Cuando llegamos nos dirigimos directamente a la barra para pedir nuestras bebidas, Alexa se veía feliz y sonriente en cada momento y más feliz estaba yo, iba a estar conmigo una semana tal vez me estoy apresurando con tener una relación con ella, pero qué diablos no iba a dejar pasar más tiempo me gusta y me siento bien con ella ¿acaso no es eso lo que debe importar?
Íbamos por la tercera cerveza cuando Alexa se levantó con cuidado de la barra y tomó mi mano para hacer que me levantara de mi asiento también.
- ¿Qué pasa Alexa?
- Nada solo quiero ir a dormir ¿vienes? – Una sonrisa traviesa se asomó en su rostro.
- Pequeña claro que voy.
Caminamos tomados de la mano hasta el elevador teníamos cuatro pisos por subir, cuando entramos Alexa se acercó a mí y comenzó a jugar con el borde de mi camisa.
- Pequeña ¿qué estás haciendo? – Le dije mientras acariciaba su cadera por encima de esos ajustados jeans.
- No hago nada...aún.
Los besos de Alexa dejaron de ser tiernos para convertirse en besos apasionados, mis manos recorrían sus piernas hasta llegar a su cintura para atraerla más a mí, nuestros cuerpos estaban tan pegados que podía sentir el latir acelerado de su corazón.
- Alexa estamos por llegar al piso. – Dije mientras besaba su cuello. – No me hagas detener esta cosa por favor pequeña.
- Siempre he querido hacerlo en un elevador. – Sonrió y mordió su labio para después volverme a besar.
- ¡Maldición cariño! – La puerta del elevador se abrió y tomé a Alexa en mis brazos hasta entrar por la puerta a nuestra habitación.
- Es una linda habitación y tenemos una linda vista. – Caminó hasta llegar al balcón quitándose la chamarra que llevaba puesta.
- Hermosa vista es lo que estoy teniendo ahora yo cariño. – La abracé por detrás.
Tomé a Alexa por la cintura y la giré hacía mí para poder besarla de nuevo, la apreté fuertemente contra mi cuerpo sintiendo como el calor y la pasión iban aumentando, mis manos quitaron sutilmente su blusa y sentía que mi camisa iba siendo abierta poco a poco hasta ser deslizada por mis hombros y espalda llegando finalmente al piso. Mis besos viajaban desde su cuello hasta que toqué el borde su sujetador para después quitarlo de mi vista.
Las manos de Alexa acariciaban mi abdomen mientras acercaba sus labios a mi oído y me susurraba – te deseo. – Su voz sonaba tan sensual, me separé un poco para poder admirar lo linda que estaba esa noche, mis manos acariciaban el costado de su cintura subiendo y bajando hasta tomar en ellas sus delicados pechos, sentir como con cada caricia su piel se erizaba y como su respiración aumentaba era un sueño.
Mis labios recorrían sus labios hasta bajar a sus pechos, mis besos se detuvieron ahí por un largo tiempo, sus manos jugaban con mi cabello y tiraba de él cada que mis dientes rozaban sus pezones, sus manos no perdieron tiempo y bajaron a mis jeans desabrochando el botón para después hacer que bajaran dejando mi cuerpo solo con aquellos boxer negros. Subí mis besos de nuevo a sus labios para que mis manos se deshicieran de aquellos jeans ajustados que tanto me estaban torturando, ambos en ropa interior caminamos hasta chocar con la cama donde su cuerpo cayo delicadamente sobre el mío.
Sus manos bajan lentamente la única prenda que quedaba en mi cuerpo para después regresar sus manos a su cuerpo y quitar esas bragas negras que se veían perfectas en su cadera. Su cuerpo quedó de nuevo sobre el mío llenando mi torso de cálidos besos hasta que tomó de nuevo sus labios con los míos, y aproveché para dejarla bajo mi cuerpo su cadera hacía fricción sobre mi miembro haciendo que mis ojos se cerraran al sentir tanto placer. Tomé fuertemente su cadera y entre poco a poco en ella, sentí como su cuerpo se tensaba sobre el mío y sus manos sobre mis hombros, escuchar como suspiraba me hacía soñar, mis movimientos eran cada vez más rápidos y podía escuchar como suavemente pedía que no parara, y a estas alturas eso era algo que no haría. Pasé un brazo bajo su cuerpo atrayéndola más hacía mí, sus labios no abandonaron ni un minuto los míos, Alexa colocó una de sus piernas sobre mi cadera haciendo que mis movimientos fueran más rápidos y profundos, y con cada movimiento palabras y gemidos salían de su boca haciendo que me calentara mucho más hasta sentir las primeras palpitaciones de mi miembro dejándome saber que estaba por llegar al orgasmo hice mis últimos movimientos fueron más rápidos antes de sentir una oleada de placer en mi cuerpo sabiendo que habíamos llegado al orgasmo, aún sin salir de ella recorrí su rostro con suaves besos hasta quedar acostado a un lado de ella y abrazarla fuertemente.
- Me encantas Alexa.
- Y tú a mi Norman. – Fueron nuestras últimas palabras antes quedar completamente dormidos.
Era sábado hoy era la parrillada de Mark desperté primero que Alexa y ordené el desayuno al cuarto y volví a acostarme a un lado de Alexa, nunca antes me había gustado despertar a lado de alguien, solo tenía sexo y me iba a mi casa y rara la vez volvía a llamarles, pero con Alexa era diferente me gustaba platicar y salir con ella y eso causaba sensaciones diferentes en mí, estaba feliz por sentirme así, pero tenía miedo tal vez ella solo me ve como alguien para pasar un buen momento.
Dejé de pensar en mis miedos y acaricié la espalda de Alexa para que despertara, pero solo conseguí que se moviera un poco en la cama así que mejor esperé a que despertara por ella misma. Tomé mi teléfono tenía que avisarle a Jeffrey que llegaría a la casa de Mark que lo veía ahí.
"Estoy en Las Vegas con Alexa es un largo camino de regreso así que te veo con Mark, no olvides llevar las cervezas."
Guardé mi teléfono y regresé a la cama, Alexa comenzaba a despertarse y de seguro lo haría con un poco de hambre como yo.
- Buenos días dormilona. – Me acerqué a ella y besé su frente.
- ¿Qué tan tarde es? – Talló sus ojos y se sentó en la cama.
- Son las once de la mañana pequeña aún tenemos tiempo para desayunar, hoy es lo de Mark ¿lo recuerdas?
- Claro qué si Mark me agradó, aunque antes de llegar debo hacer una parada.
- ¿Una parada? Bueno la parrillada comenzará a las cinco de la tarde supongo que podemos llegar un poco después, ¿tienes hambre?
- Si y la verdad muero por un jugo siempre me da mucha sed en las mañanas.
- Me gusta saber eso, acabo de pedir el desayuno y no tardan en llegar con él, pero antes ten esto no quiero que entren y te vean así. – Alexa estaba solo en ropa interior así que le di mi camisa para que se cubriera.
- Maldición quería abrir la puerta en lencería. – Terminó de vestirse y salió al pequeño balcón que tenía la habitación. – Podemos desayunar aquí ¿te gusta?
-Claro pequeña me encanta. – En ese momento tocaron la puerta y me dirigí a abrir, era el desayuno. – Espero la elección que hice sea de tu agrada Alexa.
- ¿Por qué no vienes y lo averiguamos? – Tomé la charola del carrito y caminé hasta el balcón sentándome a un lado de Alexa. – Desayuno servido señorita
- Hot cakes con tocino, bien elegido Norman.
- Mañana deberás acompañarme a comprar comida para la semana, ya sabes que en mi cocina no hay nada comestible.
- Claro, hacemos una lista de las cosas que queremos comer así será un poco más fácil.
- Perfecto ¿pequeña trajiste todo lo necesario para esta noche? ¿o necesitas pasar por algo?
- No olvidé nada, pero si necesito pasar por algo para llevar con Mark.
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OVER THE ROAD || Norman Reedus ||
FanficAlexa una joven camarera de 25 años que vive con su mejor amiga Jess y su pequeño perro Chip en Jerome, un pueblo cerca de Las Vegas conoce a Norman un oficial con el cual vivirá nuevas experiencias y que la ayudará a salir de una tormenta relación...