Capítulo 24

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Los días pasaron, tenía casi tres semanas aquí en Misisipi, trabaje en una tienda de comida solo temporalmente, mi amistad con Eric era algo buena, no tenía idea de cómo un hombre puede llegar a comprender tanto y darte buenos consejos. No recibí respuesta de Sam ni de Ethan, algo que me dolió bastante, y dejando en claro que en realidad no querían saber nada de mí, pase días en cama, llorando y no queriendo salir, fue Eric quien fue hasta la casa y levantarme el ánimo.

Estaba en el aeropuerto esperando que llamaran para irme, se encontraba Mi papá, Melissa, Tyler y Eric.

Melissa y mi padre se fueron a beber un café juntos y Tyler jugaba en la silla de alado con su Tablet.

—¿nos volveremos a ver? —Pregunta él.

—Claro que si... tienes mi número, cualquier día podemos cuadrar y vernos. ¿Cuándo te regresas a Chicago?

—En un par de días.

—Te voy a extrañar... —Digo con un puchero.

Él me abraza y besa mi coronilla. —Yo también.

Eric era justo como ese hermano protector que siempre me falto ¿Quién diría que lo terminaría conociendo aquí? Hemos establecido una buena amistad a pesar del poco tiempo que tenemos hablando, es como si nos conociéramos de todo una vida, es raro, pero se siente así.

Los días aquí, me hicieron ve las cosas desde otro punto de vista, fue como liberarme de todo, aunque no recibí respuesta de Sam y ni de Ethan, me sentía bien, no tan bien como quisiera, porque aún me dolía extrañar tanto a Ethan pero tomare el consejo "dale tiempo al tiempo".

Mi vuelo estaba a punto de salir, me despedí rápidamente de todos, Tyler se quedó llorando y Melissa lo intentaba calmar, el abrazo que me dio mi padre era más fuerte de lo normal. Sentía que estaba dejando algo de mí aquí, es como si dejara a la vieja Brooke. Le doy un abrazo a Eric, y este revuelve mi cabello. —Llévate a Tyler por un helado. —él solo me guiña un ojo y me voy casi corriendo, ya que era el último llamado.

**

Cristal me recogió en el aeropuerto, nos actualizamos mientras comíamos algo, estaba realmente agotada por el viaje, esa noche dormí en casa de Cristal, me fui temprano a mi apartamento y me arregle, tenía unas cuantas entrevistas a las que asistir, una de las entrevistas quedaba cerca de la empresa de Ethan, esa que había inaugurado. Mi tentación por ir y encontrarlo ahí eran demasiado grandes, cruce mi volante con aquella temeridad y me estaba estacionando justo en frente, atravesé la calle y decidí entrar, mis manos realmente estaban sudando, tenía un nudo en la garganta y estómago. Veo aquella chica que nos interrumpió en su oficina, y me acerco a ella. —¡Hola! —Digo un poco animada mezclado con mi nerviosismo.

Ella me mira un poco confundida y luego su rostro cambia, como si me logró reconocer. —Oh... eres la amiga de Ethan ¿no?

Asiento. —¿él se encuentra aquí? —Pregunto con cierto tono de duda.

Ella niega con la cabeza. —él ya no viene a esta sede... en su lugar está el Señor Anderson, pero... es un hombre medio gruñón aquí entre nos. —Dice lo último casi como un secreto.

—Entonces... él no ha venido más. —Digo ignorando lo que ella me dijo del tal señor Anderson.

Me lo repito a mí misma, pero esta chica vuelve asentir con la cabeza. —él está pendiente por Skype... está manejando su sede en Chicago, fue algo repentino de que ya no viniera más por aquí...

—¡Jennifer! Te necesito aquí ya mismo. —Un hombre la llama desde el otro extremo, ella se despide rápidamente de mí, dejándome ahí parada, sola y con un dolor en el pecho.

Me voy a mi auto y sigo con mi ruta hacia la entrevista.

**

A diario revisaba mi correo, esperando alguna respuesta, pero no había nada.

Me termino de comer el helado y cuando me decido a levantarme, se encuentra la señora Verónica entrando con otra mujer. —¡Mierda! —Susurro. No la había visto desde la fiesta de compromiso. Solo rezo de que no me vea. Pero demasiado tarde nuestras miradas se cruzaron.

—¡Brooke! ¿Cómo estás?

Le sonrió totalmente fingida. —Verónica...

—No te sientas apenada conmigo... Sam me conto todo.

Al parecer yo me estaba perdiendo de algo. —¿todo?

Ella asiente. —Es normal, que ese tipo de cosas pasen... —Dice con mucha seguridad—. Me paso con el padre de Sam.

Asiento, sin entender ¿ella aceptaba con total normalidad que engañe a su hijo y con Ethan? Algo no estaba bien aquí. —Ya ves, terminamos separándonos... —Continua hablando.

—Verónica ¿Qué sabor vas a querer? —Dice la otra mujer que la acompañaba.

—Vainilla. —Vuelve su mirada a mí—. ¿Cómo te sientes?

Me quedo sin palabras, no sabía cómo me sentía, así que no había palabras para responder eso. —Estoy realmente apenada Verónica, por lo que paso, yo no...

Ella me interrumpió: —Cariño, ya te dije que es normal que pase... es una pena que hayan terminado su relación.

—y... ¿Qué más te conto él? —Pregunto tratando de no sonar ansiosa.

—Solo eso, dijo que tú no te sentías preparada y decidieron cancelar los preparativos.

Sam no le conto nada... no le dijo nada a nadie.

—Tengo que... irme, fue un gusto verte Verónica. —Me despido con un beso y me voy.

Últimamente las cosas no me estaban saliendo bien, desde que llegue aquí todo es un recuerdo, todo me enlaza con ellos, no me siento bien.

Odio como tuvo que terminar todo

Odio no haberme dado cuenta del error tan grande que estaba cometiendo.

Pero ya es demasiado tarde como para odiar cada cosa que hice. 

Mi Gran Engaño (TERMINADA- EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora