Desenredados [ViktUuri] |Terminada|

II: Huida

—¿Un trato? —repitió Yuuri entre confundido e interesado.

—Sí... —contestó inseguro, a lo que Phichit levantó una de sus patitas en señal de apoyo; Viktor asintió—. Yo quiero... —tomó aire—. Quiero ver las velas que ponen para el príncipe.

—¿Ah?

—Quiero... No, necesito que seas mi guía —se corrigió, esta vez sonando más serio—. Iremos a ver las velas y luego me devolverás aquí, solo de esa manera te entregaré la bolsa con el aro brillante —espetó viéndolo fijo.

—Mierda... —musitó apenas recordando que llevaba una joya en su pequeño morral; ni siquiera se había acordado, tal vez el golpe sí le había afectado.

Antes de responder algo, Yuuri esperó que aquel hermoso chico mayor que él se riera, incluso analizó su expresión tratando de encontrar burla o atisbo de que era una broma; pero no, sus ojos azules estaban llenos de determinación mezclada con miedo, su voluntad era firme.

No quería involucrarse con ese chico, sobretodo porque hablaba con animales y su cabello largo sería un problema, pero no intuía ni un solo lugar en donde él pudiese haber escondido su bolsa; además, podía solo decir que sí y luego de que lo desatara, silenciarlo, ya que nadie se daría cuenta, suponía.

Pero había algo en él que no le dejaría hacerle daño, así que soltó un sonoro suspiro.

—Bien —aceptó con desgano.

—¡Yes! —chilló emocionado y brincando en donde estaba parado.

Phichit sonrió al ver como su amigo celebraba y sonreía felizmente, ya que por fin podría cumplir su sueño de tantos años.