Desenredados [ViktUuri] |Terminada|

VII: Notita

—¿Que yo qué?

Los presentes se giraron a verle llenos de sorpresa tras aquella confesión. Viktor estaba absolutamente sorprendido, hasta pensó que era una broma y se rió por un instante. Pero notando el ceño fruncido que le mostraba su padre entendió que no mentía. Y bueno, siempre se había preguntado porqué era tan pálido cuando Yakov tenía un tono de piel más oscuro; siempre se decía a sí mismo que era adoptado. Y terminó descubriendo que sí lo era. Vaya revelación.

—¿Por qué está aquí? —indagó Otabek tras el silencio.

—Vitya está aquí por su propio bien... —suspiró, calmado.

—Eso no tiene sentido, ¿cómo que por su propio bien? —renegó Yurio.

Yuuri apretó la mano del príncipe sintiendo que algo iba mal con todo ese relato que se avecinaba. No quería que le hicieran daño, sentía que había encontrado a alguien que le importaba mucho.

—Anton Nikiforov, su padre, es un hombre avaro y cruel —comenzó Yakov.

—Eso es una ofensa al rey, ¿lo sabía? —bramó Yurio con su ceño fruncido, levantándose de donde estaba sentado en un reflejo—. Podría encarcelarlo por eso.

—Si no quiere conocer las razones detrás de esto, hágalo —estiró sus manos, en un gesto que denotaba tranquilidad ante la idea de ser esposado—. Pero si me llevas a mí, Vitya debe quedarse aquí. Si vuelve al reino tal vez no corra con las misma suerte de no ser descubierto.

—Explíquese —pidió Otabek jalando al rubio para que se sentase nuevamente.

Yakov echó la cabeza hacia atrás mientras suspiraba pesadamente. Soltar todas las ideas, información y secretos que tenía no iba a ser nada fácil.

—Anton quiso una niña, deseó eso desde que se casó con Lilia y cuando Vitya nació se frustró mucho y quiso usar una poción para cambiar su sexo, pero lo que logró fue hacer que su cabello fuera plateado y creciera mucho —expresó entrelazando sus dedos.