Me coloco los auriculares antes del salir del departamento que arriendo, lista para ir a mi encuentro con Sean, uno de los pocos amigos en común que Norman y yo tenemos. No entiendo el porqué de la urgencia con la que me ha citado, sin embargo, aprovecho, cualquier sea el motivo, como una oportunidad para reunirme con él, pues hace mucho que no le veo.
Saludo rápidamente al amable conserje y empujo con suavidad la gran puerta de vidrio de edificio que me llevará al exterior. Ya hallándome afuera, presionó el botón triangular de mi iPod y una canción, escogida de manera aleatoria, comienza a reproducirse. Y su vez, comienza mi recorrido por las calles neoyorkinas.
No, me he equivocado, dejé tu corazón destrozado
¿Eso es lo que hacen los demonios?
Te tomó mucho tiempo, ¿dónde quedó toda esa fuerza?
Ignoré el ángel que hay en ti
Aunque sólo han pasado dos meses desde nuestra escandalosa ruptura y muchas heridas emocionales que Norman dejó en mí aún no sanan del todo, no puedo negar que he renacido, de cierto modo, desde aquel suceso en el cual decidí que había tenido suficiente. Soy una mujer nueva. Más segura y más fuerte.
Ahora me estoy levantando del suelo
Yendo directo hacia ti
Lleno de toda esa fuerza que he descubierto
No hay nada que no pueda hacer
Sonrío, al ver que un brillante y cálido sol ilumina la ciudad, en lo que, parece, será un hermoso día. Me gusta mucho poder apreciar esos pequeños detalles de los cuales antes no lograba percatarme, como un lindo día o una buena taza de café, en fin, encontrarle la hermosura, a las cosas simples de la vida.
Necesito saberlo ya, saberlo ya
¿Puedes amarme de nuevo?
Necesito saberlo ya, saberlo ya
¿Puedes amarme de nuevo?
Necesito saberlo ya, saberlo ya
¿Puedes amarme de nuevo?
Necesito saberlo ya, saberlo ya
¿Puedes amarme de nuevo?
Las cosas para mí van mejorando, día a día. No puedo negar que en un comienzo sentí que era el fin del mundo para mí, que todo había acabado y que nunca más volvería a saborear la felicidad, pero, logré salir adelante, lo hice, y ahora no hay nada que pueda detenerme a cumplir mis sueños. No los que tenía con Norman, que eran más bien sólo de él, sino que los que son únicamente míos.
¿Puedes amarme de nuevo?
Pese a todo eso, sé que una parte mí todavía extraña a ese Norman de antes, a ese que era totalmente real, no ese que había sido transformado por la fama. Esa parte de mí aún cree que el actor aparecerá en algún momento, tocando mi puerta, empapado por la lluvia —aunque estemos en verano— y con un ramo de flores en sus manos, rogándome por su perdón, rogándome que vuelva amarle. Esa parte de mí, aunque es cada vez más pequeña, aún no pierde las esperanzas.
Oh, te lo dije una vez
Hazlo de nuevo, hazlo de nuevo
Te lo dije una vez
Hazlo de nuevo, hazlo de nuevo
No sé si he caminado muy rápido o, simplemente, el viaje se me ha hecho corto, pues en cosa de minutos ya estoy en Central Park, donde me ha pedido que nos reunamos. Reviso el mensaje que he recibido de él por la mañana y le pregunto en qué parte del gran parque me está esperando, pues no logro verle donde me ha dicho.
Necesito saberlo ya, saberlo ya
¿Puedes amarme de nuevo?
Necesito saberlo ya, saberlo ya
¿Puedes amarme de nuevo?
"Junto a la fuente", me responde, y yo frunzo el ceño, confundida, porque ya he mirado una buena cantidad de veces y definitivamente no le veo. "No te veo", se lo hago saber en otro mensaje y, en menos de medio minuto, me ha escrito otra vez. "Voltea", dice.
Necesito saberlo ya, saberlo ya
¿Puedes amarme de nuevo?
Necesito saberlo ya, saberlo ya
¿Puedes amarme de nuevo?
Y lo hago. Y lo que me encuentro, definitivamente, no es Sean. Es Norman, al otro extremo de la fuente, observándome suplicante y luciendo más demacrado que nunca. Suspiro, sin saber qué sucederá.
¿Puedes amarme de nuevo?
