¡Oh Afrodita, diosa del amor!

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Algún día ella estará así; tendida, desnuda. Él estará a su lado en las mismas condiciones; observándola, acariciándola, recorriendola
con una delicadeza casi cohibida, pero sobre todo; amándola. Ambos compartiendo un amor inagotable e irascible. Descansando en los brazos del otro. Trasnochando por tantas veces en las que se demostró amor. Durmiendo y compartiendo sueños tanto como lecho. Siendo felices.

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