La decisión de Carmen 16

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Carmen humilla a su esclava de nuevo, en esta ocasión ante una ex-profesora a la que Vanesa se lo hizo pasar mal…

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Las semanas para Carmen pasaron plácidamente desde que su Ama le entregó en propiedad a Vanesa, siempre que Sara no la necesitase para nada. La chica acostumbraba a quedar con su esclava una tarde de cada tres, las otras dos las empleaba para estudiar, ya que no quería descuidarse con sus deberes de universitaria.

Sara por su parte disfrutaba viendo como su sumisa comenzaba a gozar de su faceta Dominante sin perder ni un ápice de eficacia en las tareas que hacía para ella. Carmen sabía adaptarse perfectamente a su posición de Ama y de esclava según quien fuera a quien tenía delante.

Carmen pese a que solo dedicaba a su sumisa un par de tardes a la semana en las que disfrutaba desnudándola, humillándola, dándola castigos suaves y si se lo merecía alguno más fuerte… no era el único momento en el que la tenía sometida.

La chica no dejaba ni a sol ni a sombra a la que había sido su acosadora el año anterior, se pasaba todo el día a su lado, incluso en las clases, cambiando su lugar con Gema, a la cual aún no había sometido.

-         Por favor Carmen para- le susurró Vanesa al sentir como el vibrador que su Ama le había metido en el sexo volvía a moverse dentro de ella.

-         ¿Qué pare de que?- preguntó la chica sonriendo mientras metía la mano en el bolso para aumentar la intensidad de la vibración.

-         El vibra… me vas a hacer correrme delante de todos- dijo la chica en un susurró.

-         Tranquila, lo tengo todo controlado- dijo Carmen al momento bajando un poco la intensidad.

Carmen se había acostumbrado a hacer cosas como aquella a Vanesa, que cada día era más dócil con respecto a su adiestradora y ponía menos pegas a la hora de cumplir sus órdenes.

Cuando sonó el timbre que indicaba el final de la última clase las dos chicas se levantaron y ambas cogieron sus mochilas, la diferencia entre la de Vanesa y la de Carmen era que la de la esclava era mucho más pesada que la de su Dueña, ya que la primera llevaba la mayoría de libros de la segunda.

A Carmen le habría resultado divertido hacerla cargar con su mochila delante de todos, pero sabía que no era una buena idea airear demasiado la situación que había entre ellas.

Antes de salir del recinto de la universidad un par de chicos pararon a Vanesa y Carmen para invitarlas a una fiesta que celebraban aquella misma noche. El estar tanto tiempo cerca de la popular sumisa había convertido a Carmen también en popular.

-         Lo siento, tengo otros planes- dijo Vanesa, Carmen la miró sonriendo, aquella tarde no tenía sesión con ella, pero la chica le había dado orden de rechazar todas las invitaciones si ella no le daba permiso para acudir, Carmen se había perdido muchas fiestas e invitaciones en su último año de instituto por su culpa e iba a devolvérselo con intereses.

-         Sí- añadió Carmen- hemos quedado con una amiga que viene esta tarde.

-         Bueno, podéis venir todas si queréis- ofreció el otro chico.

Carmen después de decirles que quizás se pasasen siguió avanzando acompañada de su cargada y excitada sumisa que comenzaba a sudar pese a que hacía un poco de frío.

-         Te llamaré esta tarde, perra- le dijo cuando ya estaban solas mientras Carmen se dedicaba a pasar los libros de la mochila de Vanesa a la suya- lo de que hemos quedado con una amiga es verdad.

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