Rincón entretenido en donde pueden encontrar anécdotas y confesiones de escritores y lectores de la literatura LGBT+
Espero que pasen un buen momento leyendo, comentando y votando por sus anécdotas preferidas.
(*'・ω・)ノ ADVERTENCIA: Si sufres de esp...
Como algunos saben, me dedico a la literatura LGBTIGQ por diferentes razones, y la razón es porque me siento más livianx y en mis anchas, porque es como si estuviera relatando las historias de mis amigos y hasta personal en muchos casos, por lo que me animé hace al menos unos tres años en empezar a publicar relatos de este tipo, y bueno, a lo largo del tiempo me han pasado varias anécdotas dignas de un galardón... pero de greda.
Comienzo con mi primera novela de corte lésbico llamada Oh Lena, dulce Lena, en la cual agrego una diversidad de generaciones de mujeres en un mundo plástico como a la vez dramático, como también agrego varios subgéneros lo que hace que la lectura torne diferentes giros (es por lo demás mi historia más conocida) Una vez, cuando la historia iba con un inminente crecimiento, recibí un mensaje de una lectora. Por su forma de escribir parecía una mujer adulta, y bueno a medida que me iba charlando me dijo que estaba en los cimientes cuarenta y algo, y bien, me alegré, porque sinceramente me gusta llegar a un público adulto que pueda quizás apreciar o ver detalles que en sí los lectores más jóvenes muchas veces no caen. Todo iba bien en la charla, hasta que me invitó a salir, sin preguntarme algo más (seguramente se debe de haber pasado el rollo que yo era como la protagonista) Me dio mucha risa, además de pillarme desprevenidx, así que, sutilmente me despedí sin más decir. No sé si me seguirá leyendo.
Otra de las anécdotas que me han pasado y digamos que esto es de carácter romántico es que antes de conocer a mi pareja, de alguna forma la cree en mi mente en uno de mis personajes, ya fuese en el físico como en el carácter y en lo que yo admiraba en ésta. Y cosas de la vida al pasar el tiempo, conocí a mi "personaje", pero ahora era real, ya no podía cambiar los diálogos o de carácter, ¡era un sueño! ¿Cumplido? Quizá, porque creo que los anhelos pueden ser concedidos o mejor dicho, las bendiciones.
Y por último, ya en un tono incluso más personal. Soy no binario (lo que no es lo mismo que ser Genderqueer – aunque, también lo soy) Me ocurre bastante seguido debido a mi apariencia el que me confundan con un muchacho afeminado lo que a la vez me encanta, pues jugar con las dualidades es algo inexplicable, ya que muchas veces eso surgió inconscientemente, sin pensar que siendo andróginx pudiera ayudarme a incluso fortalecerme mucho más en mi manera de ser, creando un escudo y a la vez esa seguridad de la cual me refiero. Muchos somos juzgados por ellos, por los arquetipos ya establecidos, ya saben, el rosa y el azul y blah blah blah, pero es mi distintivo, lo que soy más allá de tener que muchas padecer las miradas extrañas de la gente, que antes, solía agachar la cabeza, ahora la subo más aprovechando la gran estatura que Diosito me regaló. Solo puedo decir que cada vez me siento mejor, cada vez siento que crezco gracias a esto en la escritura y que, por lo demás gracias a esta, he conocido a gente maravillosa."
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¡Muchas gracias Nina por compartir con nosotros tus anécdotas!
