Una vez un pescador solitario se adentró en el misterioso océano. Mientras lanzaba las redes desde su humilde barco y escuchó un grito. Buscó la fuente del mismo, mas al no hallarla, siguió en su faena, precavido y nervioso. Una vez más escucha el grito y esta vez logra divisar su procedencia. Una cueva a su izquierda. Decide acudir a la ayuda de cualquiera que grite. Al entrar escucha un llanto suave y femenino. Al adentrase más se percata de que es una sirena. Sus cortos cabellos castaños estaban secos y su cola era de un verde esmeralda llamativo. En su pecho reposaba un collar de perlas lechosas y sus pechos estaban al descubierto. Su cara estaba cubierta por sus manos y sollozaba quedamente. Sus uñas eran largas y transparentes. El pescador por equivocación hizo el mínimo ruido y la sirena lo miró con sus ojos oscuros como la noche. Ella le sonrió de manera somnolienta. Desde ahí todo empezó...
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Cuentos Para Niños Grandes
DiversosCuentos cortos escritos por mi, para niños no tan pequeños.