LA EDAD ES SÓLO UN NÚMERO.

Capítulo 4

Mientras Ana está mirando a Marc e imaginando tantas cosas, encima del escenario sigue la fiesta.
Los chicos están eufóricos cantando, bailando y pasándolo genial con sus equipos. Hay un momento que Marc se acerca al borde del escenario justo enfrente de donde está Ana y en ese momento sucede algo.... Él está mirando a todo el mundo y, en uno de esos momentos, justo mira enfrente suyo y se encuentra con la mirada de Ana. Ella está en ese instante mirándole con admiración y una lágrima cae por sus ojos al verle ahí tan cerca.
Marc se queda mirándola fijamente un momento y siente que el corazón le da un vuelco al ver esa lágrima caer. No puede dejar de fijar su vista en ella hasta que Ana se da cuenta y aparta la mirada enseguida porque le da vergüenza que Marc la vea llorar. Ninguno de los del equipo se ha dado cuenta de este detalle porque están hablando entre ellos y gritando. Pero hay alguien que sí se ha dado cuenta enseguida... Alex.
Marc sigue hablando con el equipo y a la gente que está allí, pero no puede evitar que su mirada vaya cada dos por tres hacia Ana, la cual no ha vuelto a mirarle en todo el rato, puesto que le ha dado vergüenza ver que Marc la había visto justo mirándole fijamente.
Y así después de un buen rato de celebración se acaba todo y la gente empieza a abandonar el local.
Marc se despide de su equipo excepto de Santi y José Luis que se quedan un rato más a tomar algo y al final deciden quedarse a dormir en casa de los hermanos para no tener que conducir, y los 4 se van a reunir con los amigos de los chicos en el bar donde se juntan siempre para acabar la fiesta.
Mientras Ana se despide de la gente con la que ha compartido esas horas y se va hacia su coche que lo ha dejado aparcado cerca del mirador del pueblo. Lo que ella no sabe es que cerca de ese mirador está el bar donde se reunen los chicos siempre y hacia donde se van ahora. A pesar del frío que hace, ella decide sentarse en la pared y contemplar las preciosas vistas de Cervera mientras piensa en todo lo que ha pasado esa noche y se entretiene viendo las fotos que ha hecho porque sabe que tal vez nunca pueda volver a ver a Marc tan cerca como esta noche.
Está triste porque ha sido una hora que ha tenido a su ídolo, su persona especial, delante y sabe que probablemente tenga que vivir con ese recuerdo porque será muy complicado que vuelva a pasar. Entonces agacha la cabeza y unas lágrimas salen de sus ojos. Se siente mal, sola y sabe que le echará de menos. Empieza a pensar que tal vez no haya sido buena idea haber venido a verle porque ahora está aún peor que antes que sólo le veía en la tele.
Mientras, los chicos llegan al bar riendo y entran juntos para reunirse con la pandilla de los hermanos y tomarse algo para acabar la noche bien. No se han fijado en que fuera había alguien porque muchas veces la gente se para ahí y ya no le prestan atención. Ni Ana tampoco es consciente de lo cerca que tiene a su niño.
Alex mientras intenta picar a Marc un momento que se quedan solos para preguntarle por el momento mirada con Ana, pero Marc le dice que no ha sido nada y que ni se ha dado cuenta porque había mucha gente.
En esto Alex sale fuera un momento para coger una cosa del coche que tienen aparcado ahí fuera y es cuando se fija en una chica sentada en la pared, mirando al horizonte y se da cuenta que está tiritando. Entonces decide acercarse a ver si se encuentra bien.
-Alex: Hola, perdona ¿estás bien?

En eso Ana oye la voz y duda en si girarse o no aunque al final lo hace y se queda a cuadros cuando se da cuenta que quien está delante de ella hablándole es el mismísimo Alex Márquez.... De repente es consciente de que ha estado llorando y vuelve a girarse enseguida para secarse las lágrimas y evitar que su ídolo la vea. Pero Alex se ha dado cuenta enseguida de eso.
-Alex: No quiero molestarte pero me ha parecido que no estabas bien.
-Ana: Gracias, estoy bien. No te preocupes.
-Alex: Hace mucho frío hoy, no deberías estar aquí o vas a acabar enfermándote. Por cierto, soy Alex.
-Ana: Te conozco, yo soy Ana. Y gracias por preocuparte pero estoy bien, sólo necesitaba estar un rato sola, más aún de lo que estoy, y pensar. Pero estaré bien. No te molestes de verdad. No vale la pena, no valgo la pena.
-Alex: No digas eso. Mira no sé que te pasa pero eso no lo digas ni en broma. Seguro que sí vales la pena y eso que no te conozco. Y además te he visto llorar y nada ni nadie merece tus lágrimas.... Sé que no nos conocemos pero, si necesitas hablar, estoy aquí para escucharte.
Entonces, mientras habla con ella, a Alex le suena su cara y de repente se da cuenta.... Ana es la chica con la que Marc ha cruzado la mirada antes y a la que su hermano no ha perdido de vista desde ese momento. Entonces piensa en que hacer. ¿Le avisa o no?
Pero ya no tiene que tomar la decisión porque de repente oye a Marc que le llama. Se gira y le ve fuera del bar yendo hacia él. Y no sólo él se da cuenta sino que Ana también le oye y reconoce su voz enseguida por lo que le cambia la cara y lo primero que piensa es en irse enseguida de allí antes de que Marc se acerque y la vea.
Pero Alex ve la intención de Ana y la retiene del brazo para que no se vaya.
-Marc: Alex ¿qué haces? ¿Tanto tardas en coger la chaqueta? Venga que estamos esperándote ya para la partida de dardos.

Mientras se va acercando y se da cuenta que no está solo, sino que hay una chica al lado a la que Alex tiene cogida del brazo y le da la impresión que de modo cariñoso. Lo primero que hace es pensar que será alguna de sus amigas del pueblo pero, justo cuando se acerca, se da cuenta de quien es.
La ve.... Ve a esa chica en la que se ha fijado desde el escenario y a la que no ha podido dejar de mirar en todo el rato. En ese momento pasa por su cabeza esa lágrima que ha visto y se acerca. Pero entonces cae en que su hermano la tiene ahí cogida y no entiende nada. No sabe porqué pero algo dentro de él salta y hace que se mosquee.
-Marc: ¿Alex? ¿Qué se supone que haces? (Le dice borde).

¿Qué pasará?