Recomiendo escuchar la canción en multimedia en la escena del baño ok ahre
THE 7TH SENSE
Mila Babicheva era la mejor planificadora de fiestas junto a su compañero de clases Jean Jacques Leroy, conocido por todos como JJ. Se acercaban las vacaciones y no había mejor manera de celebrarlo que haciendo una fiesta en honor a aquello. Todos estaban invitados, como era de costumbre, y en la lista de invitados estaban Otabek y Yuri.
Todos esperaban dicha fiesta, sobre todo los graduandos (grupo en el que Otabek se encontraba a sus 17 años). Sería algo grande, ya que Mila y JJ son un terremoto de diversión.
La principal causa de esta fiesta (para Mila) era conseguir un poco de atención de Otabek Altin. Yuri le había dicho que hiciera una reunión de amigos e invitara al kazajo, así que decidió tomar las riendas.
Aunque se desvió un poco del camino ya que el plan principal era una reunión. No una fiesta salvaje.
Un Yuri de 15 años recién cumplidos dos meses antes estaba sentado en el borde de su cama mirando al mensaje que la pelirroja le había enviado acerca de la fiesta sin expresión alguna, vestido con un traje completamente negro. Esperaba a que Otabek cruzara el árbol y llegara a él, que le dijera que su abuelo estaba haciendo piroshkis mientras veía la programación del gobierno.
Pero cuando Otabek abrió la puerta del balcón, lo primero que sintió Yuri fue una mirada atravesándole el alma. Otabek caminó hasta colocarse en cuclillas entre las piernas de Yuri, mirándolo desde abajo cómo silenciosas lágrimas caían por sus mejillas.
Ninguno dijo nada, ¿para qué? Si de todos modos ambos sabían que una conversación no llegaría a ningún lado.
Yuri tomó de la oscura corbata de Otabek sin decir palabra. Desató el desastre que había causado su amigo y empezó a atarla de manera correcta.
Desabrochó los botones del traje del kazajo, introdujo la corbata dentro y volvió a abrochar la chaqueta de tela negra y costosa.
—E-Eres un e-estúpido, Beka —murmuró Yuri respecto a la corbata. Otabek sonrió algo triste, limpiando la mejilla del rubio con cuidado.
Más silencio.
—No quieres ir al funeral, ¿verdad, Yura? —El moreno lo sabía, lo veía en la cara de Yuri, húmeda por las lágrimas. El rubio negó, no pudiendo evitar soltar en llanto y jadeo ante el kazajo, quien lo recibió rápidamente en un fuerte abrazo.
A Otabek no le importaba tener su traje mojado si se trataba de Yuri. Porque las lágrimas de Yuri valían más que el costoso traje. Yuri valía más.
Otabek fue levantándose de manera lenta del suelo, cargando a un pequeño rubio entre sus brazos, quien lloraba cual bebé sin su madre. Lloraba desconsoladamente, lloraba porque le habían arrebatado a la única persona que amaba verdaderamente.
Lloraba porque el abuelo Nikolai ya no estaría para él.
El moreno sentó a Yuri encima del lavabo en el baño de la habitación de éste último. Abrió el grifo y mojó ligeramente una pequeña toalla con agua tibia y empezó a pasarla con cuidado por el rostro de su mejor amigo.
—No estoy diciendo que no debas llorar, porque es algo inevitable, pero sólo quiero que sepas que verte llorar también me pone mal —susurró Otabek sin mirar al rubio a los ojos, apartando la toalla—. Nikolai está en un lugar mejor, Yura...
—N-No me vengas con esa m-mierda de “Un lugar mejor”, Otabek —refunfuñó entre jadeos y con la respiración agitada—. E-Eso es para los b-bebés, no para mí.
Altin rió un poco, tratando de calmar la atmósfera.
—¿Por qué te ríes? ¿Eres estúpido o qué? —habló el rubio pasando una mano por su cabello.
—Sonaste igual a un Yuri de siete años.
—Te odio.
—En fin, ¿qué debo decirte si no quieres que te trate como bebé?
Estaban casi rozando narices, escuchaban la respiración del otro, y lo único que iluminaba aquel cuarto de baño era la luz que emanaba el celular de Yuri. Pero aún así, ambos veían perfectamente los brillantes ojos del otro.
Ninguno de los dos sabía qué estaba pasando o qué estaban haciendo.
—¿Por qué mejor no dices nada? —Las manos de Yuri fueron a jugar con el cuello de la chaqueta de Otabek, atrayéndolo un poco más—. Hablas demasiado.
—¿En serio? —El kazajo fue el primero en acercar su cabeza unos centímetros más cerca a la de Yuri.
El rubio quiso besarlo en ese momento, por alguna extraña razón que él mismo desconocía, mas no le importó. Relamió sus labios en la oscuridad, llevando su pulgar a los labios de Otabek inconscientemente.
Pero cuando cayó en cuenta de que quería besar a su mejor amigo en una situación como aquella, decidió apartarlo rápidamente con un empuje algo fuerte. Sintió sus mejillas arder como si de fuego se tratara; Otabek también se sentía así, por lo que ambos agradecieron internamente a que no hubiera luz que los delatara.
—Hablas demasiado. Mejor cállate, estúpido —susurró Yuri cruzándose de brazos.
♡ ♡ ♡
#rip nikolai :-(

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corbatas | otayuri
Short Story『 mejores amigos ! au 』 toda su relación se basaba en corbatas mal atadas, trajes elegantes y malhumor. (2017)