Carmen prepara una sorpresa para su Ama…
***
- Muy bien zorras- dijo Carmen sonriendo mientras observaba como sus esclavas se desnudaban nada más entrar en la casa.
No era la primera vez que juntaba a las dos sumisas para someterlas, así que se dirigió al salón donde se descalzó para esperarlas. Tanto Gema como Vanesa llegaron tan solo un segundo después de que Carmen pusiese sus pies ya descalzos sobre la mesa.
- Aprendéis rápido- dijo la muchacha cuando notó las lenguas de sus sumisas pasando por las plantas de sus pies- pero en esta ocasión ha llegado primero Gema, así que parte con ventaja para la competición- las dos sumisas alzaron un poco la mirada confundidas, sin descuidar los pies de su Dueña ni por un instante- esta tarde voy a hacer algo especial con mi Ama y os voy a necesitar a las dos, pero solo a la ganadora de la competición la dejaré correrse ¿añoráis mucho correros?- preguntó sonriendo.
- Sí mi Ama- dijeron las dos al unísono.
La Adiestradora sonrió, sabía perfectamente que sus esclavas no podían correrse sin su permiso, ya que las había puesto un dispositivo de castidad a cada una, el dispositivo era de lo más sencillo, un par de semanas antes, Carmen dudando de la fidelidad de sus sumisas había preguntado a su Ama por algún lugar donde pudiese anillar los labios vaginales de sus esclavas, mandándola esta a una amiga que sin coste alguno puso tres anillas en cada labio vaginal de sus sumisas, pudiendo así colocar tres pequeños candados en cada uno de sus sexos, dejando sus labios tan juntos que era totalmente imposible que se pudiesen masturbar sin que su Adiestradora interviniese.
Desde aquel día Carmen notó que sus esclavas se volvían todavía más dóciles, lo que la hizo suponer que hasta antes de tomar aquella medida sus sumisas se masturbaban cuando ella no estaba cerca.
- Vanesa, vas la última- le dijo Carmen al notar que la habilidad de Gema superaba la de la sumisa tetona a la hora de lamer pies- a este paso Gemita va a hacerse con el segundo punto.
Vanesa al escuchar aquello aceleró el ritmo de su lamida sobre el pie de su Dueña, pero Gema estaba exactamente igual de ansiosa por correrse así que hizo lo mismo para no quedarse atrás. Carmen comenzó a reír, risa que venía motivada por las cosquillitas que le hacían sus esclavas y por lo mucho que la gustaba tener humilladas y sometidas a sus dos compañeras de clase.
- Parece que vuelves a perder perra Vanesa- le dijo Carmen restregando su pie humedecido en saliva por la cara de su esclava- pues la competición es de cinco pruebas, así que como vuelva a ganar Gema te quedarás sin orgasmo.
- Me esforzaré más mi Ama, lo siento mucho- dijo la sumisa avergonzada por haber sido superada por su compañera en dos ocasiones.
- Esta prueba será divertida- dijo Carmen levantándose del sofá y comenzado a quitarse toda la ropa ante la atenta mirada de sus esclavas.
La dos sumisa comenzaron a seguir a su Ama arrodilladas por la casa, hasta que llegaron a la sala de castigos donde Carmen siempre sometía a sus esclavas de una manera más severa.
- Como veo muy factible que vuelvas a perder, perra Vanesa- le dijo Carmen mientras se sentaba en la silla con aspecto de trono que había en la habitación- voy a pasar a la quinta prueba que es la que más placer me iba a dar. El juego es muy fácil, yo me siento aquí y vosotras me dais placer, la primera que me haga correrme gana.
- ¿Las dos a la vez Ama?- preguntó Vanesa.
- No, una por una, un minuto una, otro minuto otra, así hasta que me hagáis acabar- Carmen vio unas ligeras sonrisas en los labios de sus esclavas- claro que no será tan fácil, la que no me esté lamiendo podrá usar esto para dar dolor a la lamedora- dijo la Dominante cogiendo una pequeña pica eléctrica de baja intensidad- esto pitará cada vez que tengáis que cambiaros- dijo Carmen tocando el cronómetro que había dejado preparado en uno de los reposabrazos del trono- comienzas tú, Vanesa.

ESTÁS LEYENDO
La decisión de Carmen
Fiction généraleEsta es la historia de una chava que como tu o como yo busca realizar sus sueño pero la situación economica de su familia la lleva a hacer cosas que nunca nadie habia imaginado y que pronto se volvera su mejor decisión