido así, hoy habría despertado en tu cama o tú en la mía, y no hablo precisamente de una pijamada, socio - otro sorbo a mi café, y sé que fui muy directa.
Él observa cada detalle de mi rostro mordiéndose el labio inferior con una mirada interrogante. Se detiene justo en mi boca y espeta:
-¿Así que sí te habrías acostado conmigo? - cuestiona con perversión.
Me apoyo sobre mi costado en la barra donde estábamos desayunando.
-¿Así que sí me habrías propuesto acostarme contigo? - respondo con otra pregunta pero yo lo hago sin insinuaciones de ninguna índole, especialmente sexual.
-Pues... - me mira como si todo fuera tan obvio para los dos - eres una chica guapa e inteligente y tienes pinta de disfrutar del sexo. Lo cual no juzgo sino admiro. Digo, no te ocultas tras la mojigatería para ser sexy. - concluye con una sonrisa que inspira confianza.
- ¿En serio soy tan predecible respecto a eso? - comienzo a reír y entonces lo miro - salgo a la 12, ven por mí a esa hora, si quieres -
Dejo el dinero sobre la mesa y me despido de Josh con un apretón de manos. Él me mira, traduciendo exactamente mis palabras y la última mirada que le dediqué cuando salía de la cafetería.
***
Cuando dejé el bar en el que los chicos se presentarían hoy, efectivamente Josh me esperaba afuera. Traía un cigarrillo prendido entre sus dedos y la otra mano metida en el bolsillo de su chaqueta negra.
En ese momento, no había rastro en él de aquel chico que salió corriendo del parque hace menos de 12 horas.
Ahora él era igual al básico espécimen malo que esconde sutileza y dulzura en sus adentros. Mis gustos extraños coincidían con ese sujeto a cinco metros de distancia.
Y no, no me estaba enamorando de él, ocasionalmente se trataba de un gusto sexual y ya está.
El resto de la historia de este día podría traducirse en conducir durante veinte minutos hasta su apartamento que queda a dos pisos del mío, beber trece cervezas, fumar 5 gramos de marihuana y tener sexo bajo los efectos del alcohol y las drogas.
Josh no era el tipo que forma un vínculo temprano con la gente que se topa. Y me encantó concordar en eso con él.
Luego del sudor y los vacíos gemidos, terminamos recostados, con las sábanas revueltas en nuestros cuerpos mojados, riéndo, recordando y olvidando juntos. Como si lo que acababa de suceder fuese un juego de niños que concluye con un "fue genial nos vemos mañana y continuamos".
Estoy sumamente consciente de que, en teoría, mi imagen ahora mismo se circunscribe a la de una mujer carente de emociones y sentimiento.
Esa que vive sus pasiones pero no es esclava de ellas. Solo las deja ir, con el ritmo del viento hasta que desaparecen y otras nuevas renacen.
¿Y qué?
No hay maldad en mis acciones. No hago lo que hago para causar o para causarme daño.
Josh lo entendió de manera precisa. Y yo entendí que lo entendió.
-¡Maldición tengo que ir al bar!- miro el reloj y me doy cuenta de que en 53 minutos debo estar acomodando los micrófonos de Louis y Niall para que toquen en el bar gay.
- ¡Oye espera!- Josh me sujeta de la muñeca justo antes de que deje la habitación. - Necesito un favor Lea- pide.
-genial, ¿qué quieres? -
-no es dinero ni esfuerzo físico holgazana-
-¿entonces? - lo miro con los ojos entrecerrados.
- tengo que ir a tomar unas fotografías al museo de arte moderno del centro, y no quiero ir solito- lo pide con cara de dolor, desgraciado.
-Josh no quiero estar rodeada de gente enfermiza posmoderna, por favor - refunfuño.
-Juro que solo serán unos minutos, nada más. ¿Qué dices, socia? - sonríe enseñando todos los dientes.
-Digo que me debes una, socio - le sonrío y me deshago de su agarre. - ¡Adiós Josh, rasúrate un poco para la próxima! - le grito desde la estancia, tomo una manzana verde de la mesa y entonces abro la puerta.
Habrías salido por la ventana, Lea tontita.
Niall estaba ahí, a punto de subir por las escaleras al otro piso del edificio.
No creo que de buenas a primeras él vaya a pensar que acabo de salir teniendo sexo con alguien a quien prácticamente acabo de conocer, ni que estoy un poquito drogada o un poquito alcoholizada. Así que lo abordo con la mayor naturalidad que puedo aparentar en esta situación.
-¿y tú qué haces aquí, estulto? - interrogo en su dirección mientras cierro la puerta del apartamento de Josh.
-aam... pues vine a dejarle a Sarah su celular, lo olvidó en el bar- contesta.
-¿su celular? Pero si Sarah jamás olvida nada y mucho menos su celular, qué raro ¿no?-
-si bueno ya entendí, qué perspicaz.
En realidad vine a hablar contigo Lea- contesta Niall.
-¿y de qué se supone que quieres hablar? - comienzo a bajar las escaleras del edificio, adelantándome a él.
-Sabes bien de lo que quiero y necesito hablarte. Y no te hagas la que no te importa, hoy no me dirigiste la palabra en todo el día, y cuando te pedí que me des tu opinión de mi sólo de guitarra tu solamente dijiste 'muy bien, duendecillo", y te fuiste -
-¿pues qué más querías que te dijera, duendecillo? - salimos del edificio, y cuando estoy a punto de darle otro mordisco a mi jugosa manzana, Niall se adelanta y se coloca al frente de mí impidiendo que siga mi camino.
-ahora quiero que me digas qué es lo que te molesta Lea y, también me gustaría que no me llames duendecillo sólo porque soy irlandés- pide.
Lo observo mientras mastico un trozo de manzana.
-... ¿prefieres 'elfo amarillo'? -
-Lea - dice en tono de súplica.
-Está bien. Lo que me molesta, Niall, es que en todo este tiempo que he invertido en ti, no hayas aprendido a confiar en mí como para no darme indicios si quiera de que eras un... luchador encapuchado o algo así. Yo te he confiado partes de mi vida que no se las he contado a nadie más, porque creo que ya conoces lo extraña que puedo ser con la gente. Me molesta, Niall, que no pudiste darme una explicación mínima de qué ocurrió anoche cuando casi muero a tu lado, cuando casi mueres a mi lado - explico indignada y parece que esta última parte le ha causado gracia por que ríe un poco y para abruptamente, como deduciendo que es incorrecto.
-y ahora lo que te digo te parece un chiste, ¿para eso viniste eh idiota? - digo aun molesta.
-no Lea, por Dios. Quise venir a explicarte. Bueno, lo que esté a mi alcance de explicar - dice y rasca la parte de atrás de su cuello. Puedo ver que está tenso esperando mi reacción.
-pues ya no me interesa tu explicación, fíjate. De todos modos ya deduje que son una especie de power rangers frustrados, o solo unos bobos adictos al crack que quieren llamar la atención. Y sabes, pueden hacer lo que quieran, mientras no vuelvan a hacerlo cuando yo esté junto a ustedes. -
-pues mi explicación si te va a resultar interesante, porque esto no va a acabar aquí para ti. - Niall dice con un poco de incomodidad, y dirijo mí mirada lentamente hasta la suya.
¿Qué demonios acaba de decir?

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Muerte al Rosa
FanfictionLea Martínez reportándose. 240 meses de vida y un hambre constante por las papas fritas. Asocial de nacimiento y mal hablada de primera. Mantengo una relación amorosa unilateral con Leonardo Dicaprio de los 90's, yo cepillaría su cabello sin cesar...