"Hace mucho frío afuera para que vuelen los ángeles"—Ed Sheeran.
—Estoy tan contenta que seas solista, Panda. No sabes cuánto. Adrien y yo ya estamos planificando nuestro viaje para allá—dice Zoë emocionada.
—Eso es genial, te informaré sobre la fecha de estreno de la obra.
— ¡Qué emoción! ¡Sabía que lo lograrías!—chilla—. Estoy tan orgullosa...
Durante los siguientes minutos me habla de sus planes y de todas las cosas maravillosas que le están ocurriendo. Estoy feliz por ella, se lo merece. Pero una parte de mí, está molesta, celosa de su suerte y de las cosas buenas que le han pasado.
Técnicamente Zoë me crió, papá murió días antes de que yo naciera prematuramente y mamá siempre tenía que trabajar, en nuestro pequeño pueblo del Yukón, estábamos las tres solas, nuestro pariente más cercano estaba a miles de kilómetros de distancia.
Yo era la consentida de mamá, siempre cumplió con todos mis caprichos, quizá para reemplazar el dolor de no haber conocido a papá. Pero Zoë siempre me reprendió, corrigió y me enseñó, siempre dulcemente, como una madre debe hacer.
Ella siempre ha sido la imagen de perfección en mi vida, todo lo que yo podía aspirar a ser, era ella. Inteligente, dulce, misericordiosa, correcta, bella por dentro y fuera, buena, altruista, humanitaria. Eso es Zoë, todo el mundo lo sabe.
Es todo lo que yo no soy. Ella es ordenada, yo soy un desastre. Ella es callada, yo hablo demasiado. Ella piensa demasiado, yo soy impulsiva. Ella es agua, yo soy fuego.
Incluso en sus peores momentos, se ha levantado, renacido de las cenizas como un fénix y ha sido incluso más perfecta que antes.
Sinceramente, ella encaja más con el perfil de bailarina que yo. Aunque el ballet es lo que ha traído la calma, el orden y el equilibrio a mi vida, ella parece haber nacido con eso. Bendecida, amada, deseada, eso es Zoë. Tan inteligente, es la única que ha ido a la universidad de nuestra familia. Tan afortunada, está junto al amor de su vida cumpliendo su sueño.
Toda mi vida he deseado un poco de su suerte.
— ¿En qué piensas?—escucho a Demian decirme con su voz ronca de las mañanas.
—En mi hermana...—susurro—. En lo afortunada que es y lo diferente que somos—sin saber por qué, mis ojos se llenan de lágrimas.
— ¿Por qué te pone triste?
—No lo sé, es sólo que me afecta mucho. Toda mi vida, comparada a la de ella es totalmente distinta, desde nuestro nacimiento.
—Todos los hermanos tienen diferencias—dice, acariciando mi mejilla.
—Sí. Es sólo...me hace sentir—suspiro— como si fuera un error.
Mi mentón tiembla al decir en voz alta lo que me he guardado durante tantos años.
—No pienses eso, Pandora. No eres un error. Ven aquí—abre sus brazos y me acerca a su pecho desnudo—. Si pensar en esto te hace daño, quizá... deberías alejarte de ella.
— ¿Qué?—pregunto desconcertada, haciendo espacio entre nosotros.
—Sí, quiero decir, ustedes siempre están en contacto, hablan todos los días. Quizá... necesites un tiempo, alejarte de esos pensamientos que vienen cuando está cerca de tu vida, ¿no?
—Uhm, sí, t-tienes razón. Todo esto es agobiante, puedo distanciarme de mi familia un tiempo y ordenar lo que siento. Las amo. Pero creo que tienes razón.

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Enséñame
RomansaUna historia que muestra la el dolor y la lucha que hay detrás de la belleza y la perfección. Libro 1.5 de Encuéntrame. Cada historia es independiente una de la otra, siéntete libre de leer cual tú quieras.