Mi Gran Engaño (TERMINADA- EN EDICIÓN)

Capítulo 6 II

Como veinte minutos después nos encontrábamos sentados en una mesa, el restaurante era informal, así que como estábamos vestidos no encajaban con este lugar, pero a Ethan parecía importarle mierda eso.

Notaba como las chicas lo veían descaradamente, notaba como ellas giraban para seguirle el paso y también pude notar como algunas simplemente miraban a su acompañante, o sea, a mi.

Él era guapo eso no se podía negar.

—¡Hola Ethan¡ —Dice un señor un poco gordo, con un abrazo agradable.

—¿Cómo estas effran?

Él no contesta, en cambio se dirige hacia mí. —¿Quién es esta linda chica?

Ethan me mire, y veo como se le forma una sonrisa, dirige su atención a su amigo ahora mientras niega con la cabeza.

¿Qué quieres decir esa negación? ¿Qué no soy nadie?

Me acerco un poco y extiendo mi mano hacia el señor. —Soy Br... Lauren. —Mierda... por poco menciono mi nombre.

—Lauren, tu eres muy bonita. —él tipo hablaba en un acento extraño que no lograba saber cuál era.

—Gracias. —Digo amablemente.

Nos sentamos en una mesa, ambos pedimos hamburguesas, Ethan me la recomendó, según son muy buenas.

—Entonces... ¿vienes mucho por aquí?

Él coloca sus codos sobre la mesa, una posición casual que él hacia ver tan sexy. —Solo cuando vengo, me encanta comer aquí. —Ethan agarra de la cesta una papa frita y la mete a su boca mientras mantiene su mirada con la mía.

Yo hago el mismo movimiento, tomo una papa frita y la meto a mi boca.

Estas miradas me iban a volver loca.

Estas incomodas miradas

Y este incomodo silencio.

—Está bien Brooke... estas aquí teniendo esta especie de no-cita con este no-extraño, me pregunto ¿en qué demonios estás pensando? ¿Ocultado tu anillo de compromiso? Colocándotelo cada vez que estas con alguien conocido y quitándolo cada vez que sales, porque sabes que muy en el fondo cada vez que sale esperas encontrarte con este hombre desconocido, capaz de mover cada parte de tu ser. ¿Entonces, a que juegas? Haciéndote la coqueta, aceptando salidas... oh por Dios...

Él tenía unos muy bonitos ojos café... podía notar esas finas arrugas que se le hacía a los lados, me provocaba pasar mis dedos, sutilmente y suavizarlas...

Sus labios eran otra cosa, otro nivel.

Él también me miraba, sabía que estudiaba cada parte de mí y se lo estoy permitiendo.

Corto la mirada con él puedo sentir lo roja que podría tener mi rostro. Puedo ver una ligera sonrisa en sus labios. Mierda, porque tenía que tener una linda sonrisa

Para mi suerte apareció una chica trayendo dos hamburguesas y dos refrescos.

Antes de dar un mordisco a mi hamburguesa hablo: —Debo confesar que nunca he venido a comer hamburguesa vestida como lo estoy.

Él me mira y se encoge de hombros —Dicen por ahí, que siempre hay una primera vez.

Doy un mordisco y la hamburguesa me hace sentir en el cielo, debería traer a Cris a este lugar.

—Sabía que te gustaría, tu cara lo dice todo.

Asiento y limpio mi boca con la servilleta. —Es muy buena en realidad.