Y así pasan un rato largo... Simplemente abrazándose, sintiéndose, besándose... Marc quiere demostrar a Ana que lo que siente es de verdad y que la necesita a su lado pero tiene miedo de que ella le diga que no y salga de su vida para siempre. Mientras Ana está en una nube porque el sueño que ha tenido durante toda su vida se está haciendo realidad y no sabe como llevarlo.
Ana adora a Marc pero sabe que él es especial y lo tiene todo, en cambio ella siente que no es nadie y que, tarde o temprano, Marc se cansará de ella y se irá con otra y eso es algo que no podría soportar ella, por eso está dispuesta a renunciar a la persona que más quiere en este mundo para no pasarlo mal en un futuro. Y decide decírselo y no alargar más tiempo ese momento aun con todo el dolor de su corazón.
-A: Marc.... Escúchame tú ahora a mí por favor, déjame decirte todo porque si no no sé si seré capaz de hablar...
-M: Te escucho. (Le dice Marc serio, porque se está temiendo lo peor al ver la cara de Ana).
-A: Marc, hace muchos años que te sigo, siempre has sido mi ídolo y, pase lo que pase, siempre lo serás. Había soñado toda mi vida con llegar a conocerte en persona pero sabía que sería muy difícil. Muchas veces, cuando tenía bajones en mi vida, me ponía una carrera tuya y me ayudaba a seguir adelante porque ver como tú te levantabas con fuerza y luchabas por tu sueño, hacía que yo también hiciese lo mismo. Creo que siempre te he querido en silencio pero, de un tiempo a esta parte, me di cuenta que estaba empezando a sentir algo especial.... Cada vez que te veía sonreír en la tele hacía que mi corazón latiese con fuerza, era feliz con tus triunfos y lloraba cuando las cosas no iban tan bien. Poco a poco te hiciste un hueco en mi corazón y cada vez era más grande, pero sabía que era imposible porque a lo mejor no nos veríamos nunca y además así como soy era imposible que te fijases en mí.
-M: Ana...
-A: Déjame seguir por favor... Y entonces llegó el día en que supe que podría verte en persona aunque fuese en la distancia y fui feliz... Puse rumbo a Cervera con la mayor ilusión del mundo y entonces pasó todo... Sentí tu mirada mientras yo lloraba y me dio verguenza volver a mirarte. Fue un segundo en el que nuestras miradas conectaron pero bastó para saber que siempre estarías en mi corazón y jamás podría olvidarte. Y luego lo del mirador, Rufea, hoy,.... Mira Marc, ahora mismo soy la persona más feliz del mundo por haber podido conocerte, haber compartido parte de tu vida y tus momentos contigo, sé que jamás podré olvidar estos días contigo y tu hermano.... Pero no puede ser.... Yo no pertenezco a tu mundo, no tengo nada que ofrecerte, soy mayor para ti y tú puedes tener a todas las chicas que quieras. Sé que a la larga esto acabaría y yo sufriría y no quiero.... Quiero que seas feliz, que encuentres a alguien que realmente valga la pena y estés bien a su lado... Y esa persona no soy yo Marc, de verdad que no lo soy...
Mientras Ana dice eso se levanta y se va hacia la ventana mientras las lágrimas empiezan a correr por sus mejillas. Marc se queda parado y roto porque ve que la pierde tal vez para siempre y no va a poder hacer nada. Entonces se levanta y va hacia ella muy despacio, se pone detrás, la abraza por la cintura, apoya su cara en su hombro y simplemente se queda así con ella, sintiendo como sus lágrimas caen y ella tiembla.
Ana se deja abrazar porque sabe que será la última vez que estén así. Entonces se gira hacia él quedando de frente y, mirándole a los ojos primero, le pide perdón y se abraza muy fuerte a él apoyando luego su cabeza en su pecho y sintiendo como su corazón late fuerte y rápido. Y así se quedan un buen rato, Marc acariciándole el pelo y sin querer soltarla y ella sintiendo su respiración y dejándose mimar por él por última vez.
Entonces Marc se separa un momento de ella, la mira fijamente a los ojos y, sin pensarlo dos veces, la besa con dulzura.... Un beso que dice muchas cosas por las dos partes... Un beso que ambos disfrutan aunque, a la vez, sienten que es el último que se darán.
-M: Ana, aunque me duela el alma ahora mismo voy a respetar tu decisión porque te quiero y no quiero que sufras por mí. Jamás voy a poder olvidarte, tenlo por seguro. Me he enamorado de ti y nunca saldrás de mi corazón. Ojalá ahora mismo esto fuera una pesadilla y, al despertarme, estuvieras a mi lado. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida y cambiaría todos los mundiales por tenerte a mi lado para siempre. Por favor, prométeme que nunca vas a olvidarme y, cuando veas que estás preparada, volveremos a tener contacto aunque sea como amigos poque te necesito en mi vida... Prefiero tenerte como amiga a no tenerte... Y quiero que vengas al GP que quieras y vivas todo desde dentro conmigo.
-A: Marc.... Ahora mismo no sé cuanto tiempo va a pasar pero necesito alejarne e intentar olvidarte aunque no creo poder hacerlo en mi vida. Pero te prometo que, cuando me vea preparada te escribiré y, si aún quieres, volveremos a retomar el contacto. Eso sí, por favor, te pido que seas feliz, que no te cierres a conocer a alguien porque seguro que hay una persona que está esperando en algún lado para entrar en tu vida y hacerte feliz y, aunque me duela, yo seré feliz si sé que tú lo estás.
-M: Jamás seré tan feliz como he sido estos días contigo... Jamás.... Te quiero y siempre voy a quererte.
Entonces vuelven a abrazarse tal vez por última vez, se besan despacio, sintiéndose, mientras a los dos les caen lágrimas y están así minutos.
Luego Marc se separa, la mira a los ojos por última vez y se va hacia la puerta mientras guarda en su cabeza y en su corazón la imagen de esa chica que, a pesar de haber entrado en su vida hace unos días, sabe que siempre tendrá con él y jamás olvidará. Y con esa imagen abre la puerta y sale de la habitación.
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LA EDAD ES SÓLO UN NÚMERO.
FanfictionEsta es la historia de Marc Márquez, un chico de Cervera de 24 años, 5 veces campeón del mundo. Por otro lado está Ana, tiene 36 años y vive en Mallorca. Es una fanática de los deportes pero sobretodo de las motos y sus ídolos son los hermanos Márq...