Trabajar como periodista en un aclamado blog tenía sus ventajas, una de ellas era que viajaba de un lugar a otro, para cubrir reportajes o noticias que se me asignaban. Y era por eso mismo que, ahora, me encontraba recorriendo las calles de New York.
Miraba mi teléfono, siguiendo las instrucciones que el GPS me indicaba. No había prestado mucha atención a las palabras de mi jefe, pero al menos sabía cuál era mi misión. Asistir a la inauguración de una exhibición de fotografía que se llevaría a cabo en una galería de SoHo.
Mis pasos se detuvieron cuando estuve frente a la dirección que llevaba anotada en mi celular. Leí con confusión el gran cartel que había a la entrada, el cual indicaba el nombre de la exposición.
"The sun is coming up like a big bald head"
Incliné la cabeza hacia un lado, con una mueca de incomprensión. No sabía quién era el "aclamado" expositor, pero, podía apostar que era alguien más bien excéntrico.
Entré al lugar, para encontrarme con una gran cantidad de gente. La mayoría de los asistentes eran celebridades, por lo que, además, había muchos periodistas, como yo, tratando de capturar en sus cámaras aquel evento social.
En casi treinta minutos, recorrí cada rincón de la galería, tomando fotos a aquellas obras que llamaron mi atención y ya con una idea clara para poder dar una reseña. Era suficiente como para poder volver a mi hotel.
Estaba tecleando un par de ideas en mi teléfono, para no olvidarlas, antes de irme, cuando el ruido de las cámaras y las voces de los periodistas, amontonándose en la entrada del lugar, me distrajeron. No sabía qué estaba sucediendo, pero, con la curiosidad invadiendo mi ser, me acerqué a la multitud.
-¿Qué sucede? -Le pregunté a una muchacha que se encontraba a mí lado.
-¡Ha llegado Norman! -Chilló feliz, dejándome más confundida.
¿Qué Norman?, pensé y la curiosidad en mí, aumentó aún más.
Me puse de puntitas para poder ver quién era la persona que todos esperaban ver y mis ojos se abrieron con impresión cuando divisé a Norman Reedus, el superhéroe favorito de Alanna y el hombre que yo había insultado hace un par de semanas.
-¿Qué hace el acá? -Volví a preguntarle a la joven y esta me miró con confusión.
-Esta es su exposición, duh.
Sin entender bien por qué, los nervios me invadieron el cuerpo y sentí que mi corazón estaba corriendo una carrera, por lo rápido que latía. Las manos me empezaron a sudar y si bien una parte de mí quería verlo unos instantes más, la otra decidió que debía huir lo más pronto posible.
Reedus avanzó por el lugar, quedándose al centro de este, conversando con un par de personas. La mujer que estaba a su lado, apoyaba todo su cuerpo en él y rodé los ojos al ver lo patética que lucía tratando de seducir al actor. Probablemente duerma con ella, me dije y sacudí la cabeza.
Antes de que pudiera dar la media vuelta para marcharme, una mano sujetándome del brazo me detuvo. Fruncí el ceño, dándole una mirada de pocos amigos al muchacho de lentes y estilo hípster que me retuvo.
-¡Tú! -Dijo, emocionado-. ¡He leído los reportajes de tu blog y son fantásticos! ¡Soy tu admirador!
Sonreí, algo incómoda, ya que, no estaba acostumbrada a que la gente me reconociera. Digo, el blog era popular, pero no las personas que nos encargábamos de darle vida.
-¡Tienes que conocer a mis amigos, por favor!
Sin dejarme responderle, me arrastró entre la multitud, llevándome justo a aquella zona a la cual no pensaba acercarme. Todo fue tan rápido que, de repente, en un par de segundos, yo me encontraba frente a Norman y su grupo.
Y pese a mis intenciones de volver pronto a la comodidad de mi habitación de hotel, no sabía que me esperaba una larga noche en la ciudad.
Estaba jodida.
