Finalmente, ese día llegó...
Como una premonición intensa, este recuerdo me golpea,
que me hace cuestionar una amistad entera.
El viento sopló y todo rastro de tristeza se llevó,
dejando solo una hueca satisfacción.
Demostrando que la fuente del color y felicidad en mi vida soy yo.
ESTÁS LEYENDO
Cuentos Para Niños Grandes
RandomCuentos cortos escritos por mi, para niños no tan pequeños.