Alexa una joven camarera de 25 años que vive con su mejor amiga Jess y su pequeño perro Chip en Jerome, un pueblo cerca de Las Vegas conoce a Norman un oficial con el cual vivirá nuevas experiencias y que la ayudará a salir de una tormenta relación...
Salimos de la casa tratando de cubrirnos un poco de la lluvia, afortunadamente no había dejado la camioneta tan lejos de la casa, así que subimos y fuimos directo al bar, el dueño era amigo mío y sabía que era el único lugar donde podríamos encontrar hamburguesas a esta hora tal vez pasaba de la una de la mañana. Alexa iba muy callada tal vez el alcohol hizo efecto en ese pequeño cuerpo, no pude evitar soltar una pequeña risa lo cual hizo que ella volteara a verme y sonriera un poco.
- ¿Se puede saber por qué la risa?
- Tú, eres muy pequeña y creo que tus pies no tocan el piso de la camioneta.
- ¡Oye! – Golpeó levemente mi hombro y miró hacia abajo riendo un poco. – Tienes razón creo que mis pies no tocan el piso.
Ambos reímos por su comentario, Alexa era graciosa, aunque muy testaruda, nada le costaba quedarse en mi casa en lo que yo iba por la cena, ahora estamos los dos mojados, con hambre y la lluvia no parece ceder. Pasados veinte minutos llegamos al bar por la cena, afortunadamente el lugar tenía un techo desde el estacionamiento hasta la puerta de la entrada.
- ¿Bajas conmigo o esperas aquí?
- Bajo contigo, no sé cuánto tiempo vayas a tardar. – Acomodó su cabello en un desordenado moño y se veía tan tierna, varios mechones caían sobre su rostro, me acerqué a ella y los acomodé detrás de su oído y tomarla de la mano para entrar.
- Vaya que hay gente hoy.
- Bueno es viernes y aparte la gente busca un lugar para protegerse de la lluvia.
Caminé con Alexa delante de mí no quería perderla de vista y que alguien más la molestara esa noche, aunque mi gusto duró poco ya que antes de llegar a la barra apareció ella y no dejaba de mirar a Alexa.
- ¿Así que por ella me dejaste? Pensé que podías conseguir algo mejor Norman no a una niñita como ella.
- Emma solo vete, no quiero problemas. – Emma se quitó de nuestro camino no sin antes tocar el hombro de Alexa y hacerme a un lado.
- No te acostumbres niña, él no es de una sola mujer y bueno tu ni a eso llegas. – Comenzó a reír y yo solo abracé a Alexa para alejarnos de ahí.
- Perdona eso, solía salir con ella y creo que no tomó muy bien la decisión que tomé.
- No te preocupes personas locas existen en todo el mundo ¿vamos por nuestra cena?
- Espero no estés cansada llevaremos nuestra cena y regresaremos a casa.
- Para nada, dormí mucho y bueno trabajar en la noche hace que me acostumbre a desvelarme.
- ¿Mañana tienes trabajo? Puedo llevarte si es muy tarde.
- Tranquilo, mañana tengo turno nocturno así que podré dormir hasta tarde.
Nos acercamos a la barra y ordenamos nuestra cena, afortunadamente Mark me vio y nos atendió lo más rápido posible; Mark era un poco mayor que yo tal vez 60 años y lo conozco tal vez hace unos 10 años cuando comencé mi granja él me a conseguir varios clientes para vender mis reses y desde ese día nos hicimos buenos amigos.
- Vaya Norman y la bella dama que está contigo ¿quién es?
-Mi nombre es Alexa mucho gusto. – De nuevo estaba ahí esa sonrisa.
- Mucho gusto Alexa, yo soy Mark el viejo amigo de tu viejo acompañante. – Alexa soltó una pequeña risa y giró a verme.
- Vamos Mark no soy tan viejo como tú tal vez lo soy a lado de Alexa.
- ¿Cuántos años tiene bella dama?
- Como puedo negarme a contestar si lo pregunta así, tengo 25 años Mark. – Dijo mientras sonreía ampliamente y tomaba asiento en el único banco disponible y yo me coloqué detrás de ella para que nadie pudiera molestarla.
- ¡Wow Norman! Alexa es usted una dama muy bella y joven y me alegra tener su visita en este lugar.
- Mark es usted un hombre encantador y tenga por seguro que regresaré muy pronto.
- De hecho, el próximo fin de semana organizaré un pequeño asado en mi casa y me encantaría verlos ahí Alexa.
- Me encantaría ir claro si Norman no tiene ningún problema.
- Ninguno Alexa, así que Mark ahí estaremos.
Después de la invitación de Mark a su casa trajeron nuestra cena y Alexa y yo salimos del bar, no sin antes despedirnos de Mark y evitar a toda costa a Emma. Cuando subimos a la camioneta Alexa estaba seria de nuevo, sentía que quería hablar, pero se quedaba callada y solo dirigía la mirada a la ventana o al camino.
- Oye no sé qué pasa, pero deja de estar seria.
- Sólo estaba pensado, acepté la invitación de Mark y nunca pregunté si tú estabas de acuerdo en que yo fuera.
- Alexa, te dije que no tenía ningún problema, aunque lo tendré si piensas ir sola. – La miré de reojo y su cara parecía sorprendida por lo que dije. – Porque la invitación fue para dos y espero aún quieras ir conmigo.
- Pensé que dirías que tenía que buscar un acompañante.
- No debes buscarlo más, aquí estoy yo.
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