Siempre Te Esperé

10 = Una mentira, una despedida

El frío es insoportable. El sueño amenazó con vencerme un par de veces. Caminé de un lado a otro hasta que mis piernas se agotaron. Y el frío continuaba congelando mis dedos.

Mamá está muy nerviosa. La ansiedad es lo que me mantiene despierto. La esperanza y el deseo de verlo nuevamente de pie, me da fuerzas para continuar esperando.

Me rehúso a aceptar lo que está pasando. Lo necesito a mi lado, no puedo perderlo. Aún necesito sus consejos y su sentido del humor que solo él y yo entendemos.

Sus palabras cargadas de sabiduría. Sus tontas bromas. Estuve en el auto llorando por unos veinte minutos a solas, sin que nadie me consolara, no quiero el consuelo de nadie. Quiero que el este bien. Jamás me perdonaré lo que hice. ¿Cómo saber que esto pasaría al final del día?

Es sábado día de la inauguración. Ya son las cinco de la tarde, falta una hora para dar apertura y presentar la nueva imagen del restaurante. Llevo toda la tarde arreglándome. Me afeié la barba, uso un traje de etiqueta.

Dormí hasta el medio día ya que, para cumplir con la fecha acordada trabajamos hasta altas horas de la noche del viernes. Pero todo está listo, ni siquiera tenemos que ordenar nada hoy. Todo quedo perfecto.

No he dejado de pensar en la noche del jueves. Siento algo en el pecho, se que estuvo mal ocultarle el beso a Carly. Pero... ¿Qué le diría? ¿Que si aproveché su estado para poder devorar sus labios? ¿Que huí de su habitación por miedo? No quiero perderla, intenté decirle pero no me atreví.

Y luego todo lo que me contó...no puedo imaginar el infierno que vivió. Sé que debo buscar la manera de decirle la verdad aunque, creo que es muy tarde.

Llamaré a papá para saber si están todos listos, quiero que el abuelo disfrute desde el inicio todo la celebración. Tomé mi celular que había dejado en el baño después de la ducha. ¿Dieciocho llamadas de papá? ¿Que será tan urgente? Regresé la llamada un poco ansioso.

- ¡Hasta que contestas! Llevo tratando de contactarte más de una hora.

- ¿Qué pasa papá, ya están todos listos? Yo pasaré por ustedes para ayudarte con el abuelo. Hubo un silencio que me dio mala espina. ¿Qué pasa papa? Pregunté.

-Tienes que llamar a Carly para que ella se encargue de la inauguración. Hay malas noticias. El abuelo sufrió un infarto y estamos el Hospital Melobrik. La noticia aceleró mi corazón. Salí lo más pronto posible y en el auto llamé a Jessica y a Carly ellas estaban a cargo de todo. Quedaron muy preocupadas por la noticia. Amanecimos en el hospital. Todo el tiempo tuve un nudo en la garganta.

-Ya enserio, ¿Qué onda con Carly? ¿Qué fue eso de dormir en su "sofá"? preguntó Sarah junto a mí en la sala de espera del hospital. Sus preguntas me despertaron. Dio un sorbo de café y clavó su mirada en mi esperando la respuesta a sus preguntas.

-Sarah...este no es el momento de esas tonterías. Además no tengo que contarte todo. Dije acomodandome y cerrando los ojos. Recuerda que el adulto aquí, soy yo.

- "¿Tonterías?" No creo que sean tonterías Lucas, sabes que te conozco y sé cuando guardas algo, se que te esta perturbando. ¡Vamos...! ¿Qué pasó esa noche?

-Te dije que no es el momento y no tengo porque decirte nada. Deberías estar preocupada por el abuelo y no en lo que no te incumbe. ¿Por qué mejor no te vas a descansar? Papá, Blake y yo nos quedaremos a esperar. Vete a casa con mamá, no creo que sea necesario que ella esté aquí. Vayan a descansar, ya te llamaré si hay noticias.

-Dudo que mamá quiera dejar a papá en estos momentos. Así que... ¿Porque mejor no me llevas tu a casa? Quiero ducharme y dormir un poco, pero antes déjame preguntarle a mamá si quiere venir conmigo. Tú también deberías ir a ducharte y cambiarte de ropa, estas demasiado guapo como para estar en un hospital. Me limité a sonreír. Mi atuendo era como para una gala, demasiado formal. Pero me dio tiempo de buscar un abrigo antes de salir.