Enséñame

13: Shape of You.

"Estoy enamorado de tu figura, empujamos y tiramos como un imán. 
Aunque mi corazón también esté cayendo, 
estoy enamorado de tu cuerpo"—Ed Sheeran.

—Feliz cumpleaños—la voz de mi madre me calienta el corazón de maneras en las que no puedo explicar. Si cierro los ojos puedo sentirme en casa, como en los viejos tiempos en los que mamá decidía permanecer junto a nosotras y perdíamos el tiempo viendo películas malas y comiendo popcorn con caramelo salado que sólo ella podía hacer bien.

Puedo recordarlo todo; los momentos buenos, en los que ella me consentía como si fuera su más grande tesoro mientras mi hermana se encargaba de corregirme y lo malos, en los que sin importar lo mucho que ella se esforzara para hacerme sentir bien y jamás verme llorar, el dolor no se escapaba de mi corazón, el abandono y los malos pensamientos, la soledad, el horrible sentimiento de envidia que hacía que me quebrara; que hacían que las tres nos quebráramos.

Porque Zoë fue amada antes de que las cosas cayeran por el precipicio, yo fui creada por un intento fallido de reconciliación entre mis progenitores y nací después de que papá haya muerto, Ma nunca me ha contado si es que él sabía de mi existencia. Y es por la culpa que siempre obtuve lo que quería, fue porque no me parecía a él como mi hermana, fue tan así que Ma se determinó a crear un vínculo conmigo y olvidarse de quién nació primero, de quien recibió todo el amor antes de que yo fuera parte de la historia.

Mi madre cometió tantos errores, nos dañó a ambas de maneras que ella no se figura ni en sus pensamientos más locos, y no lo hizo por maldad... Ella estaba dolida también y tuvo que aprender a sobrellevarlo como pudo.

A pesar de siempre ser la cara sonriente, de ser la consentida de la familia y tenerlo "todo", podía notar cómo se sentía mi hermana, podía ver la inconsciencia de mi madre y la lucha silenciosa que había entre las tres constantemente. Lo absorbí todo. Y lo llevé en mi mochila como un peso extra por años, hasta que vine a vivir a Nueva York y pude ver la película desde la tribuna, no participando de ella como tal. Y he cuestionado mi existencia, he cuestionado mis razones de vivir, porque todo se siente incorrecto, la culpa y la ira me carcomen.

Sé que en los ojos de Zoë mis razones de sentirme así son estúpidas, después de todo, yo he sido la que se ha llevado la suerte. Pero no puedo evitarlo, la injusticia entre nosotras dos era inmensa y se siente sucio estar donde estoy ahora.

Y después de cinco años sintiendo este tipo de dolor, me doy cuenta que ya no puedo soportarlo más.

—Gracias, Ma—respondo después de segundos de silencio.

La amo, sé que ella jamás tuvo la intención de dañar algo tan frágil como nosotras, pero hay algo en mi corazón que me dice que tengo que ser fuerte, algo ha cambiado desde que entré a la academia, quizá hasta estar junto a Demian me ayudó a darme cuenta de las cosas; es momento de crecer y sanar. Sanar todas las heridas del pasado y decir basta. Son cosas pequeñas a los ojos de otros, pero nadie puede saber mejor que yo cómo se siente y lo tortuoso que es.

— ¿Cuándo vendrás a verme, linda?—pregunta—. Desearía estar allí para darte un abrazo, no puedo creer que tengas 20 años... sabes que estoy un poco ocupada con el trabajo y las cosas del club.

—Está bien, mamá, no te preocupes.

—Entonces, ¿planeas venir a ver a esta anciana?—suena entusiasmada.

Muerdo mi labio inferior con fuerza antes de responder:

—No, Ma... no —quiero—puedo ir a Canadá en estos momentos.