Capítulo XII

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Estoy sobre mis rodillas, con las manos cubriendo mis oídos y con una cordura sumamente desgastada, dadas las circunstancias.

El viento excesivo desordena mi cabello y me imposibilita observar con claridad a dónde fue arrojado Niall con tanta violencia. Primero quiero saber eso. Luego él mismo me aclarará en qué demonios está metido.

Logro incorporarme. Tras de mí se encuentran Louis y Harry, y es necesario aclarar que la siguiente escena que les voy a narrar no es para nada habitual. Ya saben, no es como si se tratara de ellos dos tomando el té en tasitas rosas de porcelana, o de ellos dos jugando un partido de baloncesto. Claro que no. Lo que yo claramente pude divisar tras de mí, fue a dos sujetos partiéndole la madre a un grupo de otros sujetos vestidos de negro.

Harry carga una especie de palo gigante y Louis utiliza algo que parecen dos palitos unidos por una cadena.

Están aniquilándolos, y todo me parecía súper entretenido y toda la cosa, hasta que vi a Harry atravesando, si, ATRAVESANDO sin una pizca de remordimiento a uno de los tipos de negro, que cae al suelo muerto seguramente, porque de lo contrario, esto ya sería la dimensión desconocida o tuve una sobredosis bien asombrosa.

-Acaba con este montón de mierda, yo llevaré a Lea a su casa – Harry acaba de darle las indicaciones a Louis y comienza a caminar hacia mí.

Yo no quiero ir a casa, yo necesito saber dónde está Niall y qué significa todo esto que está pasando justo ahora frente a mis ojos.

¿Qué son estos sujetos con los que trabajo? ¿Por qué hacen esto? ¿Estoy soñando o son una especie de tortugas ninjas?

Entonces el entendimiento me paraliza.

SON LOS MALDITOS POWER RANGER. LOS SUJETOS REALMENTE EXISTEN. Y SI ES ASÍ, ¿DÓNDE ESTÁ LA CHICA ASIÁTICA?

-Mientras cavilo observo a Louis exterminando a los dos últimos tipos de negro.

-Tú vienes a casa conmigo – ni sI quiera me doy cuenta cuando Harry me toma del brazo e intenta inútilmente llevarme con él. ¿Pero qué se cree?

-¡ni lo sueñes Henry! – le digo zafándome de su agarre y echando a correr hacia donde supuse estaba Niall con severas heridas. 

Dejé a Harry atrás pero sabía de sobra que vendría corriendo a atraparme.

-¡SOY HARRY TONTA, VUELVE AQUÍ! – lo escuché gritar detrás de mí y quise reír pero no podía perder la concentración. Tenía que llegar a Niall esquivando todos los inoportunos e inusuales destellos de luz que cruzaban por el parque de un lado a otro y que a su paso destruían todo.

Juro que yo no podía estar más confundida por todo esto, pero cuando llegué al punto y no encontré a Niall ahí, todo se enfrió para mí. Él no estaba. En su lugar, había un agujero en el suelo del tamaño de un auto. No había sangre pero eso no me reconfortaba del todo.

Entonces comencé a gritar su nombre.

Miré por todos lados y el panorama era igual a una película de Mel Gibson; desesperanza en un violento campo de batalla.

Vi cómo Liam repartía puñetazos a diestra y siniestra sin fallar ni una sola vez.

Vi cómo Louis liquidaba con una especie de chacos a un tipo encapuchado.

Vi a Zayn y a Harry haciendo lo mismo, pero no pude encontrar a Niall. Busqué su cabeza amarilla por todos lados pero no estaba. Y entonces mi preocupación desvaneció mi sentido común.

Empecé a correr por el parque tratando de encontrarlo. Esperando no toparme con un cuerpo ensangrentado que me deje en shock.

Aunque eso sería mejor que lo que acababa de suceder.

Muerte al RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora