too late?

3.4K 253 47
                                    

           

Apenas entré al set de grabación, el sol iluminó mi rostro, entregándome una agradable calidez en ese hermoso día de junio. Lauren corrió a mí, con una inmensa sonrisa en sus labios y la emoción desbordándose por sus poros. Claro estaba que, había algo que necesitaba contarme con urgencia.

—¿Ya oíste la buena noticia? —Preguntó, dándome un pequeño codazo y alzando sus cejas. Yo sólo resoplé, con fuerza, rodando los ojos. 

Y es que, por supuesto que sabía, si las noticias sobre él volaban de aquí para allá. Norman había terminado su relación con Diane y, eso significaba que, se encontraba totalmente soltero. Lo que tanto había anhelado en algún momento, hecho realidad.

—Oh, vamos, sabes que ha terminado con ella por ti. —Mi amiga habló, como si fuera lo más obvio del mundo.

Fruncí el entrecejo y negué, violentamente, moviendo mi cabeza de izquierda a derecha.

—Sabes que sí —Rebatió—. Norman ha estado enamorado de ti hace años y, aunque estuvo tratando de evadirte por un largo tiempo, por fin se ha rendido y ha decidido luchar por ti, cariño.

—Estás loca, Cohan —Comenté—, muy loca —Concluí, agitando las carpetas que cargaba conmigo—. Y ahora, si me disculpas, tengo unas fichas que rellenar.

Ignoré sus insistencias, tratando de demostrarme que estaba en lo correcto, mientras me alejaba, riendo, hacia mi oficina. Entré al remolque con el rastro de alegría aún impregnado en mis labios, mas este desapareció por completo al notar la presencia de alguien más en mi despacho.

—Hola. —Saludó, dándome una pequeña y débil sonrisa.

—Norman —Saludé, nerviosa. Tanto hablar de él y encontrármelo en mi tráiler era demasiado para mis emociones. Intenté no desviar mi mirada al gran ramo de flores que había sobre mi escritorio, junto a la caja de finos bombones, sacudiendo la cabeza con fuerza—. ¿Ne-necesitas algo? —Pregunté, luego de haber aclarado mi garganta.

—Yo —Comenzó, titubeando—... he terminado con Diane.

Relamí mis labios, sin entender muy bien por qué venía a contarme aquello. Tomé un largo respiro, antes de responder.

—Lo sé —Contesté—. Lo siento, Norman.

—No tienes por qué sentirlo —Murmuró—, ni siquiera yo lo siento —Confesó, y mis cejas se alzaron por si solas—. Yo... yo no estaba enamorado, ¿sabes?

—Eh —Balbuceé con incomodidad—, bueno, entonces supongo que estoy feliz por ti. Tengo que llenar unos documentos ahora, Norman, así que...

—¿Realmente no has entendido por qué estoy aquí? —Interrogó, viéndome con curiosidad, y sentí que me desmallaría. Mi palidez y mi expresión fueron la respuesta—. Sabes por qué estoy aquí —Afirmó, acercándose a mí. Tomó mi rostro entre sus manos y sonrió—. Siempre has sido tú...

Mi corazón latía con tanta fuerza y sólo era capaz de parpadear, ante los oceánicos ojos de Reedus, tan cerca de mí. Su respiración chocaba con la mía y pese a que todo mi ser me pedía a gritos besarlo, una pequeña parte mantenía la cordura. Después de tanto tiempo, ¿aún quería esto?

—¿Por qué ahora? —Cuestioné, separándome un poco de él. El cómo se desfiguró su sonrisa me hizo comprobar que ni él sabía por qué. Sonreí, con amargura—. ¿Por qué después de tanto tiempo, por fin te animas? —Continué, con más coraje—. ¿Por qué no pude ser tu primera opción?

—Por favor, entiéndeme —Pidió—...  no estaba seguro, pero ahora lo estoy.

—Yo también lo estoy —Mascullé, intentando ocultar las lágrimas que comenzaban a inundar mis ojos—, y ya es muy tarde, Norman.

Norman Reedus One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora