Capítulo 10 II

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Le había dicho que si a Sam.

Malditamente le dije que si aceptaba casarme con él en un mes, lo peor de todo es que le dije que la idea me parecía maravillosa.

Actué tan estúpido, tan mal, tenía la mirada de Edward y Verónica encima de mí.

Ahora definitivamente tenía que alejarme de Ethan sea como sea, no importaba que el corazón me dijera otra cosa.

Estaba viviendo la mentira más grande de mi vida, le mentí a Sam, a Ethan... ¿Por qué deje que las cosas avanzaran?

Por qué me tuvo que besar ¿Por qué hacía que mis mariposas revoloteen en mi estómago cada vez que lo veía?

Es como si no pudiera detener lo que yo misma he empezado.

No tengo el valor ni la fuerza para detener todo lo que se aproxima en mi vida.

——

—¿¡QUE!? Dijiste que si ¿en un mes Brooke? Cuando te dijera que pensaras las cosas y pusieras tu vida en orden, no fue con la intención de lazarte al agua y ahogarte.

La mire y entrecerré mis ojos, Cristal, me gritaba, y ya me estaba empezado a doler la cabeza. —Cristal... ¿Qué querías que le dijera? ¿Qué no? —Ruedo los ojos—. Su mamá me estaba comiendo viva con la mirada ni hablar de Edward, creo que se dio cuenta de la expresión de miedo que coloque porque tenía una sonrisita divertida en su rostro. —Entierro mi cara en la almohada y doy un grito ahogado.

—Dios mío, estas pasando por tu peor pesadilla.

Asiento. —Hay cosas que todavía no sabes.

Le confieso a Cristal, no le había contada la verdad completa.

Cristal rueda sus ojos y luego me mira ansiosamente. —A ver...

—No te dicho quién es el hombre... —Muerdo una de mis uñas—. ¿Te acuerdas del hombre que nos ayudo con la llanta?

Ella asiente con asombro. —¿me estas jodiendo?

Niego con la cabeza. —¿Saliste con aquel hombre ardiente? —Esta vez grita.

Asiento.

—Oh por Dios... Oh por Dios. Me siento terrible Brooke

La miro confundida.

—¿No lo ves? Yo fui quien te empujo, es decir, mira si no te hubiese pedido que me acompañaras, tú no estuvieras pasando por eso, o... si no te hubiera obligado a darle su número. Dios mío, lo siento amiga.

Niego con la cabeza. —No Cristal, las cosas no pasaron así. Te he ocultado varios detalles de esa relación, ya a él lo conocía.

Le explique todo, donde lo conocí, y le conté que fue con él con quien amaneci aquella noche de discoteca, lo cual se volvió a lamentar, y a culpar por que todo había sido idea de ella.

—No lo puedo creer. —Dice casi boquiabierta—. Soy tu mejor amiga ¿Por qué no me contaste nada? —dice ella, algo ofendida.

Me encojo de hombros. —No lo sé... al principio no le di importancia, y luego del primer beso, me sentí apenada de contarte algo.

—Ese chico te gusta... —Dice con un largo suspiro.

—¿Qué? No para nada, sabes es... algo pasajero, un desliz que tuve, nada más. —Digo más para mí que para ella, trato de que esas palabras se queden en mi cabeza.

Ella achina sus ojos y me mira. —Te conozco, y esa carita, esos ojitos que tienes, no son por Sam amiga, y tienes que hacer algo cuanto antes, si no quieres acabar peor. —Cristal peina mi cabello con sus manos.

Vuelvo a negar cualquier sentimiento que tenga por Ethan, pero negarlo era casi imposible, porque él me gustaba en realidad, pero no quería herir a Sam, así que tenía que cortar cualquier conexión con él.

Ahora me doy cuenta la razón que tenía mi padre, trato de complacer a los demás, y por hacer eso estoy causando un daño mayor.

——

Miro el techo de mi habitación con mil y un pensamientos que no me dejan dormir.

¿Cuándo Sam me dejo de gustar?

Nunca había sentido una atracción de la manera que estoy atraída por Ethan, mucho menos estado en una relación me siento... sucia y asqueada de poderle hacer eso a una persona tan buena como lo es Sam. Nunca he sido una persona tan religiosa como lo es mi madre pero estoy segura que el infierno tiene un lugar para mí.

—Dios perdóname. –Digo en un susurro.

La señora verónica se había ofrecido ayudarme con todos los preparativos, y hasta en la elección del vestido, me miro de arriba abajo y negó con la cabeza, dijo que si quería lucir perfecta tendría que rebajar como tres kilos, me hizo provocar una rodada de ojos, yo estaba perfecta como estaba.

Debo acabar con esto, con esta mentira que me está consumiendo y no me deja vivir. 

Mi Gran Engaño (TERMINADA- EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora