Capítulo 15

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Llegando de la oficina al apartamento, encontré un paquete, era el vestido ya ajustado y arreglado para mí, verlo fue como una puñalada, si hace minutos me encontraba de buen humor eso ahora había desaparecido.

Deje la caja sobre la mesa y fui a acostarme.

Esto ahora era mi vida, llegaba de trabajar y me tiraba en mi cama y si tenía algo de suerte despertaba al día siguiente.

Lo sé, estaba siendo realmente patética.

—Brooke. —Escucho una voz suave muy cerca de mí.

Siento que agitan mi cuerpo y mencionan mi nombre. —Bebé...

Ahora son besos en mi cuello, abro mis ojos y me encuentro con Sam, acostado conmigo.

—Sam... ¿Qué hora es? —Restriego mis ojos—. ¿Cómo entraste?

—La puerta estaba sin llave... te llame un par de veces.

—Hmm...

—Siento que hemos estado distante... ¿estamos bien? —Él ríe. Esta conversación iba en serio, me siento en la cama y lo miro—. A estas alturas y... te pregunto si estamos bien, imagino que no, que no lo estamos.

—Sam...

—No... —él se levanta de la cama, si hace un momento estaba calmado, toda paz había desaparecido—. ¿Te das cuenta? Es lo único que hemos estado haciendo en semanas, peleamos por la misma cosa. Trato de entender, trato de venir y pasar un rato contigo, siento que me estas evitando y dime si estoy equivocado Brooke, porque esto me está volviendo completamente loco.

Me dolía ver a Sam así por mi culpa.

—Cariño... —Camino hacia él—. Todo está bien, lo prometo. —Yo me quería creer esas palabras.

Sam acaricia mi mejilla y me besa, podía sentir lo tenso lo realmente enfadado que estaba. Ambos nos tiramos en la cama continuando el beso, Sam empezó a desabotonar mi blusa, y sabia a donde iba eso, detuve el beso, pero él seguía insistiendo. —Sam detente.

Tenía que pararlo, no estaba funcionando, sus besos, sus caricias me recordaban a una persona a Ethan y eso no era justo.

Él no me prestaba atención. —¡Sam! —Lo empujo un poco brusco.

—¡qué demonios Brooke!

Puedo ver su enfado, puedo ver el error que acabo de cometer.

Lo acabo de tratar como a un extraño.

—Yo... —Puedo sentir como mi voz prende de un hilo—. Lo siento, no quise empujarte, Dios... solo...

Sam interrumpe hablando él: —¿Qué vas a decirme? Que estas estresada, que te encuentras tensa ¿es eso lo que dirías? Jesus, Brooke... ¿Qué está mal?

Es tu momento, solo hazlo, dilo... no puedes continuar con esta mentira.

—Nada... yo soy el problema y lo siento si me has sentido un poco lejos, Sam quiero que... estemos bien, lamento todo esto.

¿Por qué era tan cruel conmigo misma? ¡Demonios!

—Sabes, espero que esto mejore, en serio, estoy llegando a un punto que creo que te desconozco, nos vamos a casar Brooke ¿es esto normal?

Niego con la cabeza.

Él suelta una risa frustrada y se da la vuelta. —Sin argumentos, como siempre.

Veo como se aleja, simplemente me quedo ahí.

Después de unas horas decido enviarle un mensaje, si no me podía comunicar cara a cara, tal vez lo podía hacer por medio de palabras, era una cobarde, pero mis pensamientos fluyen mejor cuando escribo lo que siento.

Mi Gran Engaño (TERMINADA- EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora