Mi Gran Engaño (TERMINADA- EN EDICIÓN)

El comienzo.

Solo pienso en el día de ayer,  y la declaración de Sam. Estoy acostada en mi cama, y tengo el brazo de Sam rodeándome, él aún se encuentra dormido, si algo tenia Sam era el sueño muy profundo.. Creo que todavía me encontraba en estado de Shock.. ¿era esto lo que quería? Siempre hablaba con Sam de que no era comprometido con la relación, pero no lo decía de la manera "comprometerse, colocar un anillo en tu dedo" lo decía de la manera "se más atento, se mas detallista, deja de trabajar tanto".

Me dio un maldito anillo, en una reunión sorpresa, estaba agotada de mi trabajo, Sam me envía un mensaje como "urgente" para vernos en casa de su madre, pensé que algo le había sucedido, pero era para proponerme matrimonio. — ¿Qué es lo que me pasa? Cualquier mujer estaría feliz en mi posición. Sam no es un mal tipo, trabaja, es independiente, me quiere y nos la llevamos bien juntos.

Respiro profundo...

Dos años de relación con él, estudiamos en la misma universidad, empezamos siendo amigos, luego él se graduó, se mudó y no supe más de él, nos reencontramos hace dos años y retomamos nuestra amistad que luego se convirtió en esto que tenemos ahora.

Me doy la vuelta lentamente para quedar frente a él, cabello siempre corto color rubio oscuro, labios finos, tiene una ligera barba de hacen días, nariz recta. Sam es hermoso, la mejor elección después de "Brad el fumador, o Spencer el bebedor".

Miro mi dedo, donde ahora se encontraba el anillo, muy bonito, un aro de plata con un hermoso diamante pequeño. Le doy un casto beso en la mejilla a Sam,  y me levanto sigilosamente para que él no despierte.

Me coloco mi pantalón que lo encuentro tirado en el piso, mi camisa color crema y tomo mis tacones en la manos, no sé porque me siento como si estuviera huyendo de alguna escena del crimen, o porque esto me parece un déjà vu, haciendo que recuerde mi vida pasada con chicos pasados y es así como huía, con cuidado y sin hacer ruidos, parezco ridícula.

Entro al baño y me miro en el espejo, mi cabello castaño apunta para todos los lados, trato de peinarlo con mis dedos, y lo ato en una cola, lavo mi rostro con agua fría, y cepillo mis dientes. Mis mejillas lucen algo rojas, mis ojos más verdes de lo habitual, mis labios un poco agrietados y pálidos. Aplico un bálsamo hidratante, y coloco mis tacones. Lista para irme.

—¿ya te vas? —Dice Sam, revisando su teléfono y colocandolo en la cama, mirándome con esa mirada seductora que tiene.

Asiento un poco nerviosa ¿Qué me pasaba? Era Sam... —Si, es tarde para... quede con Cristal.

—ah... ¿y no puedes posponerlo? —Camino hacia él para darle un beso de despedida. Pero él me hala y hace que caiga sobre él.

—Sam... —Comienza a darme besos en el cuello y luego en mi boca—. En serio llego tarde. —trato de decir con besos tras besos.

Me sonríe de manera genuina y me deja ir.

Niego con la cabeza mientras arreglo mi camisa de nuevo. —Nos vemos ¿en la tarde?

El niega con la cabeza y toma su teléfono. —Quede en verme con alguien... ¿paso por la noche?

Asiento y camino a la puerta. —Adiós, te quiero. —me despido y salgo de la habitación.

Doy un vistazo a mi anillo y empiezo a girarlo con mi dedo pulgar.

—.—

Veo a Cristal a través del vidrio, su cabello corto y rubio y en las puntas color rosadas, pensé que se las vi el viernes de color purpura.

Cristal Duch, es mi mejor amiga, es alocada y nos conocimos en la universidad y quien le pone un toque de diversión a mi vida tan seria, dicho por ella.