Cuentos Para Niños Grandes

El des ayuno al desnudo

Quisiera pintora ser,

Pintar cuál belleza el ser lo es.

Sonrisas descansan en tus labios,

Que son mariposas líquida de el Verano.

Paños húmedos lanzados al suelo,

Tela mojada por el ojo humano,

Enmohecida por el tiempo, en vano.

Tiemble, mi universo,

Siento que se cae el cielo.

Sé que me pasa, me siento cuerda.

No puedo enfocar la pantalla del celular

Incidente pasado por una mano, que no puede dejar de merodear.

Sentimientos de ver como no es y a la vez ver cosas que son.

Mis dedos agarrotados por el frío,

Pues del noveno círculo han venido.

Hay un sentir áspero a mi lengua, que me causa una incomodidad seria.

Ajena al mundo, es frenético del tamaño de un nanosegundo, en lo que ella mora un santo.

Va montando el sol de un caballo pegaso, agitando de un nicho, un pajarito que hizo un nido.

El dolorsito es consentido por huraños malvaditos.

Mi cara está perversa, me da vida, enriquece al mundo y falta la externa.

Mi felicidad dicen no tiene remedio de medicina. Es más pura que la más letal cocaína.

Dios de todo gay es, cuidando lo que el prójimo diga de si mismo.

Lluvias de colores con matices de gris cuecen nuevos ríos, cuyos causes crearon al Danubio.

El libido percibiente de armonía, construye hipocampos de cristal, manatíes de vitral y estrellas de acuarela.

Arrastre de la marea tira las perlas de la memoria, sin tiemblos o frenesí eterno.

Conteo es interno, recuperado por el cerebro. Tenor que es arrastrado por el silencio de la conciencia.