Escuadron Anti-zorras

Diego, te odio

Al día siguiente, estábamos en el pasillo principal del colegio, Jostin, Esme, Lady, y yo, hablábamos sobre lo bien que no la habíamos pasado en el cine la tarde anterior, además le contamos a Esme de lo que se había perdido mientras dormía en plena función. 
Entonces, siento que hay alguien detras de mi, esta no sería en la que llega Dylan y me da sorpresa, me di media vuelta para ver quién estaba ahí. 
Diego me observaba y pidió hablar conmigo, me despedí de mis otros amigos y lo acompañe, no sabía a dónde, de hecho solo caminé con él. Luego se detuvo bruscamente. 

-fueron al cine ayer?.-estaba un poco molesto pero al mismo tiempo triste, frunci mi entrecejo y después de unos segundos asentí, él prosiguió-: y por qué no me dijiste que Esme había ido con Jostin? 

-es que no tiene nada de importante, además no fueron solos...-me excusé pero no fue suficiente para mi amigo

-si? quienes más fueron? tu amigo y el de Lady? cómo se llamaba, Alex?

-si! también fueron ellos, pero no tienen nada que ver, y si me dejaras explicarte lo que pasó...-entonces reflexioné y me di cuenta de que no tenía que estar haciendo eso, no debía darle explicaciones

-bien, explicame.-dijo con un tono que me hizo sentir mal 

-no.-dije seca

-no? en serio? no me dirás lo que pasó? entonces ya no somos amigos? o qué? 

-pues... se supone que los amigos se ayudan mutuamente... 

-a dónde quieres llegar con eso?

-pues... tu no me has ayudado en nada... pareciera que soy tu boleto hacia Esme, y lo entiendo, la quieres y yo quiero que sean algo más que amigos, pero alguna vez me has preguntado cómo estuvo mi día, o cómo estoy, o algo por el estilo? yo creo que no

-bueno, entonces si tu lo dices, tienes razón, solo eres mi boleto hacia Esme 

-¡bueno!

-okay! bien! fantástico!

-Diego, te odio.

Luego de esa discusión no volví a hablar con Diego, admito que lo extrañaba pero soy la persona más orgullosa del mundo  y ambos sabíamos que jamás me disculparía ni aunque yo hubiera tenido la culpa. 
Esme también había reforzado su amistad con Jostin, eran muy unidos, siempre salían juntos pero le seguía gustando Diego, obviamente no le había dicho sobre la discusión que él y yo habíamos tenido tiempo atrás. Así que ella y Diego seguían hablando normal. 

Una mañana, durante clase de física, mi compañero Walter, de adelante le lanzó una bola de papel a que estaba al lado de él cuyo nombre es Axel. Ambos intercambiaron miradas que me resultaron más a una confirmación, y en cuanto entendieron su codigo abrieron sus mochilas y el paraíso estaba frente a mi ojos, en la mochila de Walter había 3 bolsa de fritos gigantes, perfectas para una reunión de amigos, mientras que en la mochila de Axel había varios paquetes de galletas. Entonces le hablaron a otro compañero, su nombre es Edwin, él se sienta al otro lado del salon pero sin dudar tomó su mochila y soborno al chico que se sentaba detrás de Axel, puso su mochila ahí y sacó algo que no nos esperábamos: Un refresco familiar, y por si fuera poco un paquete de vasos desechables. 

Un amigo, al que le decimos "duende" se acercó despistadamente sobornando esta vez a quien estaba delante de Walter. Sonrió y les dijo-:yo tengo tacos de barbacoa.

Morí de risa. 
Mis compañeros se organizaron para llevar todo un festín y comerlo en clase de Física. 
El profesor los vio, rió y siguió pasando su registro, vi como Axel ocultaba una bolsa de frituras en su suéter y en la mano llevaba un vaso de refresco, caminó hasta el profesor y se lo ofreció, el maestro rió ante el descaro de mis compañeros. Y luego acepto acepto el refresco y agarró frituras.
Rodee los ojos, cuando yo me pongo únicamente de pie para tirar basura ya casi me quieren expulsar, y a estos retrasados los dejan hasta comer.
De alguna forma, y sin que yo me diera cuenta, Diego también estaba traficando comida, él tenía fritos con refresco. Lo miré y él a mi, me dedicó una sonrisa de oreja a oreja pero seguía molesta con él.
Saqué un libro que suelo leer durante clases "Buscando a Alaska" de John Green. Lo he leído varias veces pero eso no cambia la emoción por él.
Diego se puso de pie, no le di importancia hasta que me di cuenta que estaba al lado de mi. Me volvió a sonreír, lo observé confundida y después me ofreció frituras, no me pude resistir y tome algunos...

-perdón por lo que dije la otra vez...-dijo mientras comía las chatarra que me habían dado

-si, aja, estuvo mal Diego

-si, lo se, pero estaba molesto... Y tienes razón nunca te he preguntado sobre tu día...

-no te preocupes, solo hagamos como que nunca pasó ¿okay?

-esta bien

Lo perdoné solo porque los fritos estaban ricos. Y como que me puse de buen humor porque yo también terminé comiendo juntos con mis compañeros.
Pasó alrededor de 2 semanas, Dylan y yo cada vez eramos mas amigos y nos pasabamos las tardes en su casa viendo películas.
Mientras revisaba mis redes, note que me había llegado una solicitud de amistad, Daniel Johnson, capaz y es otro gay, no me resultó familiar el nombre pero entre a su perfil para asegurarme.
Tras ver sus fotos, me di cuenta de que era un chico del colegio, estaba en mi clase de historia, era lindo pero nunca había hablado con él, no una conversación de interés, siempre era para alguna de duda de la actividad, o la tarea. 
Acepte su solicitud y varios segundos después me llegó un mensaje: hola.
Le respondí de la misma forma y comenzamos a charlar, era muy agradable y divertido, era como yo. 
Nos hicimos muy buenos amigos en tan pocos días. Dylan de vez en cuando se molestaba porque ya no lo visitaba como antes. Pero ahora, con Daniel todo es diferente, también lo visito a él, aunque la mayoría de las veces es al revés. Además había un enorme problema, comencé a sentir cosas hermosas por mi nuevo amigo... 

-Monse Vega