WHISTLE
La mañana del primero de marzo en el campo de fútbol, precisamente en los asientos, se encontraba el cumpleañero Yuri con una expresión de cansancio y junto a él su “amiga” Mila, quien era mayor que el rubio por 2 años, tenía una cara de risueña como era costumbre.
Mila Babicheva era una estudiante dos años mayor que Yuri, pero que estaban en la misma clase porque ella estaba atrasada, y Yuri había sido adelantado; ambos por un año. Se conocieron en clase de cálculo dos años antes y se les asignó como pareja de laboratorio, por lo que debían pasar tiempo juntos para los experimentos y prácticas.
Mila era totalmente opuesta a Yuri, en cualquier aspecto. Pero quizás esa era una de las razones por la cual Mila y Yuri se seguían juntando.
Los opuestos se atraen. Quizás no de ése modo entre ellos dos, pero al fin y al cabo se atraen.
Miraban al equipo masculino de fútbol de preparatoria practicando. Yuri había sido literalmente arrastrado hasta allí por la escandalosa de Mila, quien estaba ahí para ver a su crush practicar.
—¿No es lo más sexy que has visto en tu vida, Yuri? —preguntó la pelirroja con ojos de corazones.
—Mila, es sólo Beka. —El rubio rodó los ojos mirando con asco a la chica a su lado.
—¡Oh, vamos! Sólo dices eso porque ustedes son amigos. En cambio yo sufro porque no sé cómo acercarme a él —contraatacó señalando al rubio con su largirucho dedo.
—¡Que no somos amigos, vieja bruja! —escandalizó Yuri obteniendo la atención de los jugadores cercanos, entre ellos Otabek; quien se acercó hasta donde ellos estaban trotando.
—Hola, Yura —saludó él cortesmente, mostrando una sutil y corta sonrisa de lado, luego miró a Mila y sólo elevó la cabeza—. Feliz cumpleaños.
Se dirigió al rubio sacudiéndole el cabello, el cual ya empezaba a caerle por las orejas.
—Aléjate, estúpido. —Apartó la mano del mayor con una sonrisa socarrona—. Ya tengo 14, ¿dónde están mis strippers? Lo prometiste.
—Ya te las llevaré, Yura —dijo el castaño de 16 riendo un poco, para luego ser interrumpido por el sonido proveniente de la garganta de Mila.
—Mila Babicheva, un placer.
Extendió su mano al chico de ojos oscuros y piel morena, esperando una respuesta que llegó de manera indecisa.
—Otabek —dijo el otro, simple. Yuri quería reír por la vergüenza por la que la pelirroja estaba pasando; amaba verla sufrir de esa manera.
—¡Altin! —llamó el entrenador del equipo, Yakov, con su cara de diablo soltando gotas de sudor debido al candente sol que golpeaba su cara duramente—. ¡Las novias para más tarde, vuelve acá!
—Adiós —murmuró sin rodeos, haciendo un pequeño saludo con el rubio para posteriormente voltearse e ir con su equipo.
—¿No es un bombonazo? ¿Oíste su voz? Es tremenda...
Yuri volvió a rodar los ojos ante las palabras de la chica, pero luego una idea se le cruzó por la cabeza.
—Mila, escucho su voz todos los días. —Se acercó al oído de Babicheva, con una sonrisa maliciosa en la cara—. Todas las noches. En mi cama. Gimiendo mi nombre...
—¡Yuri! —gritó Mila aterrada por haber imaginado aquella situación—. ¡Tienes 14! ¡Aún no tienes edad para pensar así!
Yuri rompió a carcajadas, volviendo a obtener la atención de los jugadores. Luego de que se calmó, miró a Otabek, y volvió a mirar a Mila.
—Eres una ingenua, vieja bruja.
—Gracias a Dios no es real...
—¿Eso crees? —susurró sonriendo como aquel gato de Cheshire en la película de Alicia en el País de las Maravillas—. ¿Crees que no es real?
—Yuri...
—¡Beka! —llamó inclinándose sobre el muro que separaba las gradas del campo en cierta pose algo comprometedora; el susodicho se voltea mirando a los ojos al rubio—. ¡Gracias por lo de anoche! ¡Fue increíble!
Y para colmar la paciencia de la pelirroja, lo último que hizo Yuri fue lanzarle un silbido cuando el kazajo se volteó, dejando ver su trasero que estaba cubierto por la tela del uniforme.
Los del equipo comenzaron a soltar silbidos y risas ante lo que había dicho el adolescente de naturaleza malhumorado. Mila estaba roja, quería explotar de la envidia por lo que Yuri había hecho; Otabek no había negado nada, así que lo que Plisetsky decía podría ser verdad.
Otabek y Yuri se habían acostado.
Pero la realidad de los hechos era que en la noche anterior, Otabek ayudó a Yuri a escaparse a algún lugar desconocido para el kazajo; y al final cuando lo fue a recoger, ambos pasaron por una heladería a las dos de la mañana y se comieron cuatro sundaes.
En fin, cada uno entendía lo que quería entender, ¿no?
—Sólo... —La pelirroja suspiró cerrando sus ojos—. Sólo necesito que me ayudes a conquistarlo, Yuri. Eres mi única esperanza.
—No.
—¡Yuri~!
—¡Que no, vieja bruja!
—¡Yuratchka!
—¡No me llames así!
—Ayúdame, prometo no molestarte más en toda tu vida. Por favor. —Mila juntó ambas manos formando una plegaria, mirando a Yuri a los ojos fijamente.
—¿Toda mi vida, eh? Suena interesante.
♡ ♡ ♡
preadolescente!yuri es mi yuri favorito
headcanon en el cual yuri de 14 y pidge de 15 (de voltron legendary defender) son rivales pero terminan siendo mejores amigos i think YES
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corbatas | otayuri
Short Story『 mejores amigos ! au 』 toda su relación se basaba en corbatas mal atadas, trajes elegantes y malhumor. (2017)