No hay nada mas triste que pasar un día festivo encerrado, o bueno, preferiría estar encerrado pero en mi casa, aquí no hice mas que aburrirme y pensar estupideces todo el día, me levanté tan tarde que no desayuné, fui a almorzar normalmente, tenía mucha hambre, ya en la tarde fui a observación, todo fue igual que siempre, me hablaron de cosas y cosas, me hicieron hablar de mis problemas y esas cosas, aunque no entiendo, yo nunca le he dado gran importancia a mis problemas, vivo lleno de ellos así que la costumbre de tenerlos me hace ignorarlos o solucionarlos rápido y sin que me afecte, no entiendo esta vez por qué es diferente, pero así son las cosas, a eso querían llegar, querían que yo mismo encontrara el por qué es así, por qué tropecé esta vez, creo que es porque esta vez es igual que la primera vez que estuve aquí, fue por compromiso, por tirarme de cabeza al abismo, la primera vez también hice grandes promesas, iba muy decidido hacia lo que quería, y esta vez fue igual, prometí grandes cosas, es mas, las estaba cumpliendo, quería tener alguien muy especial cerca mio y estaba trabajando duro para conseguirlo, no sé en que punto me estrellé de cara con el fondo del vacío y terminé aquí, de nuevo.
Ya para acabar el día me limité a hacer lo mismo de siempre, cenar y bañarme, de camino a la ducha me encontré al señor que veía a la chica del baño, le pregunté por ella y me dijo que estaba bien, pero que no sabía cuando podía volver, debe ser duro, que después de algo así, sea lo que sea que haya hecho la vuelvan a traer aquí, no entiendo como creen que este lugar puede arreglar a alguien, los locos claramente deben ser ellos...
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Diario de un hombre normal en un mundo de locos
RandomDiario de un joven internado en un hospital psiquiátrico, por diversos trastornos mentales