Anécdota N°146 (╮ꏿ ◊ ꏿ╭)

230 58 7
                                    

"Me encanta leer historias sobre personajes gais, tengo libros, mangas, comics y algunas revistas homosensuales. Hace unos meses me mudé con mi pareja a un departamento, no es muy grande pero nos hemos acoplado re bien. Tenemos una sala de buen tamaño en donde hemos organizado en una esquina una pequeña biblioteca. La situación es que obviamente los libros que leo no es del agrado de algunas personas que nos visitan y como la biblioteca está a la vista de todo ser vivo que pase por ahí, he tenido algunos problemas con mi pareja por su contenido.

Después de muchas discusiones, acordamos hacer un estante en la cabecera de nuestra cama para colocar mis libros y de paso me eran más accesibles para cuando deseaba leerlos. 

Una noche me había dormido temprano porque tenía una horrible gripe, pero mi vejiga decidió que necesitaba ir al baño con urgencia -cosa que rara vez pasa, porque una vez que duermo no suelo despertar para orinar-, al levantarme un poco desorientada me percaté que la luz del baño estaba prendida y ni corta ni perezosa abrí la puerta para encontrar a mi pareja sentado en el trono leyendo uno de mis amados libros. Estaba tan concentrado en la lectura que no sintió mi presencia hasta que le dije: 

 Estaba tan concentrado en la lectura que no sintió mi presencia hasta que le dije: 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hasta ahora no puedo superar la sorpresa de su cara al ser descubierto. Todo un poema muy gracioso. Luego me contó como había empezado a leer ese libro, lo interesante que estaba y la forma en que se enganchó a el. 

Creo que tener una biblioteca en nuestro dormitorio fue el lado oscuro para él."

¡Gracias anon por compartir con nosotros!

Lo que callan los escritores y lectores de LGBT+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora