Encuentro 4

14 2 0
                                    

Anne
No lo podía creer, ni yo misma sabía de dónde había sacado tanto coraje para no sucumbir ante él mientras su mirada intentaba descifrar la mía, me perdía ante ella, pero lo más extraño era sentir que se me hacía extrañamente familiar.
Aleje esos pensamientos de mi mente, eso no era posible, si fuera cierto nunca lo hubiera olvidado- pensé- no todos los días conoces ha alguien como él.
Lío Wayland, se había metido en mi mente y en mi vida de un momento a otro, ansiaba volverlo a ver, aunque eso implicaba romper una que otra regla.
Sahera y Kiar, me armaron tremendo lío por perderme las clases de ese dia, mientras me exigían explicaciones de donde diablos me había metido.
-Anne, se puede saber dónde estuviste- dijo Kiar, realmente enfada.
Chicas,solo me perdí, me pareció ver algo en el bosque y terminé acercándome, en un momento a otro ya no sabía dónde estaba- dije algo avergonzada.
Esta vez me salvé por poco, eran mis amigas pero todo referente a Lio lo iba a mantener en secreto, al menos por el momento.

A la mañana siguiente, me desperté entusiasmada, tenía que encontrar la manera de escapar de las chicas o empezarían a sospechar. Nunca fui muy buena poniendo excusas pero me aventuré a decirles que pasaría por la enfermería, pues no me encontraba del todo bien. Odiaba mentirle a mis amigas, pero por ahora era lo mejor, no sabía realmente donde iba todo esto y no quería hacerme ilusiones.
Cuando las grandes campanas resonaron, mi corazón latía a mil, era indescriptible lo que sentía, debía controlarme pues sabía que debía ser cautelosa o de lo contrario me iría muy mal, en especial por los West.Al llegar a la gran portón West, se presentaron ante mi dos jóvenes que con anterioridad ya había visto, si no más recuerdo eran While y Whood.
Me abrieron paso a mi encuentro con Lío, mientras este me recibía con una sonrisa tranquila y al parecer un pequeño picnic.
-Princesa, estoy a sus órdenes- sonrió Lío.
-Mis caprichos, no pueden ser algo que usted pueda complacer- reí burlona, con una chispa en mi voz.
-Hoy quedará satisfecha, se lo aseguro princesa-me siguió el juego.
-Es mejor que sea así, Wayland -reí por la cara de frustración de Lío, adoraba ver cómo intentaba descifrarme.

Poco a poco, sin darme cuenta mi mirada lo seguía donde iba; Sahera y Kiar habían empezado a sospechar, y no solo ellos.
Las miradas cargadas de odio o indiferencia de los West parecían confirmar una de mis sospechas: No era bienvenida para ellos.
Muchas veces en nuestro pequeño picnic privado, lo sentía distante y otras veces parecía que le dolía el alma alejarse de mí.
Había intentado hablarme de algo, pero siempre terminaba cambiando el tema, mi curiosidad era única y ya me había propuesto saber que era aquello que no se atrevía a decirme.

Era una tarde algo triste, las campanas se abrían paso para finalizar el día, mientras conversaba con Kiar, no pude evitar observar a Lio, parecía tranquilo y muy animado.
Mientras me devolvía una pícara sonrisa, arrastre a Sahera y Kiar devuelta a nuestros dormidos, mientras estás conversaban ruidosamente.
Había pillado a Kiar observar a While hacia ya varias semanas, pero no era la única, Sahera miraba demasiado a quien ella proclamaba despreciar: Whood, a lo que este le sonreía pícaramente.
Ensimismada en mis pensamientos, apenas había reaccionado a la sacudida que recibí por parte de una odiosa chica que me lanzaba dagas con la mirada.
-Al parecer, no sabes quien te has buscado de enemigo- sentenció una rubia, la maldita será hermosa pero es realmente odiosa.
-Te refieres a ti- le respondí en su cara, ahí tienes bruja- me parece que no tienes modales, ni siquiera nos conocemos y pretendes atacarme-si creéis que me iba a dejar intimidar, reí, esta muy lejos de ello.
Fue un gran alivio la intervención de Lío, estaba furioso con Samantha, según me dijo ese era su nombre, a lo que está sólo atinó a obedecer.
Mientras Lío convocaba una reunión de emergencia, le seguimos a un gran salón, era hermoso y a la vez mezclaba un sentimiento de soledad; observaba los rostros de enojo, confusión, indiferencia y muy en el fondo me percaté que era sólo fachadas para esconder un solo sentimiento: preocupación.

Preocupación?, No entendía a que... mi amistad con Lío no podría traerles tantos problemas, o si?
Mientras tanto, Lío había logrado calmar los ánimos, pero yo era la más confundida del salón: consejo de Ancianos?, Iniciación?, Si yo ponía en peligro a Lio, tenia el derecho a saber que era lo que estaba pasando, pensé.

Mientras se retiraban, Lio hizo quedar a Samantha mientras la miraba con enojo y vacilación.-Discúlpate inmediatamente con Anne-dijo con autoridad-mientras vienen los guardias para que cumplas tu castigo, samantha-dijo con vacilación.

-No me puedes hacer esto Wayland, es una simple humana, jamás entenderá nuestro mundo; soy una sangre pura y exigió mis derechos-expuso Samantha. 

-Sabes que cometiste un error fatal, enfrenta tus faltas Samantha-rió- es mejor has lo que te digo o esto podría salir muy mal-ordenó.

Estaba realmente humillada, mientras su mirada me asesinaba sus labios pedían mi perdón, asimilando toda esta situación, la guardia llegó y guió a Samantha a lo que Lio había descrito como su castigo.

-Se puede saber que es todo esto Wayland-acusé-me debes una explicación a todo lo que acaba de suceder, cual es la verdad y no te atrevas a mentir que se muy bien que me llevas ocultando algo-lo miré enojada, si creía que por sentir cosas por él podía manipularme estaba realmente equivocado.

-Déjame explicarte princesa-dijo con algo de duda en su voz- tienes toda la razón, debí alejarme de ti cuando todavía era tiempo-dijo con miedo en su voz-Anne no soy lo que piensas, en este mundo en el que vivo, no puedo ni debo mostrarme débil-dijo con verdad en sus palabras.

-Sigo sin comprender, sea lo que sea , habla de una vez....-dije con preocupación.

-Esto no lo puede saber nadie, entiendes Anne?-asentí-soy lo que ustedes llaman la sombra de la noche con sed del más vital liquido que ustedes humanos nos puedan proporcionar-dijo.

Mientras meditaba en silencio cada una de sus palabras, por fin entendí el secreto que escondía la clase West: Para unos leyenda, para otros un simple mito, pero la verdad estaba ante mí....

No tenía miedo... era algo extraño para cualquier humano cuyo instinto de supervivencia lo hubiera llevado a alejarse de todo o bloquearlo de su mente, me acerque a Lio y lo miré directamente a los ojos: para mí siempre seras Lio, mi preciado vampiro.

Roja OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora