8 = Esto no esta bien

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Ya es jueves, estoy conduciendo lo más rápido posible para llegar al restaurante. Carly ha tenido que trabajar todos estos días. La remodelación va quedando mejor de lo que esperaba. Blake y sus obreros son muy rápidos y eficientes, sin duda es el mejor equipo que pude encontrar.

Cuando no estoy viendo al mundo desde el lente de mi cámara, estoy ayudando en lo que pueda en el restaurante. Estamos un poco apresurados debido al atraso de la madera y los candelabros. Es difícil conseguir la cantidad de madera que requeríamos. Y comprar los candelabros no fue nada fácil.

En lo que respecta a mí, me encargo de que los obreros tengan su refresco y almuerzo a tiempo. De vez en cuando ayudo a poner cosas aquí y objetos allá. Sé que no es mucho ya que Blake siempre me lo recuerda. –“Definitivamente lo tuyo es la fotografía hermano” – sus labios dibujan una gran sonrisa cada vez que lo dice.

Carly está dirigiendo la obra. Ya que la idea de los cambios fue de ella, siempre supervisa que quede tal y como su mente lo imaginó. Esa es la primera razón por la que aceptó trabajar la semana de su descanso. Y su condición fue no tener ningún traro con Victoria. La segunda condición es, que le reponga su descanso luego y tenía que vacacionar la semana completa, así que, ese tiempo yo tenía que hacerme cargo de la administración.

Desde lo ocurrido en casa de mis padres, solo he hablado un par de veces con Carly. Esta distante, aunque no deja de darme una sonrisa cada vez que la veo. Cometí el error de siempre –Sandy– su recuerdo aún me atormenta. Arruinó lo que pudo ser uno de los mejores días que he tenido en años.

No entiendo porque el interés de Carly y su idea de interrumpir nuestro momento con esa interrogante. ¿Por qué tenía que pregunta por Sandy?

Llegué al restaurante y me estacionè para poder descargar del valijero una hielera repleta de jugos y sodas. Vi mi reloj antes de asegurarme de que el auto estaba bien cerrado. Las 3:28 de la tarde.

Tomé la hielera y caminé hasta adentro del local, al abrir, el olor a madera se coló por mi nariz, de pronto me sentí rodeado por la naturaleza. Pero el ruido de martillos, taladros y todas la maquinas necesarias para el trabajo me sacaron de mis pensamientos.

Coloqué la hielera en una mesa y observé a mi alrededor, todo estaba totalmente diferente. El piso lleno de desperdicios de madera, obreros por aquí y por allá, estaba más amplio algunas paredes estaban terminadas. El escenario estaba casi listo.

A pesar del atraso terminaría la obra par el viernes. Ya teníamos planeado ordenar todo el sábado para abrir el lunes muy temprano.

Vi a Carly conversando con Blake mientras el sostenía el plano, ella señalaba el escenario dibujando líneas imaginarias en el aire, indicando supongo, cuales serian su últimos retoques. Metí las manos a mis bolsillos y la observé. Muy contenta, sonriendo feliz. Blake se giró y me saludo con la cabeza.

Ella se giró y su sonrisa aún dibujada en sus labios me hizo sentir completo por alguna extraña razón. Levantó su mano e hizo un saludo rápido. Blake camino hacia mí.

– ¿Tedas cuenta de la hora que es? Preguntó Blake  mientras se cruzaba de brazos. Tenias que estar aquí a las tres de la tarde. Negó con la cabeza haciendo un gesto de decepción. Los obreros perdieron su descanso de la tarde.

– ¡Tranquilo Blake! No hay ningún problema en que se tomen el descanso ahora mismo. Ahí en la hielera hay jugos y dame unos minutos, iré por los sándwich, que los dejé en el auto. –No te estreses hermano– el ritmo de trabajo va muy bien, de seguro terminaremos mañana. Le di un golpe en el hombro. Me giré para ir al auto pero Blake me detuvo con su inesperado comentario.

–“¡Tienes que hacer algo con la cara de tonto que pones cuando miras a tu asistente hermano!” se nota a kilómetros que te gusta. O puedes decirle lo que sientes y poner esa cara de tonto sin que nos incomode saber que aun no le dices nada.

Siempre Te EsperéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora