2= Una Entrevista Diferente

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¡La siguiente! Digo ya con una pesadez exagerada en los parpados.

Veo el reloj. Las 10 am. Llevo una entrevista tras otra desde las 8 de la mañana. Lleve mis manos hasta mis parpados y los frote.

¡Dios! Será la última luego debo repasar cada Currículo, pero lo bueno es, que ya esta es la última. Digo mientras me doy cuenta que la siguiente no ha pasado a la oficina.

-¿Pero qué rayos pasa? ¿Porque no pasa la siguiente?

Me levante de la silla y no pude evitar el estirarme con la intención de relajar cada musculo de mi cuerpo. - Hasta me mareo un poco.

Camino hacia la puerta, la abro y me asomo al pasillo. Examino todos los ángulos y veo algo insólito.

-¿Qué rayos? ¿Está dormida? Baje mi cabeza con la vista al piso, suspire exageradamente y camine hacia ella, estaba en la última fila.

Al acercarme a ella, no pude evitar el sonreír, puse mis manos en mi torso y mire hacia el techo luchando por no reír demasiado fuerte.

¡Está dormida! Dije, negando con la cabeza (muy sorprendido).

Me incline hacia ella y puse las manos en mis rodillas. Así quede con su rostro muy cerca del mío. Debatí unos segundos en como despertarla.

Todas las candidatas de seguro, habían traído su mejor traje, ella simplemente tenia puesta una falda negra arriba de las rodillas, una blusa blanca con negro que estaba cubierta con un bléiser gris, medias negras y zapatos bajos, con el cabello suelto.

No sé si este bien arreglada, no sé nada de moda, de hecho trato de hacer mi propio estilo y no copiar, las mujeres siempre debaten horas tras horas en vestirse (no exagero) y parece que esta joven se puso lo primero que encontró (me recuerda a mí).

¡Dios! Tiene los labios más perfectos que he visto. Dije anonadado. Regrese a mi posición anterior y esta vez puse mis manos en mis sienes. ¡Oh por Dios Lucas, estas delirando! ¡Vamos, concéntrate! -Dije mientras me di una cachetada. Concéntrate solo despiértala.

Haz la entrevista y termina con esto de una buena vez.
Me incliné otra vez y no pude evitar clavar la mirada en la forma tan perfecta de sus labios, las pobladas pestañas que cubrían sus ojos. ¿Me pregunto si serán los ojos más hermosos? - Cerré mis ojos y negué con la cabeza, con la intención de concentrarme.

¡Bien Lucas, aquí vamos! Deje una mano en mi rodilla y la otra la dirigí a su hombro, usando solo el dedo índice.

Ee... ¡Señorita! Dije mientras hacia un suave movimiento de pájaro carpintero en su hombro. ¡Señorita!... ¡Despierte!

¡Dios! ¿Estará muerta? Dirigí mi mano a su nariz, con la intención de saber si aun respiraba. Suspire satisfecho cuando sentí su respiración en el lomo de mi mano.

¡Un intento más! me dije. ¡Señorita!... ¡Despierte! Incline mi rostro más cerca del suyo, invadiendo su espacio personal, con la intención de que me escuche hablándole más de cerca, quizá despertaba.

Cuando lo hice dio un salto, que hizo que nuestras frentes chocaran tan fuerte que creo que por un momento todas las estrellas del universo, se amontonaron frente a mí.

¡Auch! Dijimos al unísono, se levanto y sentí como mis mejías se tornaron rojas, más que un tomate... -Estoy seguro.

-¡Lo siento tanto! Dice mientras se torna ruborizada.

-¡No! Yo lo siento, dije avergonzado. Es mi culpa por estar invadiendo tú... deje la palabra en el aire, bofeteándome mentalmente. ¡Lucas! Eres un idiota, como se te ocurre confesar que estabas invadiendo su espacio personal. Ella hace un gesto de no entender.

Siempre Te EsperéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora