Una vez un niño y su mejor amigo subían una montaña. Ellos estaban exhaustos y acalorados, así que, decidieron sentarse bajo un árbol a descansar. El árbol, que dormitaba tranquilamente, se despertó enfurecido.
- Niños malcriados. ¿Qué no saben que es de mala educación perturbar el sueño?
Los niños estupefactos, se miraron y dijeron:
- Lo lamentamos, nuestra impertinencia le ha irritado, pero nos ha servido de ayuda para descansar.
El árbol, al ver que era bueno para algo sonrió e invitó a los niños a que lo visitaran cuando quisieran.
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Cuentos Para Niños Grandes
RandomCuentos cortos escritos por mi, para niños no tan pequeños.