X: Rey

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En medio de la fría y oscura noche, el trote de los caballos era el sonido predominante

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En medio de la fría y oscura noche, el trote de los caballos era el sonido predominante. Con cada segundo estaban más cerca del reino, en donde Viktor enfrentaría su destino.

Sus nervios estaban de punta, pero un poco menos afilados después de su pequeña plática con Yuuri; sin embargo, seguía temiendo por la vida de todos, incluso la del mismo rey. Quizá era tonto, mas él era su padre biológico y un ser humano, no era fácil simplemente decir: "acabemos con él y enterrémoslo".

—Paren —ordenó Yurio.

Todos frenaron sus caballos y tal como lo habían planeado, bajaron de ellos.

Estaban ya en la entrada del reino ruso, cerca de un puesto de vigilancia, así que no podían continuar a caballo. En medio de la oscuridad, los cuatro continuaron avanzando, dejando a Yakov para cuidar a sus medios de transporte y huida en caso de que algo saliera mal. Era mejor así, él era un hombre viejo, no quería estorbar.

Sin embargo, antes de que se fueran, abrazó fuertemente a su hijo, le dijo que lo amaba y que si no lo lograba, estaba bien. Viktor solo pudo abrazarle nuevamente, para después partir hací el castillo.

La oscuridad de la noche y la luz de la luna los envolvía, permitiéndoles tener un manto de protección ante los guardias que pasaban haciendo su inspección de rutina.

Corrieron en medio de las casas y calles, escondiéndose de los hombres del rey y avanzando caulosos cual ninjas en una misión secreta. Yurio los guiaba, ya que él conocía los puntos ciegos del pueblo para poder acercarse sin ser vistos, y Otabek vigilaba la retaguardia en caso de enfrentar alguna sorpresa.

—Por aquídijo el rubio, señalando un pequeño callejón.

Entonces se vieron frente al enorme castillo del rey. La gran puerta estaba custodiada por dos guardias, que, según Yurio, eran aliados, así que se acercaron con cautela para poder ingresar.

Ten cuidado dentro, Yuri —murmuró Sala, una de las guardias.

Asintiendo, ellos les dejaron entrar mientras observaban sorprendidos al ver al príncipe perdido, incluso algunos de los que estaban en el interior y les visualizaban, porque la gran mayoría de ellos había visto casualmente al ojizafiro cuando era bebé y recordaban perfectamente esos cabellos plateados.

Viktor sonreía incómodo al recibir tanta atención, sobretodo porque la situación era demasiado tensa.

Todos caminaron despacio mientras se escondían, y ocasionalmente tenían que noquear algún guardia, hasta que finalmente uno se les escapó. Rápidamente se separaron para continuar apresurados con el plan.

Mientras tanto, aquel soldado que huyó entró violentamente a los aposentos del rey para informarle.

—¡¡Mi rey!!jadeó.

Desenredados [ViktUuri] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora