Esto es algo tan profundo que tal vez tu mente tan pobre no entienda. Temo de ti. De tu respiración, de tus latidos, de tu calor. Pero mi temor es a la vez como la vida de una mariposa. Es etéreo, espontáneo. Se deshace como ceniza atrapada y vuelve al principio del ciclo, interminable. Estar cerca de ti es espeluznante, casi doloroso. Pero tan embriagante como perfume de alabastro. No puedo resistir, me hundo como si tuviera miel espesa bajo mis pies. Se calienta y quema. Ese escozor significa negación. Me hundo, dejó de respirar, quiero sentirte latir.
Se reinicia el ciclo...
ESTÁS LEYENDO
Cuentos Para Niños Grandes
De TodoCuentos cortos escritos por mi, para niños no tan pequeños.