Buenas noches. Esta es mi novela ligera original que me llevó a investigar a cerca de demonología. Tiene tintes religiosos en medio de una trama algo estrepitosa. Espero les guste. Es una historia corta que ya está finalizada.
Enjoy!ACTO 1: "Es la piel de Judas..."
-¿¡Dónde se ha metido ese endemoniado chico!?-preguntó el Padre Victorio, recogiendo con dificultad su sotana que se embarraba en aquel bosquecito junto al seminario de San Gabriel.
-Paciencia Padre..., es travieso como todo niño...-se oyó una dulce voz que venía más atrás, una monja regordeta, de mejillas sonrosadas, con un hábito negro, que también recogía con dificultad para no ensuciarse.
Ambos santos caminaban esquivando charcos y ramas, se veía detrás el viejo e imponente edificio, en donde estudiaban futuros sacerdotes. Un refugio también para huérfanos, cuidado por las Hermanas del Sagrado Corazón.
-Sor Ana María... no está hablando como una madre superiora... si tan solo este engendro se comportara como su hermano mayor... sería ideal... no tenemos muchos huérfanos en el Hogar de San Gabriel... y siempre es uno el que nos pone los pelos de punta!!-
Sor Ana María sonrió:
-Es sólo un niño...- volvió a mediar. El Padre Victorio se volvió hacia ella y la miró fijo:
-Le aseguro que es como miles de niños fatales en uno solo.-le dijo. En ese momento sintió como un trozo de barro semilíquido caía en su cabeza, escurriéndose por su rostro hasta llegar a su boca. Sor Ana María pegó un respingo.
-¡¡Padre!! ¡¡Por Santa Clara de Asís!!- y llevó sus manos a los labios. Victorio no emitió sonido alguno, de pronto se escuchó una risa estruendosa, que denotaba triunfo. Ambos religiosos miraron hacia arriba. Sentado muy campante en una rama se encontraba un muchachito de unos nueve años, batiendo palmas y riendo a sus anchas.
-¡¡¡Padre parece una estatua de barro!!!! AJAJAJAJAJA!!!- reía el chico.
-¡BAJA DE AHÍ, LUCA! ¡EN ESTE MISMÍSIMO INSTANTE! ¡ES UNA ORDEN!- Vociferó el clérigo, sacudiendo el pañuelo con el que había intentado limpiar su rostro. El niño le sacó la lengua:
-¡Jamás! Venga por mi...-lo incitó. Victorio apretó el pañuelo y gruñendo amagó a subirse al árbol, pero la hermana lo detuvo con una sonrisa, él comprendió el mensaje, y dejó que la dulce mujer tomara el mando:
-Luca... ven conmigo, baja y te daré del pastel que hizo Sor Josefina,¿ si?- Al niño se le iluminó el rostro en un segundo, sus ojitos relampagueaban, preguntó ansioso:
-¿Es de chocolate?- La Madre Superiora asintió sonriente, y agregó:
-Y con fresas...- El muchachito soltó un grito de alegría, y acto seguido bajó de un salto del árbol, abrazó con amor a Sor Ana María, y saltó luego junto a Victorio, diciéndole:
-Perdón, Padre, no vuelvo a escaparme de la clase de catecismo.- El Padre iba a regañarlo, pero la mirada de Luca era demasiado sincera e inocente. Tosió con dificultad:
-E-esta bien, no lo vuelvas a hacer... ¡pero si lo haces otra vez no mediré el castigo!-
-Sí, señor, lo que diga... ¿puedo ir a comer pastel ahora?-preguntó. El Padre asintió en silencio.-¡¡Hurra!! - volvió a gritar el muchacho, y salió corriendo hacia el monasterio. Antes de salir de la arboleda giró sobre sus talones y dijo juntando sus manitos:-¡Y perdón por lo del barro! ¡es que se veía muy gracioso!- Luego salió largando una carcajada. Victorio volvió a enojar su rostro:
-Es la piel de Judas...-murmuró.:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Gianni vio entrar a su hermano corriendo en la habitación, otra vez interrumpiría sus estudios... siempre tan escandaloso...
-Luca... ¿te han regañado otra vez?-preguntó el joven. Luca le ofreció una sonrisa llena de chocolate y trozos de fresa.:¿Cuándo vas a aprender a lavarte la cara? Ven.-le dijo, llevándolo al baño que quedaba cruzando el pasillo.
-Hermano... ¿vas a estudiar para cura?- le preguntó Luca con ojos redondos. Gianni secaba su rostro con una toalla.
-Sí..., me gusta todo lo relacionado a la religión... tiene mucha mística...-Gianni tenía unos 13 años, y a veces usaba palabras que Luca no entendía, sin embargo al niño le encantaba oírlas. Su hermano era tan serio e inteligente. Tan obediente y seguro. Se sentía a salvo cuando estaba con él.:-Debes tratar de portarte mejor, Luca... ¿qué diría mamá si te viera colgado de los árboles arrojándole barro a la cara del sacerdote director del Seminario?-
-Creo que se reiría a carcajadas...-pensó Luca llevando un dedo a su frente. Gianni lo miró de reojo, pero no pudo evitar esbozar una sonrisa, luego lo tomó nuevamente de la mano y lo condujo al cuarto en donde dormían:
-Es muy probable que eso haría exactamente...-
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::Luca sintió que alguien lo zamarreaba dulcemente. Abrió los ojos y en la oscuridad de la noche y de la habitación pudo divisar la silueta de su hermano sentado junto a su cama:
-¿Qué pasa Gianni? ¿por qué me despiertas?-preguntó el niño. Su hermano se puso de pie:
-Es hora, ya viene por mi...-dijo en un tono sombrío. Luca se sentó en la cama y restregándose los ojos, preguntó:
-¿Quién viene por ti?- Gianni lo miró, sonrió algo diferente a como solía hacerlo... y terminó diciendo:
-El príncipe... el príncipe viene por mi...- En ese momento comenzó a soplar un viento tan fuerte, que levantaba todos los muebles de un solo golpe. Todo el edificio comenzó a temblar. Una a una las puertas de las habitaciones se fueron abriendo, dejando salir a todos los seminaristas y sacerdotes, junto con los huérfanos, en medio de un horroroso tornado que los levantaba.
Luca comenzó a llorar, llamando a gritos a su hermano, que caminaba en medio del huracán sin que éste lo tocara:
-¡¡GIANNI!! ¡¡GIANNI!! ¡¡DONDE VAS!! ¡¡REGRESA!!- Pero el joven... ya no regresó.
Cuando se hubo ido, el viento paró. Todos se miraron perplejos y llenos de temor. Victorio corrió a la habitación en donde se oía el llanto desgarrador de Luca, lo encontró en su cama abrazado a su almohada:
-Tranquilo, tranquilo... ya pasó...-le dijo. Pero el niño no dejaba de temblar:
-¡Se llevó a Gianni! ¡Se lo llevó Padre!-gritaba el niño. El padre se paralizó...
-¿Quién, hijo?-
-El... príncipe...- susurró Luca, señalando con temor la ventana, en donde Victorio contempló horrorizado la marca de la bestia escrita en sangre.
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EL DESPERTAR DE LOS CAÍDOS
Mystery / ThrillerUn joven sacerdote debe cumplir su misión en la tierra después de que los ángeles caídos han regresado al mundo para destruírlo. ¿Podrá encontrar a los tres ángeles que duermen en los cuerpos de tres jóvenes comunes y vencer al mismó Satanás?