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I NEED U

Quién diría que, después de todo lo sucedido, había una persona que aún pensara en aquella noche. No quería aceptarlo, pero en su mente rondaban las imágenes del... ¿Beso? ¿Roce de labios? ¿Pico? ¡Otabek ni sabía qué había sido eso! Estaba desesperado, necesitaba ayuda profesional. Pero digamos que su único amigo de confianza era Yuri, y no correría a hablar con él sobre lo ocurrido. “¿Y si Yura no lo recuerda? No puedo arriesgarme” e “¿Y si ya lo sabe? A la mierda, no puedo hablar con él” eran las preguntas que iban y venían en la cabeza del kazajo.

No quería decir que lo necesitaba, pero definitivamente Otabek Altin necesitaba a Yuri en ése momento.

—¿Qué carajos haces...? —murmuró el kazajo hacia sus pies, los cuales caminaban hacia el balcón. Oh, él sabía exactamente qué hacían.

Para su sorpresa, Yuri estaba en el balcón también, leyendo un libro con una cara de aburrimiento. Sí, Yuri Plisetsky nunca cambiaba...

—Eh... Yura —siseó obteniendo la atención de su mejor amigo. ¿Mejor amigo? ¿Aún podía llamarle así? Por alguna razón se sentía sucio al decir esa palabra.

Yuri sonrió cuando divisó a su amigo, haciéndole un ademán con la mano para que se acercara. Después de volverse a aupar a la rama del árbol, atravesarla y llegar hasta donde estaba el rubio, ambos se encontraron frente a frente, había pasado una semana luego de aquella fiesta, y no habían podido verse frente a frente más que en los almuerzos de la secundaria; a la única persona que había estado viendo seguido era a Mila.

Podríamos decir que la mamá kazaja había tenido una muy buena impresión de la compañera de estudio de Otabek

—Llevas años desaparecido, Otabek Altin, ¿a qué se debe? ¿Acaso me estás evitando? —bromeo su rubio amigo, cerrando el libro y abriendo la puerta de su balcón, para seguidamente entrar a su habitación, seguido de un kazajo.

Otabek se sintió extraño con aquella pregunta, sentía que todo le recordaba a la escena de algún modo.

—¿Evitar? ¿D-De qué h-hablas...? —murmura el moreno sintiendo sus mejillas enrojecer un poco. ¿Qué diablos le pasaba?

—Bien... —Rió Yuri frunciendo el ceño un poco—. Escucha, puedes quedarte, pero Mila y yo...

—¿Mila? ¿Qué hace ella aquí? —preguntó Beka deshaciéndose de los recuerdos de la escena de la piscina, de un modo u otro debía olvidarlo.

—Estoy estudiando con Yuri —habló ella entrando a la habitación con unos lentes colgando torpemente de su cara y una taza de té en la mano; su rostro se puso algo caliente cuando vio que Otabek estaba preguntando por ella—. Hola, Otabek.

—Hola, Mila —respondió el kazajo con cortesía. Yuri miró a su amiga y a su mejor amigo detenidas veces y con una sonrisa socarrona. Parecía ser que Beka y Mila habían hecho click.

—Ya, tórtolos de mierda, tengo que estudiar para biología y trigonometría —habló Yuri aplaudiendo y moviéndose por el cuarto hasta llegar a su cama, en donde habían libretas y libretas regadas por todas partes.

—Yo... Yo mejor me voy —titubeó Otabek al rascarse la nuca. No recibió respuesta, por lo que entendió que Yuri y Mila necesitaban su espacio.

—Ve tú.

—Ni muerta, ve tú.

El rubio y la pelirroja se veían mutuamente a la vez que susurraban, casi olvidaban el hecho de que Beka estaba abriendo la puerta de cristal para irse.

—Si no lo haces te juro que...

—Cállate, vieja bruja, y hazlo tú.

—¡Yuri! —exclamó Mila lo más bajo que podía.

—¡Beka! —llamó el rubio con la rabia carcomerle debido a la insistencia de su pelirroja amiga—. Se le hace tarde a Mila, ¿podrías llevarla a su casa...?

—¡Eso no fue lo que acordamos, Plisetsky!

—Tarde. No me importa. ¿Aceptas, Beka? —Se volteó al moreno que estaba parado en el umbral del balcón.

—Sí, claro... —respondió sin mucha importancia; sinceramente no entendía que se tramaban ellos dos, y tampoco es que les haya prestado mucha atención, pero tampoco le importa. Él sólo quería evitar a Yuri por más que su mente y cuerpo hacían lo contrario.

—Bien, eh... Recogeré mis cosas y esperaré abajo —murmuró Mila sintiendo el calor subir a sus mejillas.

[ ♡ ]

—Muchísimas gracias por aceptar a traerme, Otabek —habló Mila sintiéndose en las nubes al bajar de la motocicleta del kazajo, quien le sonrió cálidamente.

—No hay de qué, Mila —dijo el moreno, creando un pequeño debate mental en el que se preguntaba si debía hacerlo lo que tenía pensado o no.

—Adiós, supongo —murmuró la de ojos azules, dándose la vuelta para entrar a su hogar, pero la gruesa y algo tímida voz de Otabek la detuvo.

—Esto... Mila —la llamó, y la susodicha se volteó con las esperanzas en alto—. Mi mamá dijo que mañana hará lasaña, ¿irás?

Mintió. Su verdadera pregunta era otra. Pero iba a desmantelar su pequeño teatro de heterosexualidad, el cual él mismo se había negado a dejar caer. Aún así quería tratar de olvidarse de la escena en la piscina con Yuri, sin importar el costo.

—Por supuesto, Beka.

♡ ♡ ♡

re inspirada en marina con el sometimes i ignore you so i feel in control, 'cause really i adore and i can't leave you alone YA FUE SALE FIC ahre

gracias por los votos y comentarios no puedo creer que les guste la fic sksjdksk ♡♡♡

corbatas | otayuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora